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El comercio de Padre Esplá pierde el 30% del negocio por la reforma de la avenida

Los empresarios afirman que los ocho meses de cierre de la calle les está arruinando - Urbanismo fija el final de las obras para junio

Los comerciantes se quejan por quedar aislados a causa de las obras. | HÉCTOR FUENTES

Los comerciantes de Padre Esplá denuncian la situación «desesperante» en que se encuentran sus negocios por las prolongadas obras de reforma de la avenida, a las que culpan de la caída media del 30% que sufren en sus ingresos. La actuación, que empezó en octubre y se pretendía culminar en seis meses, por lo que la reforma de la avenida tendría que haber finalizado ya, tienen un nuevo plazo, junio, al surgir diversos imprevistos en la ejecución, entre ellos diferentes excavaciones tras el afloramiento de vías del tranvía, que estaban ocultas en el asfalto, y que la Concejalía de Urbanismo quiere mantener a la vista de los ciudadanos en algunos tramos.

Sin embargo, los comerciantes muestran su malestar por la ejecución de la obra, que tiene un coste de 2,3 millones. «La calle está patas arriba desde octubre. Han medido mal, y abren y cierran continuamente. No nos cogen el teléfono en el Ayuntamiento, pasan de los vecinos, de los comercios, y nos estamos arruinando», señala una de las afectadas, Mercedes Calderón, que vive y tiene una farmacia en esta calle, donde también hay una papelería «incomunicada», entre otros establecimientos, y restaurantes a los que permitieron instalar mesas en la calzada durante la pandemia y por las obras se las han quitado y apenas tienen trabajo.

Pocos clientes se aventuran a pasar por la zona que se está reformando. | HÉCTOR FUENTES

Los comerciantes califican su situación de «desesperante». «El barrio está intransitable, la señalización es horrorosa y se han caído varias personas mayores. Estamos muy desatendidos». Además afirman que suele haber muy pocos operarios trabajando. Quejas que la asociación de comerciantes canalizará el lunes en una reunión con el equipo de gobierno. El presidente del colectivo, José Moreno, pedirá que se agilicen los trabajos para que se cumpla el segundo plazo dado, el de junio. Moreno señala que «las quejas son reales. Queremos trabajar y desde el cierre total de la calle no hay tráfico ni paso de personas». También criticó que el Ayuntamiento no comunicase en su momento el inicio de obras al colectivo, que se tuvo que enterar, dijo, por la prensa. Los comerciantes no ven que la obra avance, dicen que ahora los operarios han quitado una losa de hormigón que previamente instalaron frente al Montemar, y critican que el proyecto vuelva a contemplar el paso del autobús por la avenida, ya que consideran que será un tapón de tráfico.

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