Tras meses de reivindicaciones y de enfrentamientos públicos con el bipartito, la asociación de vecinos de Colonia Requena está a punto de conseguir la cesión de un local municipal para poder gestionar el reparto de alimentos a personas vulnerables desde la Zona Norte. En concreto, se trata de un espacio que fue sede del racó de la hoguera Juan XXIII -hoy inactiva- y que ahora acoge de manera temporal a la agrupación musical Costa Blanca y Nuestra Señora del Consuelo.
Actualmente, ante la inacción del bipartito durante la etapa de la concejala Julia Llopis (PP) al frente de la Junta de Distrito número dos, los productos que gestiona la asociación encabezada por Antonio Colomina se almacenan desde hace algo más de un mes en un local alquilado en el barrio de San Blas, a una distancia considerable de la zona objeto del reparto. La entrega de las llaves del nuevo espacio, situado en la calle Barítono Paco Latorre, junto al retén de la Policía Local situado en Juan XXIII, se espera que sea inminente, según confirman ambas partes.
El reciente cambio al frente de la Junta de Distrito dos, reclamada tanto por vecinos como por la oposición, ha sido determinante para que se haya pasado de relaciones totalmente rotas entre los agentes sociales y el bipartito local a que ambas partes trabajen de manera conjunta, y con espíritu colaborativo, en la búsqueda de soluciones a los problemas. Uno de los urgentes era la cesión de un local municipal.
El pasado mes de marzo, tras innumerable choques entre la concejala de Acción Social y presidenta de la Junta, Julia Llopis, y los vecinos de la Zona Norte (les llegó a acusar de «ladrar» por las protestas por la gestión social durante la pandemia de coronavirus), el alcalde decidió relevarla del puesto, dejando el cargo en manos del concejal popular Antonio Peral, encargado de la elaboración de la segunda fase del Plan de la Zona Norte y también del Plan de Inclusión Social. Ese movimiento se hizo seis meses después del primer cambio en la Junta, cuando Barcala decidió incluir como vocal al concejal Peral.
Esa tensión entre ambas partes empezó a relajarse con la llegada del concejal al mando de la Junta de Distrito. De hecho, en la última reunión del órgano municipal, Peral ya se comprometió en público a dar una solución a la situación que atraviesa la asociación de vecinos de Colonia Requena, obligada a alquilar un local en San Blas para almacenar los alimentos. Ahora, un mes después de esa reunión, la solución está a punto de certificarse. «Estamos tramitando la cesión del local, que tendrán que compartir con la hoguera, porque ahí guarda parte de sus pertenencias, al igual que la agrupación musical», explica el concejal Peral, quien descartó el centro social Pedro Goitia por problemas de humedades que retrasarían la cesión.
Desde la asociación vecinal de Colonia Requena todo son palabras positivas. «Con este concejal sí se puede hablar. El local nos parece adecuado, porque tiene las dimensiones y la ubicación perfecta para poder hacer el reparto de alimentos», añade Antonio Colomina, uno de los representantes vecinales más combativos de la Zona Norte. Ambos visitaron el local este miércoles, mientras se ultima la cesión oficial que está a expensas de un informe municipal.
