Las hermandades viven la Semana Santa pese a las restricciones por la pandemia con diversos actos en el Domingo de Ramos. Así, las hermandades de Jesús en Samaria, Santa Oración en el Huerto y Virgen de la Paz, y la del Cristo de las Penas y Santa Mujer Verónica bendijeron ayer las palmas en el transcurso de la Eucaristía que se desarrolló en la Basílica de Santa María.
Los integrantes del Coro de Antiguos Alumnos Jesuitas, colegio íntimamente ligado a las hermandades, pusieron voz a la ceremonia religiosa, oficiada por el párroco Manuel Martínez. Al acto asistieron el alcalde de Alicante, Luis Barcala, la vicealcaldesa Mª Carmen Sánchez, y el concejal de Fiestas, Manuel Jiménez.
Por su parte, la hermandad del Gran Poder y la Esperanza, pese a no poder realizar la Estación de Penitencia por las calles de Alicante celebró ayer por la tarde un Acto Penitencial en la parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia. El evento contó con el acompañamiento musical del trío de capilla que precede en su cortejo procesional a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Dicha celebración tuvo lugar cumpliendo estrictamente con las medidas de aforo y sanitarias marcadas por la pandemia.
Mientras, La Soledad de Santa María y San Pedro Apóstol lucen ya en sus altares de culto en la Basílica de Santa María. La antigua cofradía gremial de marineros y pescadores, actualmente con sede en la basílica, celebró el acto de culto y veneración en honor a San Pedro Apóstol, imagen vestida con su artística túnica bordada en hilo de oro sobre terciopelo en la que destaca el escudo de Alicante.