La Conselleria de Sanidad quiere cerrar los Centros de Información y Coordinación de Emergencias (CICU) de Alicante y Castellón, de forma que este servicio quede centralizado en València. Así se recoge en un proyecto de decreto que en estos momentos se encuentra en fase de exposición pública para presentar alegaciones. El personal que trabaja en los CICU es el encargado de movilizar durante todos los días del año y las 24 horas del día el recurso más adecuado ante una emergencia sanitaria en función de la gravedad del incidente: una ambulancia SAMU, para los casos más graves, una de Soporte Vital Básico o si es necesario un helicóptero medicalizado que acceda a zonas remotas o intervenga en accidentes de tráfico para excarcelar a los heridos.
Según se describe en el proyecto de decreto, el departamento de Ana Barceló justifica esta centralización en que «los resultados y la experiencia acumulada a lo largo de este periodo han demostrado ineficiente y obsoleta la dirección y gestión provincial de los recursos de urgencias y emergencias». Por ello, añade Sanidad «se ha puesto de manifiesto la necesidad ineludible de modernizar y adaptar la estructura y organización del Servicio de Emergencias Sanitarias a la situación actual y a las nuevas necesidades». De ahí, añade el proyecto de decreto, «la necesidad de una dirección de centro única y la integración económica y administrativa de los tres centros de gasto existentes actualmente».
Un argumento que contrasta con las cifras que aporta la propia conselleria. Durante el año pasado, el CICU provincial gestionó 297.617 servicios, lo que supuso una media de 815 al día. En la provincia el incremento sobre el año 2019 fue del 34%.
Antes de la crisis económica de 2008 el CICU en la provincia de Alicante era la gran apuesta de la Conselleria de Sanidad. De hecho se llegó a crear una nueva sede para este centro en el Hospital General de Alicante, dotada con los últimos avances tecnológicos y preparada para atender grandes catástrofes. No obstante, este proyecto sucumbió a los recortes y en el año 2013 los CICU se integraron parcialmente en el 112 en València, por lo que la plantilla provincial quedó muy mermada, aunque se mantuvo parte de la estructura. La integración parcial ese año conllevó un sinfín de problemas, ya que a partir de entonces las llamadas para una emergencia comenzaron a recibirse en València y durante los primeros meses hubo confusión con las calles a las que se mandaban las ambulancias.
Por eso, los sindicatos ya ponen el grito en el cielo con la definitiva desaparición del CICU de la provincia. El Sindicato Médico CESM-CV considera que la entrada en vigor de este proyecto «repercutirá negativamente en la atención sanitaria urgente y emergente de la Comunidad». Centralizar todos los recursos de una autonomía desde un mismo lugar, eliminando los CICU provinciales y, por tanto, al personal sanitario y no sanitario con experiencia vinculado a ellos, «hará perder información sobre la idiosincrasia organizativa que tiene actualmente cada provincia, donde los coordinadores conocen de primera mano la zona de influencia y ello permite mayor eficacia e inmediatez en la distribución de los recursos que en cada momento son necesarios». UGT también critica el cambio de modelo. «Los CICUS provinciales favorecen una gestión más próxima e inmediata ante cualquier emergencia». Para este sindicato estos centros funcionan «y a la vista está el número de llamadas atendidas. Nadie mejor que nuestros coordinadores médicos y locutores de la provincia para ser resolutivos en cada llamada, que es lo que se necesita. Una centralización supondrá una peor atención al ciudadano y pérdida de puestos de trabajo»
