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El acusado de asesinar a su familia: «Es posible que apuñalara a mi hermano»

El presunto autor del triple crimen del barrio alicantino de Juan XXIII asegura ante el jurado que no recuerda el momento en que supuestamente asestó las más de 55 cuchilladas que acabaron también con la vida de sus padres

El acusado a su llegada a la Audiencia Provincial para ser juzgado por el triple crimen. | PILAR CORTÉS

No se acordaba de haber matado ni a sus padres ni a su hermano a cuchilladas. El acusado del triple crimen del barrio Juan XXIII de Alicante se aferró en la primera sesión del juicio al argumento de un posible brote psicótico, aunque cuando se dio cuenta de que tenía que dar más explicaciones que las quería dar se cerró en banda y ya no quiso contestar a ninguna pregunta. «Supongo que fui yo quien apuñaló a mi hermano», aseguró Francisco Javier M. B. ante la insistencia del representante del Ministerio Público a que le dijera quien fue el autor de las 36 cuchilladas que presentaba el cuerpo de éste.

Declaraciones de los familiares del acusado de matar a su familia en Juan XXIII

Declaraciones de los familiares del acusado de matar a su familia en Juan XXIII Pilar Cortés

Un jurado popular enjuicia durante esta semana el triple crimen de Juan XXIII, un sangriento suceso que conmocionó a la ciudad de Alicante en septiembre de 2018. Las víctimas eran sus padres, de 71 y 68 años, y su hermano, de 41, a quienes habría acuchillado el día anterior. Los tres cadáveres sumaban más de 55 puñaladas. El procesado se enfrenta a la petición de prisión permanente revisable por parte de la Fiscalía y de la acusación particular que ejercen los hermanos del padre asesinado. Es el tercer caso de esta cadena perpetua a la española que se juzga en la provincia de Alicante. El acusado acumulaba un largo historial de enfrentamientos y peleas con su familia, a quienes robaba para comprar drogas. Las acusaciones sostienen que el día de los hechos el procesado mató a su hermano tras una discusión y después esperó a sus padres, que llegaron a la casa en momentos diferentes para matarlos también.

El juicio arrancó con la declaración del procesado. Hasta ahora se había negado a contestar a pregunta alguna durante sus comparecencias judiciales. Las únicas explicaciones a lo ocurrido eran las respuestas que dio a los policías que acudieron al escenario del triple crimen aquella aciaga noche del 15 de agosto: no recordaba nada de lo que había pasado. Y aun así para decir eso incurrió en contradicciones durante su declaración en el juicio.

«¿Se considera usted culpable de los hechos , ¿va a querer declarar?», le preguntaba el magistrado Francisco Javier Guirau al inicio de la vista oral. «No me acuerdo de nada, pero responderé a lo que me acuerde», dijo el acusado. Nada más empezar el interrogatorio llegaron las primeras contradicciones porque, según su versión, aquella mañana estaban todos en casa, su hermano y sus padres. Desde el principio se había dicho que en la casa estaban solos el acusado y su hermano cuando empezó la pelea. Un enfrentamiento del que hasta ahora no se sabían los motivos. En la causa obraban enfrentamientos anteriores como que en una ocasión llegó a agredir a su hermano con un palo después de que éste le llamara la atención porque había llamado a su madre «hija de puta y cabrona» y tratara de defenderla durante una discusión. El procesado aseguró en el juicio que su hermano era «violento» y que llegó a destrozarle una oreja al golpearle con unas pesas. «Me robaba las pastillas porque él no se quería medicar», dijo. El fiscal le insistía en quién empezó la pelea. «Se tomó cinco pastillas y se lanzó a por mi», aseveró el presunto asesino. «Pero entonces, ¿le robó las pastillas y le atacó a usted?», dijo el representante del Ministerio Público con marcado tono de incredulidad. «Es que se puso como loco y quería más», explicó.

El tono del acusado era desafiante y tuvo varios encontronazos con el fiscal en los escasos diez minutos que duró el interrogatorio en la que llegó a decirle al fiscal que «no me venga chillando». El acusado negó que algunas de las heridas que presentaba la noche en que llamó al 112 de Emergencias se las hubiera hecho él mismo. El fiscal iba apretando y le emplazaba a explicar qué hacían los padres mientras los hermanos se estaban peleando, un extremo que no llegó a aclarar con el pretexto de que no recordaba nada. Ni siquiera si llegó a coger el cuchillo de cocina con el que se cometieron los asesinatos. Desde la acusación se le recordó que la investigación apunta a que la puerta del dormitorio donde corrió a refugiarse su hermano fue desmontada con un destornillador. «En mi casa están todas las puertas rotas aseguró. Mi casa no es un chalé como en el que pueda vivir usted», aseveró. En este punto, fue cuando el acusado decidió que ya no iba a seguir contestando. «Usted y yo no tenemos nada más que hablar», aseguró al fiscal y tampoco quiso contestar a la acusación particular.

«Estaba hecho un toro»

Sí que respondió a su defensa, para decir que su hermano era una persona violenta, de más de cien kilos de peso. «Estaba hecho un toro», aseveró. Según su versión, durante la semana en que ocurrieron los hechos estaba muy mal y había dejado de tomar la medicación. «Le robé treinta gramos de cocaína a un camello y estuve tomándola sin parar», relató. Según su testimonio, tras la laguna de memoria que empezó con la pelea con su hermano despertó y se encontró a todos muertos. «Me tomé una pastilla y me quedé dormido, cuando desperté llamé a Emergencias», aseguró.

El fiscal pidió que se reprodujera la grabación de la llamada que el acusado hizo al 112 esa noche. En ella se le escucha pedir asistencia para él mismo por las heridas que se había hecho con el cuchillo y al operador de emergencias preguntarle para saber qué ha pasado. La defensa se negó a que se reproduzca la grabación, porque es algo que toca al final del juicio.

Una veintena de testigos en la segunda sesión 

Los policías que hallaron los cadáveres y los vecinos del edificio han sido citados este martes

Más de una veintena de testigos comparecerán en la segunda sesión del juicio señalada para este martes. Entre ellos, están citados los policías locales que acudieron al domicilio aquella noche y se encontraron los tres cadáveres, así como los responsables de la investigación. También han sido citado los vecinos del edificio para ser interrogados por los antecedentes de otras agresiones anteriores, así como por lo que ocurrió el día en que las tres víctimas fueron apuñaladas. Según adelantó la Fiscalía en su alegato inicial, algunos de estos vecinos vieron al acusado cuando se suponía que sus padres ya estaban muertos y éste trató de aparentar normalidad hablando con de fútbol.

Entre los testigos que están citados se encuentra también la actual responsable de la Poilicía Autonómica, Marisol Conde, que en aquella época se encargaba de la Brigada de Policía Científica. Para el miércoles están señaladas las declaraciones de los peritos, entre los que se encuentran los forenses que hicieron la autopsia y los psiquiatras que analizaron si el acusado padece algún tipo de trastorno mental. La defensa ha planteado la posibilidad de que el acusado sufriera un brote psicótico el día en que ocurrieron los hechos. Sin embargo, los forenses del Instituto de Medicina Legal han descartado este extremo para sostener que el acusado sabía lo que estaba haciendo.

 El jueves están previstos los informes de conclusiones finales de las partes y el viernes será la jornada en que comenzará la deliberación del tribunal popular para determinar si declaran o no culpable al acusado de los tres asesinatos.

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