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Los 9.000 enfermeros de la provincia reclaman su salto ya al grupo A1

Los colegiados, además de exigir la equiparación salarial como otros con grados de cuatro años, recuerdan que no pueden ocupar puestos directivos

Personal sanitario, en la UCI del Hospital General de Elche. | ANTONIO AMORÓS

El personal de Enfermería cree que, ahora sí, ha llegado el momento de que la Administración equipare definitivamente el rango de su formación a la de otras muchas carreras y se les clasifique de una vez por todas dentro del grupo A1, como ya ocurre con abogados, biólogos, psicólogos o físicos. Todos ellos tienen en común que hoy por hoy han estudiado un grado universitario de 240 créditos, sin olvidar que ya no hay diferencias entre quienes obtuvieron su titulo de enfermero antes (diplomado) o después (graduado) del Plan Bolonia.

El Colegio de Enfermería de Alicante, que tacha de «agravio comparativo» la situación que sufren estos profesionales «que siguen manteniendo la consideración de A2 a pesar de poseer un grado universitario de cuatro años», se ha sumado a la campaña nacional que recoge apoyos para que este colectivo pase al grupo laboral A1 y obtenga la consideración laboral acorde a su nivel de formación.

En la provincia de Alicante hay 8.986 profesionales de Enfermería colegiados: 7.292 mujeres y 1.694 hombres y, con una única voz, están denunciando que han sido «esenciales en pandemia» pero «discriminados por la Administración».

Desde el colegio se recuerda que estos profesionales solo pueden acceder al grupo laboral A2 en la Administración Pública, y no al A1, al que están adscritos profesionales con una titulación idéntica.

Pero hay más: mientras que un economista, un abogado, un físico o un psicólogo pueden ser gerentes de un hospital, una enfermera tiene vetado ese puesto, pese a estar preparada para ocupar el cargo, tener competencias en gestión y tener un título universitario absolutamente equiparable a todos grados universitarios.

«Las implicaciones de este perjuicio inciden directamente sobre el desarrollo profesional y el salario que reciben las enfermeras», advierten desde el órgano colegial provincial. Paradójicamente, la Administración permite a enfermeros desempeñar puestos de director o gerente, pero sólo en funciones, porque cuando se convoca la plaza se impide a los profesionales de Enfermería ocuparla.

Desde 2007, las enfermeras tienen un título universitario idéntico al de los profesionales que conforman el grupo A1. Sin embargo, cuando se incorporan a la Administración Pública se les adjudica el grupo A2. «Así, a las enfermeras se les niega el mismo reconocimiento laboral que también se refleja en sus peores salarios», añaden las mismas fuentes.

«Lo lógico es que por equiparación tengamos la misma consideración que las de las demás carreras de cuatro años», asevera la presidenta del Colegio de Enfermería de Alicante, Montserrat Angulo, quien recuerda además que una gran mayoría de enfermeras y enfermeros realizan másteres, una especialidad y constantes cursos de formación continuada, con lo cual se añade un valor a la profesión «y es justo que nuestro salario se equipare al de otras profesiones con la categoría de A1».

Independientemente de la equivalencia de la titulación con los profesionales que sí están incluidos en el grupo A1, un factor clave para determinar el nivel laboral es la responsabilidad que adquieren los profesionales en sus puestos de trabajo, apuntan también desde el Colegio de Enfermería de Alicante. Precisamente este es el principal argumento por el que las enfermeras españolas consideran que deberían pertenecer a él.

«La Administración Pública no ha adaptado su organización interna a la realidad actual. Hasta 2008, las enfermeras poseían un título de diplomatura universitaria, una situación que ya de por sí era muy injusta porque el número de horas totales superaba, sumando clases y prácticas, al de muchos licenciados en cinco», según las mismas fuentes.

Precisamente, para luchar contra la «incoherencia de una normativa obsoleta», el Consejo General de Enfermería y toda la Organización Colegial (52 colegios provinciales y 17 consejos autonómicos) ha puesto en marcha a nivel nacional la campaña «enfermerA1» con el doble objetivo de dar a conocer «la injusticia a la que las enfermeras se ven sometidas» y pedir al Gobierno el merecido cambio, por formación y responsabilidad, en la clasificación de las enfermeras.

Cualquier ciudadano puede expresar su apoyo a esta reivindicación en enfermera1.com y conocer el origen de, insisten, esta «discriminación».

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