Demencia. Alzheimer. Parkinson. Autismo. Depresión. Todas ellas, graves enfermedades que nos afectan y de cuya cura estamos lejos. Estas son las más conocidas, pero hay otros muchos problemas que también afectan al funcionamiento de nuestro sistema nervioso como la soledad y el estrés, o derivados de una mala adaptación del mismo, como las conductas adictivas, la dependencia de la tecnología, e innumerables riesgos para la Salud Mental que tienen una gran prevalencia en nuestra sociedad y comprometen el bienestar de muchas personas a lo largo de su vida.

A pesar de los grandes avances realizados en los últimos años, aun no tenemos soluciones definitivas para la mayoría de estos problemas. Siguen siendo grandes retos a los que nos enfrentamos como sociedad y que centran los esfuerzos de un gran número de investigadores, como primera línea del frente de batalla.

Para confrontar estos retos, necesitamos comprender mejor el funcionamiento del cerebro, su integración con los demás órganos del cuerpo (sistema inmune, intestino, corazón), la interacción de los organismos con el medio y en la sociedad. Es, por tanto, una labor de equipo que debe aunar los esfuerzos de muchas disciplinas científicas.

En este contexto, el Instituto de Neurociencias de Alicante (IN), referente en el mundo en el estudio del cerebro, juega un papel fundamental. Su actividad científica se centra en comprender el sistema nervioso (en condiciones normales y patológicas) y las bases biológicas del comportamiento, incluyendo funciones tan diversas (que utilizamos todos los días) como el control del movimiento, el lenguaje, la percepción, las emociones y la consciencia.

Desde Sant Joan d’ Alacant, más de 250 investigadores distribuidos en 50 laboratorios realizan una labor científica extenuante para comprender mejor nuestro cerebro y sistema nervioso. Con un enfoque holístico, estudian el desarrollo y formación del sistema nervioso, su composición estructural y molecular, su función a nivel de sistema y la emergencia de las capacidades cognitivas.

El IN ha sido acreditado por segunda vez como uno de los Centros de Excelencia Severo Ochoa en Ciencias de la Vida.

Esta labor se hace con una perspectiva temporal que pretende describir y comprender las características fundamentales del sistema en distintas etapas de la vida, desde la infancia a la edad adulta y la vejez. Su filosofía es sencilla: entender el sistema nervioso sano es el mejor camino para comprender la enfermedad y desarrollar curas, así como proponer hábitos y estrategias en materia de salud para prevenir patologías y asegurar un envejecimiento activo y saludable.

El IN es un centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que goza de un gran prestigio a nivel nacional e internacional. Ha sido acreditado por segunda vez como uno de los exclusivos Centros de Excelencia Severo Ochoa en Ciencias de la Vida. Es el máximo reconocimiento otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Sus resultados científicos se aplican a sectores como salud, farmacia, cosmética, educación y tecnología. Solo en el 2020 registró dos nuevas solicitudes de patente y dos modelos de utilidad, y creó una spin-off.

Transferencia de conocimientos

El IN, con el apoyo de la Agencia Valenciana de Innovación, ha apostado de manera decidida por la transferencia ágil de sus descubrimientos al sector sanitario y productivo del país. Esta transferencia de resultados se realiza desde «iN.pulse», una de las Unidades Científicas de Innovación Empresarial de la AVI que recibe financiación de la Comunidad Valenciana y Fondos Feder. «iN.pulse» identifica oportunidades de transferencia y acompaña a los investigadores del IN en esta tarea. De esta forma, el IN aproxima la investigación básica a sus aplicaciones y, además de contribuir al avance de la investigación y de la producción científica, contribuye a dinamizar el sistema de innovación empresarial favoreciendo el aumento de su competitividad.

Los resultados del IN tienen el potencial para identificar biomarcadores diagnóstico y pronóstico, avanzar en la investigación de soluciones para enfermedades neurodegenerativas, y mejorar los procesos clínicos de pacientes con patologías neurológicas y psiquiátricas, por mencionar algunos ejemplos. Cada uno de estos pasos nos acerca en la búsqueda hacia la cura de esas enfermedades o, al menos, a encontrar soluciones que alivien sus efectos mejorando la calidad de vida de las personas.