La escasez del agua es una de las peores amenazas que afrontamos hoy en día en España, como consecuencia del cambio climático que tiene un especial impacto en las provincias de Alicante, Murcia y Almería, productoras referentes de cítricos, frutas de invernadero y hortalizas de España, y también en la Unión Europea, donde se las conoce con acierto como «la Huerta de Europa». En el gran nivel de desarrollo y competitividad del sector agroalimentario en estas provincias han tenido históricamente un protagonismo especial las políticas de gestión del agua como el trasvase Tajo-Segura (TTS), cuya autoría debemos al ingenio del intelectual Manuel Lorenzo Pardo.

Durante 42 años, el TTS ha contribuido a suavizar los vaivenes en la disponibilidad del agua, lo que se ha ido agravando con el cambio climático, y beneficiando a Alicante (59.804 hectáreas repartidas entre 32 comunidades distribuidas casi al 50% entre el Campo de Elche y la Vega Baja), Murcia y Almería, en cuestiones relativas al regadío, el abastecimiento, la economía y el medioambiente. Además, los 292 km del trasvase han contribuido al 62% de la agricultura de la provincia de Alicante, generando aproximadamente ente 100 y 110 mil empleos directos al año.

El 22 de abril de 2021 se pacta un manifiesto en contra del recorte de recursos hídricos

No obstante, durante estas cuatro décadas, las políticas de gestión del TTS han conllevado disputas entre Comunidades Autónomas y partidos políticos. Sin embargo, por primera vez, la comunidad de regantes afectada, el sector privado, la Generalitat y los Ayuntamientos, independientemente de su color, han aunado fuerzas para preservar su palanca de bienestar. Estas instituciones y partes interesadas se niegan a renunciar al TTS, posicionándose en contra de la decisión de reducción de agua trasvasable, y rechazando recurrir solamente a la desalación como alternativa al TTS.

El 22 de abril del 2021, los 27 alcaldes de la Vega Baja, de diversas tendencias ideológicas, pactaron, en San Miguel de las Salinas, un manifiesto apoyado por el presidente de la Generalitat Ximo Puig, en defensa de la continuidad de las actuales condiciones de explotación del TTS y en contra del recorte de recursos hídricos. El manifiesto recoge propuestas del Grupo Socialista de la diputación de Alicante como mantener las asignaciones actuales de los recursos procedentes del TTS para abastecimiento y regadío; aumentar la seguridad y estabilidad de los aportes hídricos; invertir en nuevos recursos para afrontar el cambio climático y rebajar los costes de la desalación; además de oponerse a cambios en las condiciones de gestión del TTS sin previa negociación y consenso entre los gobiernos implicados.

Con todo, el 5 de mayo, el Consejo Nacional del Agua, constituido solo parcialmente por miembros de la comunidad regante, ratificó el recorte del TTS de 38 hm3 a 27 hm3 en Fase 2 o «de situación excepcional» en los embalses de Entrepeñas y Buendía para aumentar así el caudal ecológico. Con ello, mediante un Decreto Ley (todavía en trámite) el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) autorizaría esta reducción del envío máximo mensual a la provincia de Alicante y la región de Murcia. La Generalitat Valenciana ya ha anunciado su voluntad de recurrir a la vía judicial.

Es necesario un acuerdo de Estado en España 

que incluya todas las posibilidades de aprovechamiento, como desaladoras o depuración

En consecuencia, sigue en aumento el descontento de la comunidad regante, la cual se ha concentrado hasta en tres ocasiones para reivindicar la importancia de los recursos hídricos en nuestra tierra. El 8 y el 15 de mayo tuvieron lugar manifestaciones en distintos municipios de la Comunidad Valenciana, concretamente en Elche y Orihuela, caracterizadas por la presencia de numerosos tractores y lemas como «Sin agua en el Levante solo habrá paro y desierto». Además, en ambas ocasiones se contó con la presencia desde concejales y alcaldes de los municipios de la región, hasta representantes del Consell como Mireia Mollà, Consellera del Transición Ecológica. Posteriormente, el 24 de mayo tuvo lugar la tercera manifestación, esta vez en frente al MITECO, en Madrid.

Resolver el déficit hídrico es una emergencia climática y humana y evidencia la necesidad de contar con agua y sus respectivas infraestructuras de calidad, para poder afrontar el futuro de la agricultura mediterránea. Por tanto, es necesario un acuerdo de Estado en España que incluya todas las posibilidades de aprovechamiento a nuestro alcance, como desaladoras o depuración junto a alternativas innovadoras como el aprovechamiento de aguas torrenciales, sin menosprecio ni estigma para los trasvases, con respeto del medio ambiente y garantizando la cohesión territorial y social. En este sentido, desde la Unión Europea se destinan millones de euros cada año para la lucha contra el cambio climático y desde el Parlamento Europeo seguiremos prestando especial atención a las decisiones concernientes al TTS y trabajando en iniciativas que contribuyan a la prosperidad y el equilibrio medioambiental de nuestras ciudades y pueblos.