Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una sentencia firme pone en peligro la jornada continua en más de 200 colegios

El TSJ anula la votación en un centro de Alicante tras recurrirlo una madre que ha solicitado la ejecución del fallo - Obliga a volver al horario partido este curso

El colegio Gabriel Miró está obligado a acatar la sentencia en mayo si no se aceptan sus alegaciones.

Una sentencia firme del TSJ, tras la demanda de una de las madres del colegio Gabriel Miró de Alicante, pone en peligro la jornada continua que votaron otros 212 colegios de toda la provincia en el curso 2016-17.

El fallo es firme en lo que respecta al citado centro y abre la puerta a dar la vuelta al horario escolar en cualquiera de los demás en el caso de que algún otro padre se planteara recurrirlo ante los tribunales.

Los jueces declaran nula la citada votación, que apoyaron en su día el 71,78% de las familias frente a 26 votos negativos, uno en blanco y dos nulos, y la reclamación de ejecución de la sentencia ha provocado que en los últimos compases de este curso se tenga que llevar a cabo.

Desde el colegio están intentando, con el respaldo de la Conselleria de Educación, que el Tribunal admita las alegaciones que han presentado para que no se lleve a cabo en las pocas semanas que quedan de curso, para evitar el trastorno que implicaría para las familias y sobre todo sus hijos, como señalan desde la AMPA, después de cinco cursos con un horario continuado y numerosas actividades por las tardes a las que tendrán que renunciar si se aplicara ya.

Desde la Conselleria de Educación explican que «como no podía ser de otra manera, la Generalitat debe acatar todas las sentencias, y esta es firme».

No obstante apuntan que, por su parte, «la conselleria está acompañando en todo momento al centro en las alegaciones, para que la Abogacía de la Generalitat presente ante el Tribunal todas las más que justificadas razones para que la sentencia se aplique el próximo curso, y no para lo que queda del actual».

Tal y como destacan las familias, alegan el perjuicio que supondría para los niños «y por los daños que causaría para la conciliación familiar de la comunidad educativa y la dinámica del centro, más en un curso tan duro y tan especial como el actual, marcado por la pandemia y en el que familias, alumnos y profesorado están siendo ejemplares», abundan desde Educación. Son conscientes de que, al margen de estos intentos, «se hará lo que finalmente determine el Tribunal».

La dirección del centro quiere dejar claro a las familias que la gestión llevada a cabo con la jornada no tiene nada que ver con lo sucedido, porque la sentencia falla en contra de la normativa que regula la jornada. «A pesar de la amplia aceptación en este centro hemos informado de que hay que acatar una sentencia firme», indican.

Mientras Ecuación no tramite una nueva normativa que evite los defectos de forma de la que se ha recurrido, porque se tramitó con posterioridad al proceso de matrícula y se votó en septiembre, elegidos ya los colegios por las familias, el colegio Gabriel Miró en concreto no podrá volver a votar por la jornada continua que logró.

Educación, de hecho, tiene previsto tramitar una «modificación de la orden de jornada escolar», pero se llevará a cabo a lo largo el curso próximo como muy pronto.

La representante de las familias en el Consejo Escolar el centro citado, Gema Hernández, lamenta que una sola madre -que no ha querido hacer declaraciones a este diario- ponga en brete la organización de todo un colegio, pero también advierte a Educación que debe cambiar la norma cuanto antes y corregirla, porque puede haber centenares de centros con la jornada continua en el aire.

Compartir el artículo

stats