Al torreón no le dejan en paz. A falta de visitantes en el castillo de San Fernando, los desaprensivos han considerado que el baluarte troncocónico puede resultar un buen entretenimiento, sin tener en cuenta que se trata de un Bien de Interés Cultural.
Así que si hace menos de tres semanas amaneció con un grafiti, el jueves pasado volvió a sufrir un acto vandálico, con dos nuevas pintadas que decoran, para mal, esta parte de la icónica y denostada fortaleza alicantina.
La agresión al torreón se produjo pasadas las 14.30, ya que antes pasaron por allí familias con sus hijos a la vuelta del colegio La Aneja y no estaban las pintadas.
Al parecer, los vándalos le tienen tomada la medida al entorno del monte Tossal, ya que hace una semana en el colegio La Aneja, situado en la parte este, junto al Conservatorio de Música y Danza, aparecieron unas pintadas en una de las paredes de la fachada.
La Policía Local va a abrir una investigación, la segunda tras la que realizó al conocer la primeras pintadas, y reforzará la seguridad para tratar de localizar al autor de los hechos, explican fuentes municipales. Además, la Concejalía de Limpieza procederá a su reparación en los próximos días.
Ya el pasado marzo la Policía Local pilló in fraganti a cuatro jóvenes de entre 16 y 20 años cuando estaban realizando pintadas en una de las laderas, en la Ronda del Castillo. Los agentes persiguieron a los infractores, detuvieron a dos de ellos e identificaron a los otros dos.
San Fernando, construido durante la Guerra de la Independencia y considerado injustamente el castillo «pobre» de la ciudad frente al de Santa Bárbara, posee un gran valor histórico, con un sistema de defensa que las obras de recuperación arquitectónica han sacado a la luz. Aunque todavía no se puede disfrutar.
