«Es el 75 aniversario de la primera salida en procesión del trono de El Descendimiento y la primera vez en nuestra historia que lo abrimos en una estampa que permite descubrir las caras de la Virgen de la Piedad, de la Magdalena y de San Juan Bautista, que en el paso van mirando al Cristo», explicaban el hermano mayor de Santa Cruz, Ramón Riquelme, y Jaime Candela, uno de los cofrades de la directiva, quien incidía en la perfecta expresión de los rostros de las esculturas, que llevan la firma, en su mayoría, del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci, para un paso con seis imágenes y 2.000 kilos. «Mucha gente no había contemplado hasta ahora sus caras, que era lo que mejor plasmaba el autor. Para nosotros poder mostrarlas es un orgullo».
Lo que más llamó la atención al público, según apuntó Candela, fue el encuentro de los cuatro tronos por primera vez dentro de la ermita, y que en 75 años se le daba una sensibilidad distinta al paso de misterio de El Descendimiento que permite apreciar la belleza de las tallas. Este paso, bautizado en Santa Cruz como «el rey», celebró su primera salida procesional en 1946. En la ermita se expusieron también durante todo el día las imágenes del Cristo Cautivo y la Virgen de los Dolores, ambas originales de García Quinto; y el Cristo de la Fe, del escultor Ortega Bru, conocido popularmente como El Gitano, que tiene su sede durante el año en la capilla de San Roque y al que la hermandad subió a la ermita de Santa Cruz para esta muestra.
El público no cesó de entrar en la ermita, donde la hermandad aplicó medidas anticovid como un circuito de acceso y salida marcado con vallas y cintas, desinfectante de manos, y policías locales para evitar aglomeraciones. Además de las imágenes, se expusieron objetos de orfebrería como cruces de guía, varales y el simpecado de la Virgen entre aroma de incienso «y porque no caben más objetos», dijo Candela, ya que la capilla es de muy reducidas dimensiones. Entran un máximo de 16 personas pero el aforo se redujo al 50% como medida para evitar contagios del virus.
Pese a la falta de procesiones, el Miércoles Santo fue especial en el barrio de Santa Cruz, engalanado en sus balcones y con una exposición sobre el 75 aniversario del paso de El Descendimiento, al aire libre, consistente en 19 murales fotográficos de 1’80 metros de altura en distintos edificios de la calle San Rafael, a la altura de la sede de la hermandad, y también en la plaza de la Ermita.
El hermano mayor destacó asimismo el «espectacular» documental que han grabado con motivo del 75 aniversario de este paso, y el cartel del artista Fran Segura dedicado a esta efeméride.
