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Cáritas asiste a más de 40.000 personas en la provincia en un año de pandemia

La ong distribuye entre familias necesitadas más de un millón de euros en ayudas directas durante la emergencia social a causa del covid gracias a donativos y fondos propios. La demanda se ha cuadriplicado

Un momento de la presentación de la memoria de Cáritas, esta mañana

Cáritas Diocesana ha atendido en la provincia de Alicante a más de 40.000 personas en un año de pandemia y ha distribuido entre las familias necesitadas más de un millón de euros en donativos. Durante el primer estado de alarma, la ong asistió a más de 9.060 familias, lo que supone más de 32.300 personas. Las prioridades se han centrado en el apoyo a las familias que han perdido sus medios de vida, mayores solos y personas sin hogar, que han recibido ayuda gracias a 2.098 voluntarios que han respondido a la emergencia.

Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante ha hecho balance del trabajo en este año año de pandemia, que ha tenido graves efectos sociales, en un acto en el que han intervenido el obispo diocesano y presidente de Cáritas Diocesana, Monseñor Jesús Murgui, el director de Cáritas Diocesana, Víctor Mellado, y el secretario general, Javier Ruvira, en el que se ha presentado la memoria con los principales datos sobre las acciones desarrolladas desde marzo de 2020 en el conjunto de la Diócesis.

Además del reconocimiento al profundo dolor por las pérdidas humanas que sigue causado el coronavirus en el conjunto de la sociedad y, como parte de ella, en la familia Cáritas y en su amplia base social, el informe pone el foco en los hitos de la actividad llevada a cabo para auxiliar a las personas y familias en situación más vulnerable. El obispo ha hecho hincapié, precisamente, en este aspecto, señalando que “nuestra grandísima preocupación es la persona y queremos que nuestra labor no sea solo dar, sino, en una situación tan difícil como la pandemia, que a la persona se le acoja y se le escuche”.

La voluntad de acompañamiento a cada caso y cada familia, a cada realidad personal “es una meta permanente por parte de una institución de la Iglesia como es Cáritas”, ha remarcado.

Emergencia social

La crisis generada por el coronavirus ha conllevado que las solicitudes de ayuda por parte de Cáritas Diocesana se hayan cuadruplicado, tal y como ha indicado el director, Víctor Mellado, quien ha incidido en que durante este periodo Cáritas ha aportado más de un millón de euros, en concreto 1.000.736, en ayudas directas “una cifra que multiplica por cuatro nuestras ayudas habituales de otros años”. Ha añadido que “pensamos que era el momento de estar ahí y que todos esos fondos fueran directamente a esas ayudas, que incluso hemos dotado de fondos propios”.

Para reforzar su red de atención, Cáritas puso en marcha la línea gratuita 900921936 atendida por un equipo de 25 personas voluntarias y 8 trabajadoras sociales que atendieron más de 300 llamadas diarias. El equipo de atención de la línea 900 trabajó de manera coordinada con todos los equipos de las Cáritas Parroquiales en los municipios y barrios de toda la provincia, de cara a garantizar la ayuda a las familias.

En los meses que duró el primer estado de alarma, Cáritas Diocesana asistió a más de 9.060 familias, lo que supone más de 32.300 personas. "En todo el 2019, atendimos a unas 12.000 familias. Una comparativa que resalta el momento actual. Una situación agravada al ser el 70% de las familias atendidas, familias con hijos menores", señala la ong.

"La crisis derivada de la pandemia ha convertido a las personas y familias en situación de emergencia social, que ya se encontraban en una situación de pobreza y exclusión, en doblemente vulnerables a una pobreza cronificada. A este segmento poblacional se les suman otros perfiles que ahora llegan a Cáritas en busca de ayuda y que nunca la habían solicitado, en su mayoría familias con niños cuyos ingresos son justos, viven al día, lo que provoca que, cuando aparece una crisis de cualquier tipo, su vulnerabilidad y riesgo de exclusión sea mayor. También fueron atendidas numerosas familias afectadas por los ERTE, cuyo cobro se fue retrasando con el tiempo, y otras muchas familias cuyos ingresos provenían de la economía sumergida o de trabajos precarios que no podían ni acceder a los ERTE ni a otras ayudas vinculadas a un contrato", han explicado los responsables de Cáritas.

Otro grupo atendido es el colectivo de inmigrantes sin regularizar, en gran número solicitantes de protección internacional, sobre todo colombianos y venezolanos. Familias, en su mayoría, con menores y sin seguridad jurídica ni acceso a servicios sociales ni a otras ayudas, como suspensión de los desahucios al vivir en habitaciones sin contrato de arrendamiento. "No podemos olvidar a las familias monoparentales que, al no poder desplazarse a nuestras instalaciones por no tener con quien dejar a los niños, eran atendidas por nuestros voluntarios en sus domicilios", han dicho.

Presentación de la memoria de Cáritas Rafa Arjones

Personas sin hogar

En el ámbito de personas y familias sintecho, Cáritas se ha coordinado con los ayuntamientos para abordar la situación de las personas sin hogar, pero una vez superado el primer estado de alarma se ha vuelto a hacer patente la situación precaria que sufren estas personas. La respuesta de las administraciones públicas durante el primer estado de alarma ha denotado que es posible solucionar la situación de las personas que viven en la calle, han señalado en la presentación de la memoria.

También han enfatizado que se ha abierto la brecha tecnológica durante la pandemia. "Las limitaciones impuestas por el confinamiento inicial y las medidas restrictivas posteriores, nos obligaron a adaptar nuestras actividades presenciales temporalmente y a repensar el uso de las nuevas tecnologías, desde un enfoque inclusivo. En el ámbito del empleo, para seguir realizando los acompañamientos, la formación y el contacto personal habilitamos todos los canales online disponibles y posibles (llamada telefónica, whatsapp, videollamadas, email…) y contenidos adaptados. Había que evitar, de cualquier manera, que las personas se descolgaran de sus itinerarios de inserción y procesos formativos", han señalado también.

Cáritas alerta de que las personas en contexto de prostitución, trata, violencia machista o desigualdad han visto aumentadas su vulnerabilidad económica y social, siendo sus necesidades económicas y los riesgos a los que se enfrentan aún mayores. "Para estos perfiles ya habitualmente invisibilizados, estigmatizados y ocultos, esta situación de crisis sanitaria y económica no hace más que ahondar en su ambiente de marginalidad. Desde toda nuestra red se ha acompañado y ayudado a mujeres que ejercían la prostitución en clubes, pisos y calle, tendiendo puentes para un trabajo posterior de protección, así como atención a mujeres víctimas de violencia".

Exclusión

Según la ong, el confinamiento potenció la desigualdad tecnológica y agudizó la brecha digital. El 52% de las familias acompañadas por Cáritas "están en una situación de cierto apagón tecnológico al no contar con conexión ilimitada, dispositivo o competencias suficientes para manejarse en internet". En el ámbito educativo, denotan que más del 60% de hogares en los que hay, al menos, un menor de edad con dificultades para terminar el curso, no tienen plena conectividad.

La soledad, han explicadom ha sido otra de los dramas impuestos por la pandemia. "La situación de aislamiento físico a la que se han visto sometidas muchas personas mayores, claramente la endurece. La vulnerabilidad social evidenciada en esta crisis también pone de manifiesto los escasos recursos que existen para favorecer los cuidados en los domicilios, lo que propicia mayor desprotección en las personas mayores y en quienes las cuidan, ya sean empleadas o familiares".

Explosión de solidaridad

Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante ha destinado, según recoge su memoria, cerca de un millón de euros en ayudas directas a las familias gracias al apoyo de cerca de 200 donantes que se han comprometido apoyando a Cáritas para responder a la emergencia, que han aportado 350.000 € además de donaciones en especie.

Pese a las dificultades sanitarias generadas por la pandemia gran parte del voluntariado ha permanecido activo en su compromiso, haciendo un esfuerzo impagable por responder a las necesidades que han surgido y al aumento de solicitudes de ayuda que se han recibido, a los que la entidad muestra su agradecimiento así como a todos los que han colaborado.

"Las personas voluntarias que se han mantenido activas han tenido que adaptarse a la nueva realidad para poder estar al servicio de las familias atendidas. Esto ha provocado que el 36% del voluntariado de Cáritas haya cambiado su actividad principal durante la pandemia para asumir trabajos más urgentes y puntuales. Cabe destacar el aumento de jóvenes que han acudido a Cáritas para comprometerse con las personas que acogemos", concluye la ong.

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