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Uno de cada cinco alicantinos sufre para llegar a fin de mes tras la pandemia

Las mujeres y los jóvenes son los grupos donde más empeoran las condiciones de vida en el último año

Un grupo de personas hace cola para recoger alimentos durante la pandemia en Alicante. | INFORMACIÓN

La escalada en el precio de la luz durante las últimas semanas ha llevado a primera línea del debate público las dificultades de muchos hogares para poder hacer un uso de sus electrodomésticos o para mantener su casa a una temperatura adecuada. Pero ese problema ya venía agravándose previamente en la Comunidad Valenciana. De hecho, en el año de la pandemia se duplicó el número de personas que no podían asumir el coste de la energía requerida para calentar o enfriar su casa al nivel recomendado.

Son los datos que refleja la encuesta de calidad de vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hace unos días y amoldada esta semana a la coyuntura autonómica por la Conselleria de Economía. Según el documento, el porcentaje de alicantinos que no pueden permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada se disparó del 6,1 % al 13,6 % entre 2019 y 2020, un crecimiento de más del 120 %.

Filtrando por sexo y rangos de edad se observa que las mujeres están más expuestas a esta situación de pobreza energética que los hombres, especialmente aquellas entre los 16 y los 29 años y entre los 45 y los 64, grupos entre los que este problema se extiende al 16 % del total. Dentro del sexo masculino, también los jóvenes de entre 16 y 29 años son la franja más castigada, con un 15,6 % de afectados. Cruzando los datos con los de 2019, el grupo etario donde más crece la pobreza energética es entre las valencianas de 30 a 44 años, que pasan de sufrirlo solo un 2,5 % a un 12,6 %.

La encuesta también refleja un importante repunte en los hogares de la Comunidad Valenciana que no han podido hacer frente a tiempo a algún gasto vinculado con la vivienda (alquiler, hipoteca o recibos).

Este problema afectó en el año 2020 a un 44 % más de personas de las que lo hacía antes de la covid. Aquí el patrón sociológico es muy similar: las mujeres tuvieron más problemas para afrontar los gastos recurrentes de la casa que los hombres y los jóvenes, más que los colectivos de edades más avanzadas. Así, las valencianas de entre 16 y 29 años son el grupo que más ha tenido que postergar estos pagos. Son casi una de cada cuatro (22,9 %), casi el doble que la media autonómica sin filtrar por sexo (13,1 %) y se sitúan siete puntos por encima que los hombres de esas edades (15,4 %).

Sin margen para imprevistos

Otro indicador sobre condiciones de vida que ha empeorado en el año de la pandemia en la Comunidad Valenciana ha sido el que mide el porcentaje de personas que tiene problemas para llegar a fin de mes, que sube del 18 % de 2019 al 20,9 % en el último ejercicio; es decir, una de cada cinco ciudadanos. La mitad de ellos dice tener «muchas dificultades» y la otra mitad cubre sus gastos «con dificultad».

Como consecuencia, más de un tercio de la población (36,8 %) asegura no poder afrontar gastos imprevistos. Nuevamente, ellas sufren más que ellos las estrecheces económicas. Mientras hay un 34,1 % de hombres afectados, el porcentaje escala hasta el 39,5 % en el caso de las mujeres. Destaca además que en el caso de las valencianas de entre 16 y 29 años y de las de más de 65, el porcentaje se dispara hasta rozar el 50 %.

Como consecuencia de todos los parámetros anteriores, las personas en riesgo de pobreza se han incrementado casi un 1 % este año, llegando al 21,7 %. Entre las mujeres es de un 23 % y entre hombres, un 20,7 %. Además, según el informe hay 108.430 personas por debajo del umbral de la pobreza en la Comunidad, 58.430 mujeres y 50.000 hombres. Son 5.030 más que hace un año.

La brecha salarial se profundiza: ellas cobran 819 euros menos al año

La desigualdad salarial entre mujeres y hombres se ha agudizado también en el año pandémico. Según los datos del portal estadístico de la Generalitat, la renta neta anual en la Comunidad Valenciana se quedó el año pasado en 11.332 euros, un 6,7 % más que en 2019. Sin embargo, el ritmo de crecimiento es desigual y vuelve a castigar a las valencianas: mientras el salario medio de los hombres ha crecido un 8,55 % hasta los 11.747 euros, el de las valencianas aumentó un 5 %, lo que fija la media en 10.928 euros al año. Casi 820 euros anuales de diferencia entre ambos sexos cuando en el ejercicio previo la brecha arrojaba un diferencial de 415 euros. Las mujeres cobran menos en todas las franjas de edad, pero la distancia es especialmente grande entre los 30 y 44 años, donde la diferencia salarial respecto a los hombres se dispara hasta los 2.000 euros anuales.

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