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La barrera tecnológica dificulta la vacunación en las personas mayores

La carencia o poco manejo de teléfonos móviles, así como la falta de datos en el SIP, son inconvenientes diarios en la localización de pacientes para inmunizar

Vacunación de docentes con AstraZeneca en Alcoy. | JUANI RUZ

En el proceso de inmunización contra el covid-19 en la Comunidad Valenciana por franjas de edad, uno de los obstáculos que están encontrando en Sanidad es la imposibilidad de contactar con los colectivos de mayor edad, sobre todo por la barrera tecnológica. No son nuevos los esfuerzos que está llevando a cabo la Conselleria para que los ciudadanos comprueben si los datos que aparecen en el Sistema de Información Poblacional (SIP) están actualizados, ya que el número de teléfono que allí aparece es al que mandarán un SMS o llamarán para indicar el día, lugar y hora de vacunación.

El impedimento principal se da en los mayores de 70 años, a quiénes ya se les ha inoculado la primera dosis. «Muchos de ellos no tienen móvil y si lo tienen desconocen su funcionamiento y no saben que hay un servicio de mensajería», señala una sanitaria.

Otras veces, tienen teléfono fijo y no móvil, «en estos casos o no escuchan la llamada o no estaban en casa cuando sonó el teléfono, un hecho que retrasa más el proceso debido a que el personal debe realizar más llamadas en otras franjas horarias».

En estas situaciones, sobre todo en poblaciones pequeñas, el trabajo recae en los equipos de Atención Primaria, principalmente en Enfermería, con quien este colectivo tiene una relación mas estrecha al ser quienes controlan las patologías crónicas de esta edad: diabetes, colesterol, hipertensión, EPOCs o Sintrom.

Estos sanitarios, en quienes recae el mayor peso de la vacunación contra el coronavirus, conocen la realidad familiar de sus pacientes e intentan contactar con familiares o vecinos para que se les avise de su turno. También hacen uso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como la Policía Local, para localizar a determinados colectivos más vulnerables o gente sin recursos, «porque la vacunación es para todos los que residen en los municipios».

Muchas veces ocurre al revés, son las propias personas quiénes al enterarse de que están vacunando a su grupo de edad, acuden al centro de salud para preguntar sobre su citación. Es entonces cuando se les convoca para esa semana o se les avisa para la llamada «segunda ronda», en el caso de que ya haya finalizado la inmunización en el grupo de edad al que pertenezcan.

Una de las anécdotas que cuenta esta sanitaria refleja esta realidad. Una paciente de 65 años, de una pequeña población de la provincia de Alicante, con menos de 15.000 habitantes, cuya cobertura sanitaria la tiene con otra entidad aseguradora, al tener conocimiento que «familiares y conocidos de su mismo tramo de edad ya tenían inoculada la primera dosis, acudió a su centro de salud. Allí se comprobó que en sus datos en el sistema SIP solo estaba registrado el teléfono fijo. Por sus circunstancias, no está mucho en casa, y no se la pudo localizar».

En ese mismo momento se la incluyó y se le dio cita para esa misma semana, «un gesto que los sanitarios agradecemos enormemente porque en muchas ocasiones es casi imposible localizar a muchos pacientes de avanzada edad y con unas patologías que aconsejan más si cabe, la vacunación».

Miedo e indecisión

Los «vacunódromos» dan fe de algunos casos en los que muchos indecisos acuden con «la determinación inicial de no vacunarse pero sí preguntan». Tras una breve conversación con el médico allí presente «deciden vacunarse». Al contrario, hay «pacientes que después de estar en cola se han dado media vuelta y se han ido sin administrarse la vacuna». Como curiosidad, esta sanitaria comenta que «un paciente, ante la mala información que poseía, recibió el suero en su tercera visita al ‘vacunódromo’, las dos anteriores, dio marcha atrás».

Aunque sí recalca que ninguna dosis se pierde porque siempre «hay pacientes en reserva para el mismo día, con el fin de que no se pierda ni un solo vial».

Y añade «vacunarse y seguir las recomendaciones sanitarias es la única forma que tenemos para acabar con este virus».

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