Ni para riego, ni para abastecimiento urbano si se aumentan los caudales ecológicos del Tajo. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, está reunida en Madrid con los regantes de Tajo-Segura para tratar de acercar posturas sobre el futuro del trasvase y las alternativas que la semana pasada planteó el director general del Agua, Teodoro Estrela, con una inversión de 500 millones de euros en infraestructuras para abaratar el precio del agua desalada y la mejora de la calidad de la residual depurada. Sin embargo, el encuentro-primero de la ministra con los agricultores desde que Pedro Sánchez accedió a la Presidencia- no va a ser fácil. La ministra ha estado cordial, ha recibido toda la información y ha admitido que la culpa de la contaminación del Tajo no es del trasvase sino de la mala depuración de Madrid.

El Sindicato Central acude con los deberes hechos y con datos que avalan que el aumento de los caudales ecológicos y el cambio de las normas de explotación provocará un recorte anual de hasta 200 hm³ y, es mas, advierten de que en años de sequía no habrá posibilidad de enviar agua ni para el abastecimiento , por lo que habrá cortes en el suministro ya que las desaladoras no producen el caudal suficiente.

Los regantes insistirán a Ribera, que no debe tocar el trasvase “y lo haremos con los datos de los estudios técnicos que se han venido conociendo. El aumento del caudal ecológico del Tajo no solo arruinará al sector agrícola, sino que afectará al abastecimiento urbano de los municipios y el golpe al turismo será atroz. Es más, con ese cálculo, ya en 2016, año de sequía, hubiéramos tenido cortes en el suministro urbano, turístico e industrial y eso lo saben perfectamente en el Taibilla y en la Confederación del Segura”, apunta Lucas Jiménez.

Los regantes no están solo. El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, el presidente de CEV- Alicante, Perfecto Palacio, el presidente de la Comisión del Agua de la CEV, Rafael Ballester, y los responsables de Asaja-Alicante, Eladio Aniorte y José Vicente Andreu, trasladaron ayer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, su rechazo al cambio de reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura y el incremento del caudal ecológico del Tajo propuesto por el Ministerio para la Transición Ecológica. Puig ha trasladado en esta reunión con los representantes empresariales y de los agricultores que el Consell que considera "irrenunciables" las transferencias del trasvase Tajo-Segura y trabajará junto a regantes y agricultores para conseguir "agua para siempre" para la Comunidad Valenciana.

El presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio, califica de «inoportuna e injustificada esta decisión» al interferir en el proceso de revisión del Plan Hidrológico del Tajo y al estar basada en datos incompletos, como se reconoce en el mismo Real Decreto 773/2014 que regula el trasvase. En opinión de Palacio este cambio de reglas «va en contra de los principios de seguridad jurídica, confianza legítima, eficacia y eficiencia», en tanto que esconde un trasfondo político y no se basa en datos reales completos que deberá ofrecer la nueva planificación hidrológica, prevista para finales de este año o la primavera de 2022. 

Una decisión de tal calado precisa un estudio previo del impacto que pueda tener la reducción del volumen del trasvase Tajo-Segura en la agricultura, la industria agroalimentaria y el turismo porque tal y como ha afirmado Perfecto Palacio «esta reforma puede producir graves impactos sociales, medioambientales y económicos que no han sido cuantificados y deben ser tenidos en cuenta y porque afectaría negativamente al empleo de más de 45.000 personas del sector agrario y la industria de la provincia de Alicante»