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PORTAVOZ MUNICIPAL DE COMPROMÍS.
Natxo Bellido Suay PORTAVOZ MUNICIPAL DE COMPROMÍS.

Natxo Bellido Suay: «La derecha no será la que transforme Alicante, es incapaz de imaginar una ciudad diferente»

La serie de entrevistas de INFORMACIÓN a los seis líderes municipales con motivo del ecuador del mandato hace su segunda parada en Compromís. Su portavoz, Natxo Bellido, se muestra muy crítico con el gobierno de Barcala, del que lamenta la falta de modelo y su «escasa empatía» con los más vulnerables.

El portavoz de Compromís, Natxo Bellido, en el entorno del futuro Parque Central de Alicante. | PILAR CORTÉS

El portavoz de Compromís, Natxo Bellido, elige el Puente Rojo (con vistas al futuro Parque Central) para la sesión fotográfica posterior a la entrevista. «Es uno de los proyectos que cambia la trama urbana de la ciudad. Supone coser ciudad, pero no vemos avances», lamenta.

¿Qué balance realiza de estos dos años de mandato municipal?

Muy gris. Una vez más vemos que la derecha no será la que transforme esta ciudad. Hay una incapacidad por parte de Barcala y de su equipo para imaginar una ciudad diferente. Vemos que vicios del pasado del PP vuelven a entrar en el Ayuntamiento, como el desmadre de las contratas municipales.

¿Rescata algo positivo?

Una cosa, pero no sólo es responsabilidad del gobierno. En los momentos más duros de la pandemia se demostró una importante unidad institucional. Las jornadas de la Comisión de Recuperación son el escenario que mejor lo visualizan.

¿Cómo valora la gestión de la pandemia hecha por el bipartito?

Destaco, para mal, la falta de empatía con las personas que más han sufrido por esta crisis. Desde el aspecto social ha sido un auténtico desastre. Si hablamos de las ayudas a los sectores productivos, hemos sido siempre los últimos. Y si miramos los retos pendientes, más allá de la pandemia, no hay nada.

¿Qué retos considera que son inaplazables para esta ciudad?

Avanzar en la agenda de la transición ecológica, reducir desigualdades en una ciudad muy desigual con políticas que ayuden a equilibrar la ciudad... También hay que seguir ayudando a los sectores productivos, y tenemos un ayuntamiento muy boyante económicamente. Y hay que diversificar el modelo económico. La innovación ahí es una oportunidad. Y luego están las cuestiones eternas, que alguna vez habrá que resolver, como el Parque Central, la fachada litoral…

Por ahora, el bipartito no ha podido sumar su apoyo en cuestiones relevantes como el Presupuesto ni ajustes posteriores...

Hemos demostrado que, cuando hay voluntad de diálogo, llegamos a acuerdos. El Catálogo de Protecciones era una cuestión importante y llegamos a un pacto. La casualidad es que llegamos a un acuerdo porque el alcalde no participó en absolutamente nada. Y sobre Presupuestos y modificaciones de crédito hay una cuestión básica: para llegar a acuerdos hay que dialogar y negociar. Siempre existe una primera reunión, en la que se marca un calendario para seguir avanzando, y luego no se pasa de ahí. Si no quieren negociar, que lo digan. Tienen un socio cada vez más integrado en el gobierno que es Vox.

Usted habla de un tripartito...

Sí, y un tripartito donde cada vez Vox tiene más peso y Ciudadanos, menos, porque ya no existe. Cs es un cúmulo de concejales, algunos trabajan y otros deambulan.

¿Salva entonces a alguno?

El edil de Urbanismo trabaja, nos gustará más o menos, hay cosas que le hemos votado a favor y otras que no, pero trabaja, aunque está cogiendo un vicio muy feo de Barcala: los «barcala anuncios». Promete ejecuciones inminentes de obras y luego se retrasan una y otra vez.

«Del gobierno de Barcala destaco, para mal, la falta de empatía con las personas que más han sufrido por esta crisis»

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Para retrasos, la renovación de las grandes contratas... ¿Qué le parece que se vaya a prorrogar el contrato de la limpieza un año pese a las promesas electorales?

Barcala se comprometió, junto al resto de candidatos, a que no iba a haber prórroga para la limpieza. Ése era uno de los pactos electorales. El otro era no recortar en cooperación internacional (pacto en el que no participó Vox)… De lo prometido, no ha nada cumplido.

¿Le vale la palabra de Barcala?

Desgraciadamente, muy poco.

Otro contrato en el que no se llegará a tiempo será el del transporte urbano. ¿Qué le parece el modelo que se está planteando?

Más allá de que se va a llegar tarde y mal, la propuesta de renovación va acorde con Barcala: es temerosa, triste, rancia, no evoluciona, no atiende a los retos de la movilidad sostenibles. Una decepción.

¿Es más optimista con la revisión del Plan General? Se prometieron avances este mandato...

No vamos a tener nada aprobado en todo el mandato. Vamos a pasarnos otro mandato sin avances reales. A día de hoy no tenemos ni director de la Oficina del Plan General, y eso es responsabilidad de la derecha, que siempre lo liga a la corrupción o a la incompetencia.

«Si el bipartito no quieren negociar con nosotros, que lo diga. Tienen un socio cada vez más integrado en el gobierno que es Vox»

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¿Y con el centro de congresos? ¿Cree que esta vez será que sí?

Hemos dado un voto de confianza... Hemos solicitado un informe de impacto y retorno económico, porque hablamos de mucho dinero de inversión. Hasta ahora, todos los proyectos han sido un fracaso, y nos han costado mucho dinero. Este proyecto tiene que salir desde el diálogo, y no sólo con la parte política, sino también con la sociedad.

Y con el Plan Edificant, ¿habrá algo más que una escalera o es especialmente escéptico?

La señora Llopis [edil de Educación y Acción Social] es un problemón para Barcala, que se lo consiente todo. Llopis está haciendo daño político a esta ciudad. El Edificant, con todas las complicaciones administrativas que seguro que existen, es un plan de éxito en todo el territorio valenciano, y aquí está bloqueado. Es una cuestión de sectarismo político.

«La señora Llopis es un problemón para Barcala, que se lo consiente todo. La edil está haciendo daño político a esta ciudad»

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¿Cómo valora el trabajo de la oposición progresista? ¿Han sido fiscalizadores, leales...?

Hemos sido muy responsables, hay gente que nos pide más caña. Y creo que más allá de diferencias puntuales, se ve una sintonía entre los grupos progresistas. La intención de Compromís es tejer complicidades con el resto de grupos para plantear una alternativa de gobierno para las próximas elecciones.

¿Con qué grupo de su bancada trabaja mejor? ¿Hay recelos?

Es verdad que en Compromís, y queda mal que yo lo diga, estamos trabajando mucho, somos visibles y eso provoca a veces alguna disonancia. A lo mejor piensan que en determinadas cuestiones deben unirse para tener la misma visibilidad que Compromís. Pero creo que son anécdotas. Entre los tres hay lealtad, con nuestras diferencias.

Para terminar, ¿qué nota le pone al bipartito tras estos dos años de mandato municipal?

Un 3.

¿Y a la oposición realizada por el grupo de Compromís?

Un 7.

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