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La apertura de la hostelería y de las ciudades vuelve a sacar de casa a los alicantinos en fin de semana

La movilidad de la población repunta sábados y domingos a niveles similares a días laborables al aumentar las opciones de ocio - La mejora de la situación sanitaria estimula las salidas

Clientes en las terrazas en el centro de Alicante el sábado 6 de marzo. | PILAR CORTÉS

La flexibilización de las restricciones impuestas por la Generalitat para tratar de frenar la expansión del coronavirus tras la mejora de la situación sanitaria ha traído consigo un inmediato incremento de la movilidad de la población los fines de semana. La apertura de la hostelería después de casi dos meses y el final de los cierres perimetrales de los municipios con más de 50.000 habitantes ha vuelto a sacar de casa a miles de personas los sábados y domingos en toda la provincia, que en semanas anteriores habían optado por no salir ante el complicado contexto de la pandemia y el añadido de unas limitadas posibilidades para el ocio.

De nuevo, el estudio que está llevando a cabo el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través del posicionamiento de los teléfonos móviles tiene la clave de todo. El informe muestra con nitidez cómo el levantamiento de las citadas restricciones ha supuesto un incremento de los desplazamientos en fin de semana, de la misma forma que a finales de enero se observó que las circunstancias animaban a muchos a permanecer en casa. El sábado 13 y el domingo 14 de marzo se registraron un 81% de movimientos dentro de la provincia de lo que era habitual antes de la pandemia, un volumen similar al que se viene dando en días laborables estas últimas semanas.

Esto supone una gran diferencia con lo que ocurría durante las semanas de restricciones, tal y como publicó este periódico. En la segunda quincena de enero y durante todo el mes de febrero, cabe recordar, la media de desplazamientos en sábado apenas supuso un 50% del promedio normal previo a la pandemia, y aún menos en domingo. El 28 de febrero, último día con la hostelería cerrada y controles para entrar y salir de las localidades más grandes, se registraron un 48% de movimientos que en el domingo de febrero de 2020 utilizado como baremo en este informe.

Hay que recordar que, además de que la elevada incidencia del coronavirus en esas semanas de enero y febrero -que llegó a ser de más de 1.500 casos por 100.000 habitantes- no animaba precisamente a desplazarse si no era por necesidad, el hecho de que estuvieran cerrados bares y restaurantes era un condicionante muy importante, puesto que comer o tomar algo fuera es habitualmente una actividad de ocio muy destacada o incluso la excusa para salir de casa. Pero además, hay que recordar que el cierre de las localidades con más de 50.000 habitantes no solo impedía a sus ciudadanos salir, sino que vetaba la posibilidad de, por ejemplo, ir a Alicante o Benidorm una mañana de domingo siquiera a pasear.

Ante eso, no extraña que más de la mitad de los habitantes de la provincia se quedaran en casa cada domingo: el 31 de enero se alcanzó el máximo con 1.012.673 personas, pero la tendencia siguió después, y el 28 de febrero fueron 942.463 los alicantinos que no realizaron ningún viaje. Sin embargo, el 14 de marzo la cifra descendió a 804.826 individuos. Son cifras en todos los casos estimativas, obtenidas a partir del muestreo que se realiza en el informe, pero hablan por sí solas.

Una semana de transición

Conviene matizar, no obstante, que el estudio del Ministerio de Transporte deja ver que en el ánimo de los alicantinos de volver a salir de su municipio los fines de semana ha sido fundamental la mejora de la situación sanitaria. Y es que ese repunte de la movilidad hasta equiparar sábados y domingos con el resto de días no se ha producido de golpe, sino que ha habido una semana que podemos calificar como de transición. Los días 6 y 7 de marzo hubo más desplazamientos que durante el periodo de restricciones, pero sin alcanzar niveles muy altos: un 63% de la movilidad habitual el sábado y un 52% el domingo.

El 6 de marzo, la incidencia del coronavirus en la provincia aún estaba en 84 casos por 100.000 habitantes, pero una semana más tarde estaba en 52, con una gran mayoría de localidades ya en situación de riesgo bajo. Es evidente que esto ha contribuido a que la propia población se relaje. También se nota en el gran aumento de los desplazamientos interprovinciales Alicante-Valencia, y más aún a la inversa. En los días en que hubieran sido las Fallas hubo incluso más viajes hacia la demarcación alicantina que antes de la pandemia entre semana: el máximo fue el miércoles 17 de marzo, con un índice del 119%.

Los ilicitanos se mueven más por su propio municipio

La movilidad también ha crecido de manera notable a nivel local en Alicante y Elche, cuyos datos ofrece también el informe del Ministerio de Transportes. Los ilicitanos vuelven a desplazarse ya por su propio término municipal los fines de semana casi como antes de la pandemia: el 14 de marzo se produjeron un 95% de trayectos habituales en la época previa al coronavirus. Sin embargo, la movilidad interior en el municipio de Alicante en domingo está todavía en un 76%. En cuanto a los trayectos hacia o desde otras localidades, se observa que los viajes a Alicante en sábado se están recuperando más rápidamente, quizá por influjo de la actividad comercial.

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