El programa Next Generation de reconstrución europea tras la pandemia se ha convertido en «una gran oportunidad» para preservar y ampliar los espacios naturales protegidos de la Comunidad Valenciana, según coinciden políticos, universidad y empresa reunidos por Información y Levante-EMV e en un encuentro telemático sobre la recuperación de ecosistemas naturales con el patrocinio de la compañía Hidraqua.

La jornada de análisis y debate se desarrolló con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra hoy en todo el planeta. La ONU ha dedicado la edición de 2021 a la restauración de los ecosistemas, con el objetivo no solo de la recuperación de aquellos espacios naturales destruidos o degradados, sino también el cuidado y protección de aquellos que todavía están intactos. Y en ese trabajo, aseguran, están totalmente comprometidas las Administraciones valencianas y, también empresas privadas como Hidraqua, cuyo consejero delegado detalló todos los proyectos que se llevan conjuntamente gracias a la colaboración público-privada.

El vicepresidente segundo del Consell y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, aseguró que los ecosistemas «son la columna vertebral de nuestro sistema ambiental, por eso es importante la apuesta decidida del Consell para preservar esos ecosistemas». «En la Comunidad Valenciana estamos ya casi a un grado más de media que hace 40 años, y la temperatura del mar es de 3 o 4 grados más por el terrible calentamiento global y el cambio climático», señaló Dalmau, quien recordó que este fenómeno «amenaza a la naturaleza y a las personas», y que por ello son importantes las «políticas decididas y forma parte la declaración de emergencia climática».

La Generalitat, explicó Dalmau, no solo está preservando los 22 espacios naturales declarados en nuestro territorio, sino que desde su área impulsa proyectos de prevención, como el de la adecuación del río Clariano a su paso por Ontinyent, con el que se pretende «garantizar los derechos de personas y también del río», con una actuación que trata de evitar el desastre de la última DANA en este municipio.

En este sentido, Jordi Azorín, consejero delegado de la empresa Hidraqua, puso sobre la mesa de debate la necesidad de la colaboración público-privada para trabajar juntos en la recuperación de ecosistemas naturales. Explicó que para solucionar «este grave problema», considera que son esenciales «las alianzas de la Administración pública con la empresa privada y la universidad». «En Hidraqua hace ya muchos años que nuestras inversiones no las medimos por su rendimiento económico, sino también desde el punto de vista social», recordó Azorín. «Trabajamos en la recuperación de espacios naturales, en su mantenimiento y en la creación de nuevos», y puso como ejemplo la reutilización de agua depurada en el bosque la Vallesa para el proyecto Guardián de prevención de incendios, o la creación de un lago nuevo en Rojales o el parque inundable de La Marjal de Alicante.

Azorín abrió también la cuestión de los fondos europeos y pidió a la Administración un esfuerzo para captar el mayor número de proyectos posibles. «Debemos centrarnos en los Next Generation porque hablan de la reconstrucción en verde. Nosotros tenemos proyectos que tenían problemas de financiación, y parece que Europa nos puede ayudar en este sentido», señaló el responsable de Hidraqua.

El papel de la universidad

La universidad también tiene mucho que decir, como apuntaron los ponentes. El encuentro tuvo el placer de contar con José Estaban Capilla, el nuevo rector de la Universitat Politècnica de València, que asistía a su primer acto público después de tomar posesión. Su análisis era muy valioso, ya que ha dedicado muchos años a la investigación de ingeniería del agua y medio ambiente. «La universidad ha tener un papel fundamental», reclamó, con nuevas tecnologías e investigaciones, y explicó que a los estudiantes les trasladan «sensibilidad por el medio natural», y les ayudan «a mejorar la sociedad con «conciencia y respeto».

Capilla también explicó que la sociedad ha cambiado mucho y que las exigencias actuales de preservación del medio ambiente son mucho mayores que en el pasado, pero se quedarán cortas en el futuro. «No hace tanto había que acabar con todas las zonas húmedas, y ahora tenemos una sensibilidad enorme hacia ellas. Y dentro de 10 años seremos mucho más exigentes que los somos ahora», apuntó, para recordar que en este planeta somos «miles de millones de habitantes con un modo de vida insostenible».

Participó también Maria Josep Amigó, vicepresidenta de la Diputació de València, que repasó el compromiso de la corporación provincial con el entorno natural. «Desde la Diputación sabemos que el reto es grandísimo y por unanimidad aprobamos la emergencia climática», por unanimidad», remarcó. En ese sentido puso en valor la «Estrategia Reacciona» que han puesto en marcha, con 16 millones de euros en 2021 para luchar contra el cambio climático, con dos líneas para recuperación de espacios naturales y 4 millones en ayudas para la gestión forestal.

Amigó recordó que al principio del plan 32 municipios tenían el plan de prevención de incendios «y hemos conseguido que se multipliquen por cuatro, entre otras cosas porque lo necesitan para optar a las ayudas».

La también responsable de Medio Ambiente en la Diputación destacó que la entidad provincial reparte un 20% más de ayudas a aquellos que hacen inversiones en objetivos de desarrollo sostenible». Amigó también fue interpelada sobre los fondos Next Generation. «Espero que llegue el dinero, porque hemos creado muchas expectativas», dijo.

Muy valiosa fue asimismo la intervención del vicealcalde de València, Sergi Campillo, al que interpeló en varias ocasiones el moderador del acto, Julio Monreal, director general de Relaciones Institucionales del periódico Levante-EMV, refiriéndose a la joya de la corona de la ciudad, el parque natural de l’Albufera y el monte de la Devesa. Campillo recordó que el primer movimiento ecologista en España fue el que protagonizó la ciudadanía con la defensa de los dos espacios naturales de la ciudad, que consiguió salvar gran parte del espacio.

Sin embargo, el vicealcalde resaltó que en España «no hay tradición de protección ambiental, nunca hemos estado en la vanguardia, por eso tenemos problemas de sobreexplotación de recursos». Y puso como ejemplo l’Albufera, lago del que él es el máximo responsable.

«En España se hace mal, se reparte el agua y lo que queda, para los ecosistemas. L’Albufera algunos años ha recibido 0 hectómetros en algunas partes, excepto el cultivo del arroz. Es un tema troncal para València y estamos en conversaciones con la Confederación para garantizar el agua para l’Albufera», anunció.

Campillo también puso sobre la mesa el gran proyecto que tiene en mente su gobierno de renaturalizar la desembocadura del río Turia. Explicó que el área metropolitana tiene un proyecto la restauración ambiental del Turia que pretende «reconectarlo de nuevo al mar» porque «es uno de los ríos que no llega al mar».

El vicealcalde recordó que estos esfuerzos tienen beneficios sociales muy importantes, «porque la restauración de ecosistemas genera empleos de calidad. Las políticas ambientales generan puestos de trabajo que además no se pueden deslocalizar como otras. Tenemos un amplio margen de desarrollo».

Aunque no pudo estar presente por temas de agenda, la vicepresidenta de la Diputación de Alicante, Ana Serna, también quiso participar y grabó un vídeo para la ocasión. Serna, responsable del Ciclo Hídrico, señaló que apuestan «por mejorar la calidad y la cantidad de agua, porque es un recurso fundamental» para la provincia e incidió: «Sin agua no hay verde y sin verde no hay medio ambiente. Tenemos que tener conciencia verde, y por ello desde la diputación todas la actuaciones se hacen con criterios medioambientales».

Enterrar la «guerra del agua» y respetar el «derecho al paisaje»

La presencia en el debate de un alto cargo del Consell como Rubén Martínez Dalmau permitió al moderador, Julio Monreal, explorar la opinión del vicepresidente segundo sobre algunos temas de actualidad.

Quizá el más notorio es el trasvase del Tajo-Segura, que cuenta con el respaldo del Consell, incluso apoyando las manifestaciones convocadas en Madrid. Dalmau, de Unidas Podemos, aseguró que en ningún caso su partido está en contra del trasvase, como se pudo interpretar de unas declaraciones previas suyas. «No hay distancia entre los partidos del Botànic sobre el trasvase. Lo que yo dije es que dentro de la conciencia ecológica, hay que modular las necesidades económicas, como las agrícolas, con el mantenimiento de los caudales de los ríos», señaló para recordar que en la actualidad no solo «se está secando el Segura, sino también el Tajo», y que muchas veces se está «sobrexplotando los ríos».

«El trasvase, mientras sea necesario para consumir agua o regar campos habrá que mantenerlo, pero a largo plazo hay que encontrar alternativas. El agua no tiene que regar campos de golf, sino campos tradicionales», advirtió RubénMartínez Dalmau. Además hizo un llamamiento para «enterrar» la denominada guerra del agua: «No a la guerra del agua, sí a la búsqueda de elementos sostenibles», zanjó.

Derecho al paisaje

El vicepresidente segundo de la Generalitat también se refirió al turismo como uno de los elementos que distorsiona el balance ambiental. «Si no apostamos por un turismo sostenible y de calidad, difícilmente mejoraremos la situación. No puede ser un turismo depredador, sino adecuado al entorno», explicó Dalmau, que también criticó el urbanismo derivado del turismo depredador, que ha hecho mucho daño en la costa: «También tenemos derecho al paisaje, y hay que recordar que muchas veces se privatiza y como ejemplo están las urbanizaciones en el mar, con esos muros que te impiden ver la playa».