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El uso de la mascarilla reduce a la mitad las consultas por síntomas de alergia

Cae un 22,30% en la provincia la venta de descongestionantes y antihistamínicos. Los alérgicos al polen son los más beneficiados

El uso de la mascarilla está reduciendo las alergias

El uso de las mascarillas a causa de la pandemia ha traído un beneficio añadido. Las consultas por molestias derivadas de las alergias han caído hasta en un 50% en los centros de salud de la provincia, lo que ha ido acompañado de una reducción del 22,30% en la facturación de los medicamentos antihistamínicos y de los descongestionantes nasales en el primer trimestre del año, según datos aportados por el Colegio de Farmacéuticos de Alicante.

En las consultas de los hospitales detectan también que esta primavera está siendo mucho más benigna para los alérgicos. «Los pacientes que acuden a las revisiones anuales nos dicen que este año están teniendo menos síntomas, en especial quienes tienen alergia al polen», señala Antonio Ramón Sánchez, alergólogo en el Hospital General de Elche. Una situación que este especialista atribuye al uso de las mascarillas. «Hay que tener en cuenta que las FFP2 son capaces de filtrar entre un 75% y un 80% de las partículas de polen».

De hecho, esta mejora de síntomas no se está apreciando tanto en otros tipos de alergia, como la que producen los ácaros del polvo, «ya que en casa no hacemos tanto uso de la mascarilla».

En los centros de salud también se ha detectado este descenso de casos. «Estamos viendo menos pacientes con episodios de asma, de rinoconjuntivitis e incluso de dermatitis», explica María Ángeles Medina, presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. Medina cifra este descenso en un 50% y lo atribuye, además de a las mascarillas «al hecho de que los pacientes están saliendo menos y a una reducción de la polución como efecto de la menor movilidad en la pandemia». Medina recuerda que la polución es un desencadenante importante de las alergias.

En estos momentos, recuerda el alergólogo Antonio Ramón Sánchez, estamos dejando atrás en la provincia la temporada de polinización del ciprés y empieza la de las gramiéneas. El mes que viene será el turno para el polen del olivo, que generalmente es arrastrado por el viento desde la zona de Andalucía hasta la provincia. Recientemente, la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) recomendó el uso de mascarillas homologadas FFP2 para los niños alérgicos al polen, ya que «filtran las partículas suspendidas en el aire de manera más eficaz que las quirúrgicas», señaló esta entidad, al tiempo que advirtió de que las lluvias, las temperaturas frías y las nevadas del invierno van a propiciar un mayor crecimiento de la plantas, lo que deparará en una mayor producción de polen durante esta primavera.

Pero el uso de las mascarillas no sólo está haciendo bajar las complicaciones de las alergias. Este elemento de protección, junto a las distancias y el lavado frecuente de manos ha hecho que el pasado otoño e invierno hayan caído en picado otras enfermedades respiratorias que otros años llenaban centros de salud y urgencias de los hospitales. En el caso de los niños es donde más se ha notado que este año hay menos bronquiolitis y catarros, por ejemplo. También los casos de gripe apenas han tenido impacto esta temporada, gracias también en este caso a que se ha vacunado una mayor proporción de población vulnerable.

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