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La retirada del amianto en seis colegios de Alicante deja a cuatro conserjes sin vivienda

Estas obras suponen un nuevo enfrentamiento entre el bipartito y la conselleria de Educación

El conserje del CEIP Rabassa, Rafael Pérez, en su domicilio. PILAR CORTÉS

La retirada del fibrocemento de seis centros de la ciudad de Alicante durante este verano deja en la calle a cuatro conserjes que residen por obligación en las viviendas de sus respectivos centros escolares. A días de que las obras arranquen en el primer colegio, el CEIP Rabassa, no existe todavía ninguna solución para los funcionarios municipales, que llevan meses reclamando, con el respaldo del sindicato SEP, una solución habitacional al Ayuntamiento de Alicante y también a la Conselleria de Educación. Ambas administraciones se pasan la pelota sobre una situación que afecta a cuatro trabajadores municipales.

Desde la Concejalía de Educación, que dirige Julia Llopis, defienden que « la solución de la residencia alternativa no compete al Ayuntamiento, sino a la conselleria, que es la institución que acomete las obras de retirada» del fibrocemento. «No obstante, se ha consultado a los servicios jurídicos del Ayuntamiento sobre la posibilidad de intervenir también en la búsqueda de soluciones, aunque el reglamento municipal de conserjes no lo contempla y refleja que la ocupación de esas viviendas será viable mientras sean habitables. Sucede que durante la retirada de fibrocemento de los colegios, esas viviendas no son habitables», añaden desde el entorno de la concejala popular. La versión de conselleria es la opuesta: «Los conserjes son funcionarios del Ayuntamiento de Alicante. Nosotros avisamos al Ayuntamiento que iba a pasar. Ellos son los que tienen que reubicar a los conserjes. Sin embargo, como no queremos que la gente se quede sin casa, estamos buscando una solución rápida porque vemos que el Ayuntamiento no mueve un dedo», añaden desde Educación, por lo que no se descarta que las obras, que deberían empezar el lunes en el CEIP Rabassa, se pospongan al menos un día para dar una solución a su conserje.

Los trabajos en los CEIP Rabassa, Tossal, Azorín, Emilio Varela, Gabriel Miró y San Nicolás de Bari costarán 1,6 millones

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El funcionario reside hace 27 años en la vivienda para el conserje del colegio, al que acude casi medio millar de alumnos. Lo hace junto a su mujer y sus tres hijos, además de un perro y un gato. «Si hay vivienda, tenemos la obligación de habitarla. Pero ahora, llegan las obras, y nos mandan a la calle, sin solución. Yo no tengo otra casa», señala el conserje, quien lamenta la falta de respuesta del Ayuntamiento, «pese a que se ha hablado directamente con el alcalde, Luis Barcala, y la concejala de Educación, además del responsable de Recursos Humanos».

A las reivindicaciones de los conserjes se han sumado, además del SEP, donde critican la inacción del Ayuntamiento pese a los continuos avisos, el sindicato CC OO. Desde Compromís, por su parte, el edil Rafa Mas lamenta que, tras un año, «las concejalías de Educación y de Infraestructuras no hayan buscado una solución» a los conserjes.

Durante este verano, la conselleria prevé retirar el fibrocemento en los colegios Rabassa, Tossal, Azorín, Emilio Varela, Gabriel Miró y San Nicolás de Bari. En los cuatro primeros centros residen los conserjes con sus familias. La inversión total de la conselleria en esas seis obras roza los 1,6 millones de euros. Salvo en Rabassa, en el resto de colegios se espera que las actuaciones estén finalizadas antes de que empiece el próximo curso escolar, el 8 de septiembre. En el sexto centro, por su mayor envergadura, «se ha planificado para que el amianto esté retirado por completo en agosto y que empiecen las clases con normalidad en septiembre», aunque el final de las obras se puede extender al menos un mes más.

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