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El covid en jóvenes autistas: una obsesión que paraliza

El coronavirus genera ansiedad a las personas con síndrome de Asperger por el temor a un posible contagio y un retroceso en sus habilidades sociales

Proyecto de promoción de la autonomía y vida adulta, «Auto-TEA». | INFORMACIÓN

Marcos tiene 16 años y sufre el Síndrome de Asperger. Para él este año ha sido el más difícil de su vida. «Cada uno de nosotros somos diferentes, pero lo que nos une es que estamos solos», relata el joven. El estado de alarma, el cierre de los centros educativos y el tiempo libre afectó de forma negativa a los niños y jóvenes con trastorno del espectro autista (TEA) y sus consecuencias todavía los persigue a día de hoy. «Sus necesidades han sido olvidadas, lo que les ha traído un aumento de ansiedad unida a un absentismo escolar», relata Beatriz García, psicóloga.

Actividades de ocio de Aspali dedicadas a la orientación, psicomotricidad y coordinación en el Castillo de Santa Bárbara. | INFORMACIÓN

El síndrome de Asperger es un trastorno que afecta al desarrollo neuronal, es decir, su cerebro funciona de manera «diferente». En la actualidad, se incluye dentro de los trastornos del espectro autista (TEA). El diagnóstico tardío, la escasa información, el desconocimiento de sus características y las barreras de inclusión en la educación y en la sociedad provocan que estas familias no cuenten con todo el apoyo que necesitan, una situación que se ha visto agravada por la crisis del coronavirus, que ha desplazado aún más a estas personas en el ámbito escolar, social y sanitario. «Se trata de una población con un rasgo obsesivo y con interés absorbente, y el confinamiento ha conllevado que dispongan de más tiempo para obsesionarse con sus obsesiones», apunta Beatriz García, psicóloga de la Asociación Asperger de Alicante.

Una obsesión que paraliza

Así, muchos adolescentes en la provincia con Síndrome de Asperger han visto cómo la pandemia ha agravado su situación y les ha hecho desaprender lo aprendido. El círculo en el que se han movido durante este año comenzaba con la sobreinformación a la que ellos mismos se exponían, lo que les provocaba un miedo al contagio y una ansiedad que en muchos casos ha traído absentismo escolar. «Han llevado a cabo una conducta evitativa con el covid, utilizándolo como excusa perfecta para no acudir a clase y no tener que socializar», apunta la psicóloga. Por otro lado, tras la vuelta a las terapias de grupo, la experta señala que han sufrido una alimentación de su ego. «Hemos notado un retroceso en las habilidades de interacción y comunicación con el otro, pasando a un yo constante», apunta la psicóloga. Es por ello, que la experta recalca la importancia de tener una red de apoyos en personas con síndrome de Asperger. «En muchos casos, ellos mismos se han dado cuenta de los beneficios de tener apoyo de compañeros y de la importancia de tener a alguien que te entienda», explica.

Aspali, visibilizando lo invisible

La Asociación Asperger Alicante-TEA (ASPALI) es una asociación sin ánimo de lucro constituida en el año 2007 por padres y madres con hijos/as con diagnóstico de Síndrome de Asperger. Es la entidad social de referencia de toda la provincia de Alicante por su especialización en atención a personas con TEA y sus familias. Actualmente, cuenta con más de diez programas que dan cobertura y atención a menores desde los 4 años hasta edad adulta y coordina un proyecto europeo para fomentar la empleabilidad en jóvenes con TEA.

Durante el 2021 se han unido a Aspali más de 30 familias y atienden mensualmente a más de 300 personas, realizando una media de 50 diagnósticos al año en coordinación con centros de ámbito social, sanitario y educativo.

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