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El Gobierno admite ahora que la contaminación del Tajo no se debe al trasvase y se abre a negociar

Los agricultores, tras ser recibidos por la ministra Ribera, se muestran esperanzados con respecto al mantenimiento del caudal ecológico, lo que supondría no perder más agua

La vicepresidenta Teresa Ribera posa junto a los representantes de los agricultores del Tajo tras reunirse con ellos en la sede del Ministerio en Madrid. INFORMACIÓN

El Ministerio para la Transición Ecológica admitió ayer a los regantes del Tajo-Segura, en la persona de la propia vicepresidenta, Teresa Ribera, que el trasvase no es el responsable de los problemas ambientales que tiene río a su paso por Toledo, ciudad a la que el caudal llega cargado de materia contaminante por el agua mal depurada en Madrid, en concreto unos 500 hm3 todos los años de agua residual mal tratada. Hasta ahora, la presunta relación de la mala calidad del agua del río en Toledo por la falta de caudal, ya que este se cede al trasvase, era el principal hilo argumental de Castilla-La Mancha para pedir el aumento del caudal ecológico del río, y así se aceptaba en el Ministerio para la Transición Ecológica. 

Este problema puede haber entrado en vías de solución porque la responsable de Transición Ecológicos les trasladó que se van a invertir 850 millones de euros para mejorar la calidad del agua residual madrileña. El reconocimiento de la vicepresidenta en una reunión de dos horas mantenida con Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura; el vicepresidente, Javier Berenguer (Riegos de Levante); y Fernando Rubio, vicepresidente segundo, tira por la borda los argumentos del gobierno de Castilla-La Mancha y abre la puerta a la esperanza de que, al final, el caudal ecológico se pudiera quedar como está y, por lo tanto, no se pierdan los 80 hm3al año que los agricultores calculan si al final el caudal se eleva de los 6 m3/segundo actuales a 8,52 m3/s. 

Teresa Ribera no se comprometió, sin embargo, oficialmente a nada que no sea la mejora de la desalación, por lo que los agricultores le reiteraron que, si al final los caudales ecológicos se tocan al alza, lo que supone menos agua para trasvasar, los tendrá enfrente con todos los recursos legales posibles. Sin embargo, el Sindicato Central confía en que el encuentro en Madrid pueda variar el escenario, ya que hasta ahora el gran argumento para subir el caudal ecológico era, además de las seis sentencias del Tribunal Supremo que obligan a fijarlos, que el río necesita más agua circulando por su cauce para eliminar la contaminación y favorece el hábitat fluvial. Polución de la que, según apuntaron ayer los responsables del Sindicato Central de Regantes, la vicepresidenta ya es consciente de que no es culpa de trasvasar agua a Alicante y Murcia, sino de que Madrid vierte al río aguas mal depuradas.

Lucas Jiménez, Luis Berenguer y Fernando Rubio, camino de la reunión. JOSÉ LUIS ROCA

La vicepresidenta no prometió nada tangible que no sea la mejora de la desalación, pero los regantes salieron medianamente satisfechos. Por lo menos, no tan cabreados como hasta antes de la reunión. «Lo que sí hemos dejado claro es que no podemos consentir ni aceptar aumento alguno en el caudal ecológico del Tajo porque eso llevará consigo una reducción de 80 hm3 de agua para regadío al año, un 40% del total y, además, sin ninguna alternativa porque aparte del precio, tampoco la hay, ya que la desaladora de Torrevieja ya tiene comprometidos los 80 hm3que produce el año», subraya Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes. «En todo momento nos hemos mostrado sinceros y le hemos trasladado que, si al final se aumenta el caudal ecológico del río, nos tendrá en contra, en la calle, donde sea, siempre desde la legalidad, por supuesto».

La vicepresidenta sí les avanzó que la futura planificación hidrológica del Tajo -documento en el que figura el aumento del caudal ecológico en Aranjuez y Talavera- está a punto de publicarse y que después habrá seis meses para negociar todo lo que incluya, pero sin comprometerse a nada. No obstante, el hecho de que oficialmente haya un reconocimiento de que el trasvase Tajo-Segura no es el que contamina el río que cede el agua es un paso positivo, según apuntó Javier Berenguer, vicepresidente del Sindicato Central y presidente de Riegos de Levante.

Decisión política

En este punto, Lucas Jiménez reitera que, «claro que la planificación hidrológica del Tajo corresponde a los técnicos, pero le hemos trasladado también a la vicepresidenta, que nos ha escuchado exquisita, que el tema del agua es también político. ¿Cómo salimos del encuentro? Por supuesto que no se ha resuelto nada aún, pero hay esperanzas porque creo que le hemos podido demostrar nuestros argumentos, y pienso que la ministra ha entendido, perfectamente, que el problema no es de los agricultores», aseveró Lucas. «Todos queremos que el Tajo sea un río limpio y sano pero para ello la solución no es aumentar el caudal ecológico del río sino sanearlo como se hizo en el Segura. Recuerdo hace unos años cuando a partir de mayo no se podía pasar por los puentes en Murcia de mal que olía y pensábamos que los patos eran de plástico. Hay que invertir en saneamiento».

Los regantes presentaron a Ribera un estudio técnico que defiende un menor incremento de los caudales ecológicos del Tajo que el incluido en el Esquema de Temas Importantes (ETI) del nuevo plan hidrológico del Tajo, que se encuentra en fase de elaboración. La planificación actual contempla un caudal mínimo del río Tajo de 6 m3/s en Aranjuez y de 10 m3/s en Toledo y Talavera de la Reina, una cantidad que, según el Esquema de Temas Importantes del nuevo ciclo, pasaría a 8,52, 17 y 17,8 m3/s, respectivamente. Este incremento, insiste Jiménez, supondría una rebaja anual en los caudales trasvasados de 80 hm3, una cantidad que no puede sustituirse por los recursos propios de la cuenca del Segura.

El presidente del Scrats también trasladó el rechazo a la modificación de las reglas de explotación del acueducto, para bajar el volumen máximo trasvasable en nivel 2 de 38 hm3 a 23 hm3.

«Llevar a cabo este cambio antes de aprobarse el nuevo ciclo hidrológico del Tajo (2022-2027) acarrearía una modificación posterior de las reglas de explotación para adaptarlas a la realidad que provocaría el aumento de los caudales ecológicos», sentenció.

Los regantes volvieron a celebrar, por otro lado, las inversiones previstas por el Miteco -500 millones de euros- para aumentar la producción de las desaladoras de la cuenca del Segura y la interconexión entre estas plantas, y las obras para abaratar el precio del agua. La reunión se celebraba diez días después de la protesta convocada por el Círculo por el Agua en Madrid en defensa del trasvase y en contra de las medidas planteadas por el ministerio para modificar las reglas de explotación y aumentar los caudales ecológicos en el Tajo. Marcha en la que participaron 4.500 agricultores y empresarios.

Por su parte, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, negó que exista una «guerra del agua» con los regantes afectados por el posible recorte del trasvase Tajo-Segura pero recalcó que la idea del Gobierno central es invertir en «recursos de proximidad», como desaladoras. Ribera hizo estas declaraciones en un programa de televisión horas después de haberse entrevistado con los representantes del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, en la sede ministerial.

Ribera señaló que «se ha tratado de una reunión estupenda», para asegurar que, pese alguna diferencia, hay «un consenso alto en torno a las grandes cuestiones importantes», además de un gran compromiso para acelerar la inversión y dar tranquilidad y seguridad a los regantes con un volumen de recursos razonables.

Teresa Ribera insistió en que «hay que hacer una gestión lo mas correcta posible» de la infraestructura del Tajo-Segura, porque, como consecuencia de un escenario futuro de cambio climático, «nos podemos encontrar con episodios de grandes sequías o de inundaciones para los que tenemos que estar preparados». La ministra reiteró que es importante invertir en «recursos de proximidad, no en recursos de trasvase como algo fijo e inamovible», recordando que se está reforzando la desalación y la interconexión dentro de cada cuenca para que los regantes tengan así acceso a aguas reutilizadas y desaladas.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico defiende, en este sentido, la necesidad de que cada demarcación hidrográfica adopte las medidas necesarias para «abastecerse con sus propios recursos». En una respuesta parlamentaria a los tres senadores del PP por Murcia, una de las principales novedades del nuevo ciclo de planificación es que en la revisión de los nuevos planeamientos se está teniendo «muy en cuenta» los efectos del cambio climático sobre los recursos hídricos y la «más que previsible» reducción de los recursos disponibles.

El Ministerio recalca en la respuesta, que el cambio climático ha puesto de manifiesto que «ya no existen demarcaciones hidrográficas excedentarias», y que, de cara a un futuro cercano, cada cuenca deberá adoptar las medidas necesarias para poder abastecerse con sus propios recursos.

Envío máximo de agua por quinto mes consecutivo

El Gobierno debe enviar este me de junio, por quinto mes consecutivo el trasvase máximo de 38 hm3 que se suman a a los 96 hm3 pendientes de trasvasar con lo cual el Ministerio para la Transición Ecológica debe un total de 134 hm3 de agua del Tajo a Alicante y Murcia, el equivalente a 3,5 meses de un trasvase normal. La naturaleza sigue siendo generosa con la provincia y, de momento, se empeña en emborronar las teorías que sostienen que a medio plazo los ríos españoles van a ver disminuido sensiblemente su caudal por el cambio climático. Estos 38 hm3 de junio -máximo mensual- pueden ser, no obstante, los últimos porque a partir de julio la línea que marca el trasvase aumenta.

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