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Las sanciones por exceso de velocidad alcanzan su máximo en seis años en la provincia de Alicante

Las multas por circular más rápido de lo permitido suponen el 60% de todas las denuncias impuestas en 2020 - Bajan las infracciones por consumo de alcohol y las relacionadas con la ITV

Radar ubicado en ambos sentidos de la vía en el kilómetro 141 de la N-332, en La Vila Joiosa, donde se impuso un mayor número de sanciones en 2020. | DAVID REVENGA

Las sanciones por exceso de velocidad en la provincia alcanzaron en 2020 su máximo de al menos los últimos seis años, según datos que ha dado a conocer la Dirección General de Tráfico (DGT). A lo largo del pasado ejercicio se impusieron en la provincia 146.381 denuncias de tráfico, de las cuales 62.786 correspondieron a circular más rápido de lo permitido ante un radar fijo. Esta última cifra, la más alta desde al menos 2015, se incrementó un 4,25% en relación a la de 2019, mientras que el total de sanciones se redujo un 5,51%. Así, las multas en los radares fijos pasaron de ser un 38,88% a un 42,89%.

A esto, además, hay que sumar la actividad de los radares móviles. En este caso hubo un descenso en el número de sanciones, ya que se interpusieron 24.433, un 11,48% menos que en 2019 y la menor cifra de los últimos seis años. Sin embargo, el total de multas por exceso de velocidad, sumando radares fijos y móviles, supuso el mayor porcentaje sobre el total de todo el periodo al que se refieren los datos, un 59,58%. Así, la conducción demasiado rápida se muestra cada vez más como el principal motivo de sanciones de tráfico en la provincia.

La velocidad excesiva ya venía siendo el principal motivo de infracción con diferencia, pero parece que las condiciones derivadas de la pandemia de coronavirus han contribuido a agudizar ese factor. Los datos publicados por la DGT muestran cómo el año pasado hubo un descenso muy importante de las multas relacionadas con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), del 18%, y también cómo las denuncias por presentar una tasa positiva en alcohol cayeron a menos de la mitad. Después de mantenerse durante varios años en torno a las 3.000 denuncias anuales, en 2020 fueron tan solo 1.238.

Aunque la DGT no ofrezca ninguna interpretación de los datos, hay que tener en cuenta que el confinamiento del año pasado conllevó una moratoria para pasar la ITV, de manera que pudo ocurrir que vehículos que circularan con la fecha inicial de revisión pasada no fueran sancionados por esa ampliación del plazo. Además, el toque de queda nocturno y el cierre de los locales de ocio es una plausible explicación al descenso de las multas relacionadas con el consumo de alcohol. También se comprende, en este contexto, la menor realización de controles por radares móviles. En cambio, el descenso generalizado del tráfico sí pudo animar a muchos a correr más de la cuenta, con las lógicas consecuencias.

Esta posibilidad casa con la ubicación del radar donde se impusieron más denuncias el año pasado. Se encuentra en el kilómetro 141 de la N-332, en las proximidades del Hospital de La Vila Joiosa, y en él fueron sancionados 14.581 conductores en 2020. Conviene tener en cuenta aspectos como que se ubica en un tramo recto y de reciente construcción como es la variante de La Vila, y que en él la velocidad está limitada, como en cualquier otra carretera convencional, a 90 kilómetros por hora. Asimismo, la liberalización de la AP-7 al inicio del año pasado ha reducido la circulación de forma notable, prácticamente como si se tratara de una carretera local. Son condicionantes todos ellos favorables a la imprudencia de circular deprisa.

A-70 en la boca norte del túnel de Sant Joan, cuyo radar detectó el año pasado a 13.730 infractores. | MANUEL R. SALA

En el segundo lugar de la lista de los radares con más sanciones en 2020 aparece el situado en la entrada norte del túnel de Sant Joan, en la A-70. Aquí fueron multados 13.730 conductores el año pasado. Es curioso observar que radar existente en la boca sur del túnel, en cambio, apenas registró 3.700 denuncias. Puede ser que no estuviera operativo todo el tiempo o, simplemente, que la limitación de 80 kilómetros por hora se respete más en ese punto porque resulta más visible que en el extremo norte, donde la coincidencia con el enlace a Sant Joan, El Campello y Mutxamel puede hacer que alguien se despiste y no vea las señales, o inopinadamente no las tome en consideración.

Tanto el radar de La Vila Joiosa como el de la boca norte del túnel de Sant Joan figuran entre los 50 de toda España donde más infracciones se detectaron el año pasado. Solo ellos dos ya supusieron un 45% de todas las multas por exceso de velocidad impuestas a partir de un radar fijo en la provincia.

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