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El número de personas que viven solas en Alicante aumenta en 5.000 en un año

Un 26% de los hogares están compuestos por un único individuo, una situación que se repite en el conjunto de la Comunidad - Los hombres solteros vuelven a ser el colectivo más numeroso, impulsado por una tendencia al hedonismo

Una persona mayor camina con la ayuda de un andador en Alicante. | RAFA ARJONES

El fenómeno de vivir en soledad es una realidad cada vez más presente en la sociedad y ha dejado de ser algo con tintes peyorativos, atribuible a personas que se han quedado sin pareja o no la han encontrado. En un año, el número de hogares de la provincia compuestos por un solo individuo se ha incrementado en más de 5.000 y ya son 197.700. Así lo señalan los datos dados a conocer hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que muestran cómo, pese a algún altibajo puntual, hay en los últimos años en líneas generales una clara tendencia al alza a vivir sin compañía alguna.

Los hogares unipersonales son ya más del 26% de los aproximadamente 755.900 que hay en la provincia, un porcentaje similar al del conjunto de la Comunidad Valenciana. Son la segunda modalidad más extendida, tras la tradicional del núcleo familiar compuesto por una pareja y sus hijos, que supone un tercio del total, y por encima de las parejas sin hijos. En los años analizados por el INE, estas últimas tienden ligeramente a la baja: de las 181.900 que había en 2014 a 170.700 seis años después.

Durante mucho tiempo, el colectivo más numeroso entre las personas que vivían solas fue, con diferencia, el de las mujeres viudas. Sin embargo, en 2017 se situó delante por primera vez el de los hombres solteros, y si bien en 2019 volvieron a situarse ellas en primer lugar, en la última actualización de datos están otra vez un poco por delante: 53.500 frente a 53.300. En paralelo, en los últimos años se ha ido reduciendo la diferencia entre sexos: si tradicionalmente vivir en soledad había sido algo mayoritariamente femenino, ahora es casi paritario: 99.300 mujeres y 98.400 hombres. No obstante, se siguen observando claras diferencias entre las circunstancias de edad y estado civil de unas y otros.

La más manifiesta es que más de la mitad de las mujeres que viven solas son viudas, mientras que entre ellos más de la mitad son solteros. En contraposición a esto, la cifra de viudos es apenas una quinta parte de la de mujeres en la misma situación, y las solteras son la mitad que los hombres solos. Además, casi un 60% de las mujeres en soledad tienen más de 65 años, mientras que solo un 27% de los hombres que viven sin compañía superan esa edad. Y también es llamativa la diferencia entre los divorciados: 34.400 hombres frente a 12.100 mujeres, casi el triple.

El fenómeno de la soltería ha tenido una notable mejora de imagen colectiva en los últimos años, asociado a la progresiva individualización de la sociedad y a un hedonismo también creciente. Esa búsqueda de la satisfacción personal ha relegado o aplazado la formación de una familia tradicional.

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