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Los regantes advierten de que el recorte en el trasvase del Tajo dejará también sin agua a los municipios

El Sindicato Central del Tajo-Segura se reúne por primera vez con la ministra Teresa Ribera este jueves para tratar de convencerle de que el trasvase no se debe tocar porque tampoco hay suficiente caudal desalado

Tuberías del Tajo-Segura para el reparto del agua por la Vega Baja. | TONY SEVILLA

Ni agua para riego, ni para abastecimiento urbano si se aumentan los caudales ecológicos del Tajo. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reúne este jueves en Madrid con los regantes del Tajo-Segura para tratar de acercar posturas sobre el futuro del trasvase y las alternativas que la semana pasada planteó el director general del Agua, Teodoro Estrela. Este ofreció una inversión de 500 millones de euros en infraestructuras para abaratar el precio del agua desalada, y la mejora de la calidad de la residual depurada. Sin embargo, el encuentro -primero de la ministra con los agricultores desde que Pedro Sánchez accedió a la presidencia- no va a ser fácil. El Sindicato Central acude con datos que avalan que el aumento de los caudales ecológicos en el Tajo y el cambio de las normas de explotación provocará un recorte anual de hasta 200 hm3 y, es más, advierte de que en años de sequía no habrá posibilidad de enviar agua ni para el abastecimiento, por lo que habrá cortes en el suministro ya que las desaladoras no producen el caudal suficiente.

Lucas Jiménez vaticina que en los años de sequía volverán los cortes de suministro a los ciudadanos

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Los regantes insistirán a Ribera que no debe tocar el trasvase «y lo haremos con los datos de los estudios técnicos que se han venido conociendo. El aumento del caudal ecológico no solo arruinará al sector agrícola, sino que afectará al abastecimiento urbano de los municipios y el golpe al turismo será atroz. Es más, con ese aumento previsto, ya en 2016, año de sequía, hubiéramos tenido cortes en el suministro urbano, turístico e industrial y eso lo saben perfectamente en el Taibilla y en la Confederación del Segura», apunta Lucas Jiménez.

«La planificación hidrológica y la propia normativa europea, en concordancia con la lógica, nos obligan a compatibilizar el buen estado ecológico de las aguas con los usos sociales y económicos que de ellas se hacen. Pues bien la planificación del Tajo propone unos caudales ecológicos en algunos puntos, sobre todo Aranjuez, que hacen inviable el sostenimiento futuro del regadío dependiente exclusivamente del trasvase», subraya Jiménez. El presidente admite que habrá un escenario de menos precipitaciones y también de menores caudales en los ríos –concretamente una media de reducción del 5%, según el Cedex-, pero «un cinco por ciento de reducción en el Segura es un golpe infinitamente mayor que una merma similar en el Ebro o el Tajo, por lo que seguimos creyendo en la bondad de los trasvases».

La unidad del Consell se rompe al sostener el vicepresidente Dalmau que el trasvase no es para las urbanizaciones

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Jiménez advierte de que prescindir del trasvase, tal y como se pretende actualmente elevando los caudales ecológicos del Tajo, provocaría «un descosido importante en las costuras sociales y económicas». Para soportar el régimen impuesto por esos caudales ecológicos, Jiménez señala que hay que incrementar el desembalse anual de Entrepeñas y Buendía en un total de 78 hm3. «Hectómetros que irán al debe de los regadíos habitualmente y que, en determinados años, afectarán también a los abastecimientos o lo que es lo mismo, a hogares y negocios de todo el Levante», ha aseverado. En este sentido, señala que el encarecimiento del agua para los abastecimientos y los regadíos irá entre el 30% y el 48% de media, respectivamente, debido a la disminución de caudales del trasvase provocado por el incremento de los caudales ecológicos. «Como solución nos ofrecen la depuración. Es vergonzoso el desconocimiento o la desfachatez del Gobierno al proponer esto», señala Jiménez. «Tanto si no lo saben cómo si lo obvian es una solución irritante, pues el 98% de los efluentes de la depuración se están reutilizando ya en esta cuenca».

La otra solución por la que apuesta el Gobierno de la nación es la desalación. Sin embargo, Jiménez recuerda que la mayor planta desaladora de Europa, la de Torrevieja, la creada para el Sindicato Central y sus comunidades del Trasvase «va a producir, qué curiosa coincidencia, 80 hm3 para regadío, dos más de lo que nos pretenden recortar vía caudales ecológicos».

Por otro lado, el vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, ha roto en las últimas horas la unidad del Consell en torno a la defensa del trasvase, al afirmar que «debe estar destinada a la agricultura y no a macro-urbanizaciones y campos de golf», y los trasvases, y en el caso del Tajo-Segura, ha pedido una «visión de conjunto y de futuro capaz de reconducir polémicas coyunturales». De esta manera, Dalmau rompe la unidad que había mostrado hasta ahora el Consell, que sostenía que el Tajo-Segura es irrenunciable, sin especificar usos del agua. El vicepresidente segundo (Podemos) opina que el agua de los trasvases, en este caso la del Tajo, solo debe utilizarse para el riego agrícola.

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