El nuevo quiosco hostelero en el parque de Canalejas que el Ayuntamiento ha incluido en el proyecto de remodelación de Ramón y Cajal cuenta con el rechazo de entidades vecinales y sociales como la Asociación del Centro Tradicional y Salvem el Nostre Patrimoni, que se oponen a la terraza por su impacto sobre los ficus, entre otras afecciones en materia patrimonial y paisajística.
Estos colectivos presentarán alegaciones al proyecto (el plazo está abierto hasta el 19 de mayo) al considerar que no tiene sentido instalar un quiosco en el parque de Canalejas porque ya hay otro en el acceso desde la Explanada y entienden además que abrirá la puerta a más proyectos similares.
Este quiosco ocuparía unos 90 metros cuadrados del parque junto a un ficus protegido cuyas raíces aéreas estarían condenadas si enlosan con mármol ese espacio, según explica Miguel Ángel Pavón, exconcejal de Urbanismo, actualmente activista en defensa del patrimonio, que asesora a las entidades con el borrador de las alegaciones. El exedil señala que el ámbito afectado por el quiosco está protegido por el Catálogo de Árboles Monumentales de Interés Local, por el Catálogo del Plan Especial del Centro Tradicional, y por el Catálogo de Protecciones de Alicante, «que protege el parque como Bien de Relevancia Local y que incorpora también el arbolado protegido». También incluirán el impacto de las canalizaciones del quiosco, es decir, electricidad, agua y saneamiento; y la interrupción del paseo central del parque.
El concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez, de Ciudadanos, avanza que será un quiosco similar al ubicado en la plaza de Calvo Sotelo, con el que se busca dinamizar el enclave y atraer a familias al parque. Además, dijo, se eliminará un muro que separa el parque y la calzada para ampliar el jardín, donde se incorporará un carril bici, y se dejará para más adelante por falta de dinero la renovación de los juegos infantiles y el albero, ya que se ha optado por ejecutar primero la reurbanización completa de Ramón y Cajal.
