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El Gobierno no se mueve de la hoja de ruta que pasa por sustituir el trasvase por agua desalada

La vicepresidenta Teresa Ribera eleva hasta los 1.600 millones las inversiones en las cuencas del Tajo y del Segura para mejorar regadíos e infraestructuras, pero se niega a negociar los caudales ecológicos

La vicepresidenta Teresa Ribera posa junto a los representantes de los regantes, ayer. | INFORMACIÓN

El Gobierno no se mueve un milímetro. Casi tres horas estuvo reunida ayer la vicepresidenta Teresa Ribera con el Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura para tratar de acercar posturas sobre el futuro del trasvase. Buenas palabras, voluntad de trabajo, incluso lluvia de millones para las cuencas cedente y receptora -hasta 1.600 millones de euros en inversiones para modernización de regadíos, depuración y desalación-, pero inflexible en lo principal. El aumento de los caudales ecológicos del río no se negocia, y aunque quedan seis meses por delante para llegar a un acuerdo, la brecha sigue abierta.

«No hemos detectado ninguna mejora en el tema crucial como el mantenimiento del caudal del río y, por lo tanto, seguiremos trabajando pero con muestras movilizaciones», subrayó Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes, que acudió a Madrid con su núcleo duro, del que forma parte Javier Berenguer, presidente de Riegos de Levante. Los regantes van a seguir con sus movilizaciones este verano en Alicante y Murcia, aprovechando la llegada de turistas de toda España y en el mes de octubre, si no hay avances, volverán a manifestarse en las calles de Madrid.

«La brecha sigue abierta. No hemos detectado voluntad en solucionar el tema de los caudales del río»

LUCAS JIMÉNEZ - PRESIDENTE REGANTES TAJO-SEGURA

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Segunda reunión entre los regantes y el Gobierno y, tras la misma, los regantes mantienen el convencimiento de que la hoja de ruta está blindada por el Gobierno con el objetivo final del cierre del trasvase en unos años por la supuesta disminución de las lluvias en la cabecera, y aunque la ministra Teresa Ribera insista en que el trasvase es clave para España, una infraestructura esencial para atender los usos de abastecimiento y regadío en las cuencas receptoras. Sin embargo, el Ministerio insiste en que existen riesgos derivados del cambio climático que ponen en peligro el buen estado del trasvase. Según los estudios de Transición Ecológica, en los últimos 30 años las aportaciones de agua en la cabecera del Tajo se han reducido en un 40%. Las previsiones indican que estas reducciones continuarán agravándose en el futuro, según reiteró el Ministerio para la Transición Ecológica tras la reunión.

El Ministerio sí que está dispuesto invertirá más de 1.600 millones de euros (a cargo de los fondos Next Generation) en el entorno de las cuencas cedentes y receptoras del Tajo-Segura con el objetivo de mejorar la situación en la que se encuentra la zona.  

«Mantenemos la voluntad de trabajo con el Ministerio pero no vamos a parar las movilizaciones»

LUCAS JIMÉNEZ - PRESIDENTE REGANTES TAJO-SEGURA

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Estas actuaciones tienen que ver con proyectos en materia de depuración y saneamiento para mejorar la calidad del agua en el Jarama y, por tanto, en el Tajo; y con la modernización de regadíos tradicionales en el tramo entre Buendía-Entrepeñas y Aranjuez, en el caso de la cuenca cedente, que permitirían contar con un mayor volumen de agua circulante.

Por su parte, en la cuenca del Segura, las actuaciones se centrarán en ampliar la capacidad de desalación. Así, se está trabajando para ampliar la capacidad de las desaladoras de Valdelentisco, Águilas y Torrevieja, hasta un volumen de 70 hm3 adicionales, modificar el esquema energético utilizando energías renovables como la fotovoltaica, lo que supone reducir los costes energéticos de manera apreciable e interconectar las desaladoras para poder llevar el agua desalada a todos los regadíos del ATS a un precio asumible por los usuarios.

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