El documental «Manuel Lorenzo Pardo, el genio del agua», presentado en exclusiva el pasado jueves en el Club INFORMACIÓN, hace un recorrido por la vida de este ingeniero de Caminos, Canales y Puertos que fue el responsable del I Plan Nacional de Obras Hidráulicas de España (1933), documento que incorpora por primera vez la idea de que el agua era un bien nacional y que había que corregir el desequilibrio hidrográfico español. Para Manuel Lorenzo Pardo, la regeneración de España pasaba por mejorar la vida de la gente del campo, especialmente de la zona del Levante donde estaban las tierras más productivas pero que, al mismo tiempo, disponía de menos recursos hídricos.

Padre de la solidaridad entre las cuencas hidrográficas, artífice del Plan de Mejora y Ampliación de los Riegos del Levante e impulsor del Trasvase Tajo-Segura, entre otros logros, la grabación elaborada por el Taller de Imagen de la Universidad de Alicante (UA), con Mariló Berenguer y Nati Calleja al frente, hace un repaso a la vida personal y profesional de la figura más importante de la política hídrica española del siglo XX a través de diferentes testimonios que destacan el carácter humanista y regeneracionista del ingeniero.

El documental, que está disponible en la página web del Club INFORMACIÓN y en la web del periódico, ha contado con el asesoramiento y colaboración de Antonio Gil Olcina, catedrático de Geografía y Rector Honoríifico de la UA; Concha Bru, doctora en Geografía y Colaboradora Honorífica de la UA; Guillermo Heras, ingeniero de Caminos Canales y Puertos; Domènech Ruiz Devesa, economista y diputado en el Parlamento Europeo; Manuel Lorenzo García-Ormaechea, embajador de España y nieto del mismo Manuel Lorenzo Pardo; así como de los profesores de la UA Jorge Olcina y Joaquín Melgarejo; y Toni Cabot, director del Club INFORMACIÓN.

Manuel Lorenzo Pardo, arriba, yun fotograma del documental.

En una proyección en la que se intercalan testimonios con fotos del archivo familiar, los participantes destacan la visión de futuro y la defensa y sensibilidad que Manuel Lorenzo Pardo siempre mantuvo con la naturaleza y el agua. Tal y como expone Concha Bru en un momento del documental, «Manuel Lorenzo Pardo aglutinó la herencia de años de propuestas reformistas y productivistas, y las hizo confluir en un nuevo marco mucho más rico, luminoso y propio», al tiempo que destaca que fue quien «diseñó la política hídrica nacional tal y como la conocemos en la actualidad, teniendo como base el desarrollo económico basado en los recursos hidráulicos».

Y todo «desde una óptica multidisiciplinar que le confiere un carácter de persona adelantada a su época: Un ingeniero humanista», opina Concha Bru. En esta línea, Guillermo Heras recrea una conversación entre Indalecio Prieto, ministro entonces de obras Públicas durante la II República, y el propio Manuel Lorenzo Pastor cuando el primero le encomienda la ejecución del I Plan Nacional de Obras Hidráulicas. Una plática que pone de manifiesto la superación de las rivalidades para afrontar los retos de España.

Manuel Lorenzo Pastor, explica el también asesor del presidente del Comité Español de Grandes Presas (SPANCOLD), le dijo a Prieto: «Usted sabe que yo soy monárquico y no participo de las ideas vigentes», a lo que Prieto contestó: «Ya lo sé, pero tenemos en común algo mucho más importante que la política: los intereses de España. Dígame qué necesita y yo intentaré ponerlo en sus manos».

La grabación del documental está disponible tanto en la web del Club INFORMACIÓN como en informacion.es

Para Antonio Gil Olcina fue «un regeneracionista de acción para el que el agua era un bien nacional y había que corregir el desequilibrio hidrográfico» haciendo siempre una «defensa de la naturaleza y una domesticación del agua extremadamente prudente y sensible».

Domènech Ruiz Devesa recuerda en el documental que Manuel Lorenzo Pastor fue el padre del trasvase del Tajo-Segura, infraestructura que ha posibilitado «el gran nivel de desarrollo de agroalimentario de la Comunidad Valenciana, logrando abastecer a 2,5 millones de personas y luchar contra la desertificación en una tierra sometida a un alto estrés climático».

Manuel Lorenzo García-Ormaechea, embajador de España y nieto del ingeniero, destaca el valor «científico, intelectual y humanista» de su abuelo y pone en valor la figura de su familiar y, también, del resto de ingenieros de caminos del país que «han sido responsables y han hecho una labor fundamental en el desarrollo de España».