Usuarios de los centros de mayores municipales de Alicante piden al Ayuntamiento y a la Generalitat la reapertura de estas instalaciones que llevan 16 meses cerradas a causa de la pandemia. En la ciudad hay 18 centros para personas de la tercera edad que dependen del Ayuntamiento y rondan los 16.000 socios. La concejala de Acción Social, Julia Llopis, explica que ya se informó al colectivo en una reunión en junio sobre la obligación de la administración local de aplicar los protocolos que imponen tanto la Conselleria de Sanidad como la de Políticas Inclusivas, y que se espera a partir de septiembre ir normalizando la situación progresivamente con actividades grupales controladas y un máximo de diez personas pero en ningún caso libres y de contacto o sin distancia como baile y ajedrez, sino al aire libre. También indicó que para actividades como yoga se habilitarán espacios cedidos por el área de Deportes que son más amplios.
Estos espacios están destinados a la realización de actividades tanto físicas y culturales como baile, manualidades, gimnasia para la memoria, semanas culturales, y otras. Disponen también de espacios para lectura de la prensa diaria y en algunos de ellos existe servicio de cafetería y peluquería. Todas las actividades son gratuitas para los socios.
La tercera edad ve trato discriminatorio ya que asociaciones vecinales y juveniles imparten yoga, kárate o costura
Ante el cierre de estas instalaciones que el Ayuntamiento ordenó a través de un bando de la Alcaldía poco antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma por el covid-19, los mayores se sienten discriminados. Sucede así porque algunos centros sociales comunitarios donde tienen su espacio sí han reabierto de forma parcial para actividades de colectivos juvenil y adulto como yoga, kárate o costura, organizadas por asociaciones de vecinos; o infantiles que preparan los centros socioeducativos. «Sin embargo, no se permite el uso y disfrute de actividades de las personas mayores, lo que constituye una discriminación injustificada sin precedentes. Precisamente estos colectivos tienen en la actualidad mucho más riesgo de contagio del virus puesto que se encuentran con edades que aún no están vacunadas», señala en un escrito dirigido al Ayuntamiento Juan Castelló, vicepresidente y tesorero del centro de mayores de Tómbola, quien retoma también una antigua reivindicación para el centro, la incorporación de conserje a un espacio con 1.500 socios, entre quienes la decisión del cierre prolongado ha caído como «un jarro de agua fría».
Este representante ha enviado otro escrito a la Generalitat, en concreto a la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, denunciando el trato discriminatorio de las personas mayores en los centros de Alicante. La edil de Acción Social Julia Llopis admitió que con la vacunación pensaron que se iría dando más libertad pero insistió en que la Generalitat marca los parámetros de lo que se abre o cierra. Desde Políticas Inclusivas señalaron que están elaborando una instrucción para flexibilizar «un poco» estas medidas, que es «inminente».
