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Un millar de firmas contra las nuevas rotondas en el Moralet

Vecinos y comerciantes protestan al quedarse sin acceso directo a parte de las casas y negocios

Una de las rotondas de la discordia en El Moralet. | INFORMACIÓN

Vecinos de la pedanía El Moralet, en el término municipal de Alicante, han recogido un millar de firmas en protesta por el «confuso» trazado de las dos nuevas rotondas que la Generalitat ha construido en la carretera CV- 820 que une San Vicente con Agost. Los afectados critican que los carriles de doble sentido son demasiado estrechos y que la actuación, que pretende reducir los accidentes de tráfico, no deja acceso directo a los negocios que hay en la partida, entre ellos un bar, una tienda, un estanco, una chatarrería y una empresa de grúas. También arremeten contra las conexiones a los caminos que se dirigen a las viviendas: «O no existen, o son muy estrechas».

Los trabajos prácticamente han acabado y la infraestructura se encuentra plenamente operativa, tras una inversión de 900.000 euros, un año después del inicio de las obras. Este proyecto busca mejorar la seguridad en la carretera de Agost y evitar giros peligrosos, según la Generalitat, que lo promueve. Sin embargo, los residentes en El Moralet están muy insatisfechos con el resultado y estudian movilizaciones, entre ellas el corte de la carretera, e incluso una demanda por una obra que encuentran muy deficitaria y contra la que se encuentran «en guerra», aseguran, desde que empezó. Manuel Corredor, que pertenece a la asociación de vecinos, señala que «en los negocios estamos molestos porque no nos dejan acceso. Las rotondas son confusas, los carriles estrechos. Muchos vecinos viven aquí todo el año y hay malestar».

Este afectado afirma también que llevan medio año pésimo por el covid y por las obras «que impiden a la gente que va de Agost a San Vicente cruzar a nuestros negocios». El propio Corredor ofreció a la Generalitat la cesión de parte del terreno del aparcamiento de su restaurante para que se hiciera una pequeña rotonda y evitar que los vecinos tuvieran que subir 2 kilómetros para acceder a sus viviendas. «Primero dijeron que lo estudiarían y después que no era viable a pesar de que habría solucionado parte del problema ya que pasan por mi puerta». También apuntó que las entradas a los caminos son estrechas o no han dado acceso, y ve complicado que los vehículos de emergencias pasen si hay algún incendio.

Otro vecino, José Manuel Guijarro, criticó que los accesos desde la rotonda son muy estrechos, y obligan a a retroceder a alguno de los vehículos cuando uno entra y otro sale, dado que son ramales de doble sentido. Guijarro ha medido el terreno y destaca que quedan hasta 7,12 metros inutilizados y en cambio el carril tiene 4,40 de ancho para dos vehículos. «Esta carretera tiene mucho tráfico, también de camiones porque hay cerámicas», recordó.

Por su parte, otra residente en El Moralet, Carmen Guerrero, también denuncia que se ha cortado la salida a los vecinos. «Han dejado un recodo y un coche tiene que apartarse para que pase el otro».

Parón en las obras por la reposición de tuberías de agua

Las obras arrancaron en mayo de 2020 y a las pocas semanas se detuvieron debido a la necesidad de que la Conselleria de Obras Públicas se coordinara con el Ayuntamiento de Alicante para la reposición de las tuberías de la red de agua potable que se iban a ver afectadas. El proyecto se reanudó en noviembre y en un par de semanas se espera que hayan finalizado. Faltan por ajardinar las glorietas, pintarlas e instalar el alumbrado.

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