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Esta es la situación que viven los abogados jóvenes en Alicante: trabajar sin cobrar o como falsos autónomos por 600 euros

Raiders en los despachos. Defienden en los tribunales los derechos de sus clientes pero algunos, sobre todo los que empiezan, trabajan en condiciones de precariedad y como falsos autónomos.

Cristina Sirvent, Héctor Martínez, Markel Calafat y Cayetana Martínez. Abogados jóvenes de Alicante.

«Hice el grado en Derecho y cursé dos másteres y empecé con mucha ilusión sin saber lo complicado que iba a ser todo. Un año de pasantía en un despacho sin cobrar es un abuso. Y lo normal es que no te quedes al acabar. Hay muchos becarios que van a hacer tu trabajo gratis». Éste es el panorama con el que se encontró Cayetana Martínez al empezar a trabajar como abogada en Alicante. Una situación con la que no estaba de acuerdo porque estos abogados jóvenes que empiezan a trabajar también tienen sus necesidades económicas.

Hay pocos despachos en Alicante que puedan permitirse tener a alguien haciendo prácticas

Héctor Martínez - ABOGADO EN PRÁCTICAS

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El panorama no ha mejorado, donde en otros despachos ofrecían el ponerla a trabajar como falsa autónoma. Entre 600 y 700 euros al mes y a pagarse de su bolsillo los gastos. «Hasta me mandaban a cubrir juicios fuera de Alicante y la gasolina me la tenía que pagar yo», explica. Ante este panorama, en el que pasaba de pasante a falsa autónoma, decidió que lo mejor era montarse su propio despacho con otros compañeros y compartir gastos.

Ante una situación extraordinaria, el mejor consejo para los que empiezan es tratar de especializarse» Destacado

Cristina Sirvent - PRESIDENTA DE LA AGRUPACIÓN DE LA ABOGACÍA JOVEN

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Según una encuesta de 2017 de la Confederación Española de Abogados Jóvenes (CEAJ), realizada entre letrados con menos de cinco años de ejercicio, la mitad de los que trabajaban para despachos lo hacían como falsos autónomos y el 40% recibía un sueldo de 500 euros mensuales por 60 horas semanales. Cuando el Tribunal Supremo sentenció que los repartidores de Glovo eran falsos autónomos, fueron muchos quienes recordaron que en los despachos de abogados había profesionales en una situación tan precarias como estos raiders. Situaciones que en otras profesiones sí que se denunciarían, «Hay hasta quien ha tirado la toalla nada más empezar, al constatar que se gana más como cajero en un supermercado», asegura Cayetana Martínez.

«En Alicante hay pocos despachos grandes que puedan permitirse el tener a gente en prácticas o empezando a trabajar», asegura Héctor Martínez futuro abogado que está pendiente de hacer el examen de acceso y está haciendo prácticas en Alicante. «Hay compañeros que están empezando a montárselo por su cuenta y se montan el despacho compartiendo gastos», explica.

Al final tuve que montarme mi propio despacho porque en algunos sitios pretenden que trabajes sin cobrar

Cayetana Martínez - ABOGADA CON SU PROPIO DESPACHO

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Markel Calafat, también abogado en prácticas, tiene claro que «esto es una carrera de fondo. Con la experiencia que ganas acabas teniendo tu propia cartera de clientes y te haces una posición. Los primeros años siempre son difíciles», explica. Aunque asegura que en su caso ha tenido mucha suerte en su periodo de prácticas, «sé que ha habido compañeros a los que ni siquiera se les ha dado trabajo por culpa de la pandemia. No podían ir a juicios, no les encargaban preparar escritos y han estado sin hacer nada», explica.

Hay compañeros que se han pasado las prácticas sin hacer nada por culpa de las restricciones del covid

Markel Calafat - ABOGADO EN PRÁCTICAS

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Empezar en una profesión nunca ha sido fácil, pero en los tiempos de la pandemia es aún peor. El año pasado, con motivo del estado de alarma, el examen de acceso a la Abogacía, una prueba necesaria para poder ejercer, se pospuso a causa de las restricciones. Numerosos aspirantes a abogados se quedaron sin poder entrar en despachos donde ya tenían apalabrado el empezar a trabajar. La situación no ha sido mucho mejor el resto del año con las restricciones de acceso a las sedes judiciales. «Una parte importante de la formación de la abogacía joven era el acceso de los estudiantes de la escuela judicial a las vistas. Con las limitaciones de aforo esto ya no es posible», explica Cristina Sirvent, presidenta de la Agrupación de la Abogacía Joven en Alicante. Según los datos de la agrupación, de los cincuenta estudiantes de la Escuela de Práctica Jurídica de Alicante solo diez consiguieron contratos de prácticas en los despachos. La poca experiencia y las limitaciones en la formación abocan a este grupo a seguir por la senda de la precariedad. «Ante una situación extraordinaria como ésta, el mejor consejo para los que empiezan es especializarse». Los abogados todoterreno, que llevan asuntos de varias jurisdicciones ya no se llevan, sino que se busca más al especialista. «Tenemos una situación en la que la normativa no deja de cambiar a causa de la emergencia sanitaria; mientras que desde la Universidad y desde el Colegio se están dando cursos de especialización», asegura.

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