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SANTA FAZ 2021

Sor Irene: «El rostro de Jesucristo nos espera todo el año»

La vicaria de las Agustinas recuerda que la Iglesia está siempre abierta y que la vida es una peregrinación

Sor Irene con las mascarillas y el gel hidroalcohólico. ALEX DOMÍNGUEZ

La comunidad de monjas canónigas de San Agustín, que se encarga de custodiar la Reliquia, recuerda que la Santa Faz está todos los días en su sagrario y que el rostro de Cristo espera todo el año a los fieles. Sor Irene, vicaria de la congregación, considera que el hecho de que un acontecimiento tan multitudinario como la Peregrina se suspenda de nuevo a causa del covid, «es para bien de todos, aunque a todo alicantino arraigado en esta centenaria tradición le produzca una especial nostalgia. San Agustín decía: ‘se extiende o dilata el ánimo con el deseo de la cosa anhelada’. Así creemos que lo debemos vivir, con ánimo, con esperanza, dilatando el amor y la devoción a nuestra Santa Faz».

La madre abadesa recordó que «el rostro de Cristo nos espera todo el año, la Iglesia está abierta cada día para el que quiera venir a encontrarse con su mirada misericordiosa y tierna. A los alicantinos no les falta iniciativa e ilusión para defender sus tradiciones, su piedad. Peregrinar no está prohibido, toda nuestra vida es una peregrinación hacia ese Rostro. Se puede venir a la Santa Faz, solo que hay que hacerlo con todas las cautelas para bien de todos. Cualquier día del año es bueno para acercarse en espíritu de romería, individualmente, en familia, en pequeños grupos de amigos», señala.

La comunidad aún no ha conocido la Peregrina como tal siendo custodias de la Reliquia. «Desde el Monasterio de la Sangre (próximo a la Concatedral de San Nicolás, donde vivían antes del traslado) acompañábamos cada año, con la oración, la salida. Oíamos el murmullo de la muchedumbre, las campanas, los cantos, las dulzainas y en espíritu peregrinábamos. Ya llegará ese momento anhelado por todos. Apoyaremos toda iniciativa que ayude a expresar la devoción y la fe de los alicantinos y que permita acercar al corazón de cada uno de ellos la Faz de nuestro Señor. Este tiempo ha dejado una huella de sufrimiento, temores, incertidumbre ante el futuro. Es precisamente el tiempo más propicio para acercarse al que dijo: ‘venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré», señaló la religiosa sobre el sufrimiento que está dejando la pandemia.

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