Después de casi veinticinco años, la restauración del antiguo manto de Nuestra Señora de la Soledad devuelve la luz a una pieza única del arte cofrade. La imagen con sede canónica en la Basílica de Santa María luce hasta el próximo Domingo de Resurrección el artístico manto de procesionar reconocido como "el manto de Alicante y su Semana Santa" o también llamado el manto de los escudos, informa la cofradía.
La imagen de la Soledad de Santa María, que cierra históricamente la Procesión Oficial del Viernes Santo y a la que acompañan las principales autoridades eclesiásticas, civiles y militares de la ciudad, luce esta pieza en su capilla titular que ha sido adornada en un altar a semejanza de los monumentos artísticos que se levantaban en la Parroquia de Santa María durante el siglo XIX.
La fecha elegida para su reposición coincide con la celebración del solemne acto de culto y veneración que se celebrará el Viernes Santo en la Basílica Santa María durante los Santos Oficios de la Pasión del Señor. En sustitución de la Procesión Oficial, que ha quedado suspendida a causa del covid-19, el acto principal reunirá en la basílica a los hermanos cofrades y principales autoridades en torno a la venerada imagen de Nuestra Señora de la Soledad, una de las advocaciones que mayor devoción despierta entre los alicantinos.
Un manto con sabor alicantino
El manto de los escudos es una joya del patrimonio textil perteneciente al tesoro artístico que posee la cofradía de la Soledad de Santa María. La antigua imagen, que preside el altar de su capilla desde el siglo XIX, vistió el manto sin interrupción desde los años ochenta hasta 1999, fecha en la que la cofradía encargó en Lorca el imponente manto de gala que lleva actualmente la advocación mariana en la Procesión Oficial.
El antiguo manto fue costeado a expensas de los donativos de sus hermanos cofrades y la confección se debió a las manos de la camarera Antonia López, bajo la dirección de José Patricio Carrión. Durante algo más de un año, se llevaron a efecto las labores de bordado y cosido de este manto que tiene en su parte central el escudo de Alicante.
La pieza artística de tres metros y medio de extensión está bordada en hilo de oro sobre terciopelo negro, y posee aplicaciones de pedrería en los motivos florales y en las mariposas bordadas que circundan la composición central representada por el escudo de la ciudad. En la parte delantera y bordeando la hechura, destacan los emblemas bordados de las 16 hermandades y cofradías que integraban por entonces la Semana Mayor.
La hermana mayor presidenta Balbina Oncina ha agradecido a los cofrades y, especialmente, a la camarera mayor María de la Concepción Torregrosa la apuesta por recuperar el esplendor del manto de los escudos. Es una obra que, según ha destacado, “reúne la excepcionalidad de ser una pieza de bordado que, además de su impronta artística, posee una significación sentimental para todos los cofrades y devotos de la Soledad y para toda la Semana Santa de Alicante”.
Labores de conservación
Coincidiendo el año pasado con la suspensión de las procesiones de Semana Santa, la cofradía decidió emprender el proyecto de realización de la Casa Cofrade “Soledad de Santa María” con el propósito de mostrar y conservar en buen estado el rico patrimonio procesional que atesora la cofradía desde su fundación bicentenaria. La inauguración tuvo lugar el pasado 3 de diciembre y contó con la bendición del obispo Jesús Murgui, quien descubrió junto a las hermanas mayores de la Soledad y San Pedro, Balbina Oncina y Carmen Iborra, la placa conmemorativa del evento.
Una vez instalados los enseres artísticos en las nuevas dependencias cofrades, la junta de gobierno decidió embarcarse en la campaña de conservación de su patrimonio procesional. “El famoso manto de los escudos ha sido la primera pieza elegida dado el significado emocional que tiene para los cofrades, ya que fue el manto que lució la Virgen en los años ochenta”, ha declarado la hermana mayor Balbina Oncina.
Los trabajos de limpieza y conservación han sido realizados íntegramente por gentileza de la camarera mayor María de la Concepción Torregrosa, quien no ha escatimado medios ni esfuerzos para llevar a cabo esta campaña cofrade. “La intervención ha consistido en la limpieza del hilo metálico y del bordado, la alineación de las dobleces y deformaciones que presentaban algunas zonas, y la reintegración y cosido con hilo de oro de las piezas desprendidas sobre el tejido base. A pesar de los años, el manto se encuentra en perfecto estado de conservación”, ha manifestado su camarera mayor.
Las actuaciones emprendidas han garantizado la conservación material y los valores simbólicos de este manto que destaca por mostrar el escudo de Alicante en el centro de su composición, no en vano es la cofradía que cierra la Procesión Oficial del Viernes Santo, siendo custodiada la imagen titular por la Escolta de Gran Gala del Ayuntamiento y por el obispo de la diócesis y las principales autoridades civiles y militares de la ciudad. “Los trabajos operativos se han podido desarrollar en la Casa Cofrade, ya que disponemos de la infraestructura y de los equipamientos necesarios para emprender la actuación de esta obra única de gran formato”.
Un reestreno excepcional
La cofradía volverá a protagonizar el reestreno del manto de la Virgen de la Soledad en la Semana Santa y, especialmente, en la noche del Viernes Santo. Será en el transcurso del Solemne Acto de Culto y Veneración en honor a la Santisíma Virgen, que se celebrará a las 18.00 horas en la basílica alicantina, cuando la imagen lleve de nuevo el manto con los escudos de las hermandades y cofradías de la Semana Santa.
“El manto incluirá inscritos en su interior las denominaciones de todas las hermandades y cofradías que componen en la actualidad la Semana Santa, además de los nombres del señor obispo, el deán de la Concatedral, el rector de la Basílica de Santa María y el consiliario de la Junta Mayor. Es el tributo personal de nuestra corporación a las entidades hermanas y a los representantes de la Iglesia diocesana en la ciudad de Alicante”, ha señalado la presidenta Balbina Oncina.
