La tasa de ocupación de los hoteles y alojamientos turísticos de la provincia de Alicante adscritos a la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante fue en abril del 35,2%. En ese mes de 2020 el sector estuvo cerrado al público, por lo que no se pueden establecer comparaciones interanuales. Sin embargo, abril de 2019 alcanzó un 78,4%, más del doble de la registrada ahora. "A pesar de la Semana Santa o del puente de Santa Faz, estamos aún muy lejos de recuperar una actividad cercana a la normalidad. Respecto a marzo, la tasa de ocupación de abril subió 4,9 puntos y se logra el cuarto mejor registro desde que se reabriera el turismo", según apunta la Asociación en una nota de Prensa.

El análisis de resultados por municipios y zonas turísticas muestra cómo la ciudad de Alicante registró un 32%, mientras que algunos destinos de costas logran mejores cifras de ocupación. El Campello llega al 32,8%; Playa San Juan al 42,54%; Guardamar del Segura al 51,8% o Xábia al 58,5%. Santa Pola, sin embargo, apenas llega al 27,7%. Los establecimientos de interior consiguen un 46,8%, Orihuela el 80,2% y San Juan el 30%. De manera conjunta, al margen de la capital, Costas y Playas alcanzan un 43,3% e Interior un 51,5%.

El origen de la clientela turística de abril fue mayoritariamente nacional (74,2%) frente al 25,8% que llega desde fuera de las fronteras. De entre los viajeros nacionales, destacan los llegados de la propia Comunidad Valenciana son el 62,6%, seguidos de madrileños (11,8%), catalanes (7,7%), andaluces (5,2%) o castellanos manchegos (2,4%). Los turistas internacionales procedieron fundamentalmente de Francia (12,0%), Bélgica (8,7%), Países Bajos (8,2%), Reino Unido (8,0%), Alemania (7,4%) o Italia (7,1%).

Las perspectivas son algo mejores con el fin de las restricciones de movilidad entre comunidades autónomas, sin embargo, todavía existe una notable incertidumbre. Por un lado, en el ámbito interno, la vacunación avanza con lentitud y el anuncio de que será a finales de agosto el momento en que se alcance la inmunidad de grupo implica que la primera parte de la campaña de verano no podrá ser todavía normal.

Por otra parte, el turismo extranjeros sigue retenido por varios factores clave. Por una parte, Reino Unido, nuestro principal mercado, todavía mantiene a España fuera de su lista de destinos seguros. Por otra, el certificado verde digital no está todavía operativo, lo que dificulta avanzar con las reservas y poder gestionar adecuadamente los negocios turísticos. Mientras tanto, la competencia internacional por recuperar turistas es feroz y numerosos competidores exhiben su mayor nivel de vacunación, con las plantillas de los establecimientos hoteleros inmunizadas de manera prioritaria e incluso con la aparición del llamado turismo de vacunas.

La privilegiada situación sanitaria de la provincia de Alicante y la Comunidad Valenciana debería permitirnos formar parte de corredores turísticos seguros, de forma que el esfuerzo colectivo de la sociedad y el sector tuviera alguna recompensa tangible para la salud de las empresas y el empleo. En el contexto actual los negocios turísticos siguen muy lejos de poder ser rentables o de poner fin a los ERTE. Sigue siendo preciso un verdadero plan de rescate dotado de ayudas a fondo perdido que permita mantener en pie hoteles y alojamientos si queremos llegar a la orilla con vida.