La vicepresidencia segunda y Conselleria de Vivienda ha comenzado a aplicar el nuevo enfoque en la política de gestión del parque público de viviendas que aunará tanto la vertiente arquitectónica como social.
Una atención social que hasta ahora recaía únicamente en los servicios sociales de cada municipio pero que a partir de ahora se coordinará entre los trabajadores sociales municipales y los 15 equipos de profesionales multidisciplinares (trabajadores sociales, profesionales de integración social y administradores de fincas) que realizarán una intervención directa en grupos del parque público de vivienda como el San Lorenzo, Jesús Obrero y el Tomás y Valiente de Castelló; la Coma de Paterna, el Concepción Arenal de Picassent o el Baladre II de Sagunt en la provincia de València; o los del Barrio del Carmen, Miguel Hernández y Lorenzo Carbonell de Alicante.
El nuevo servicio se apoya en el contrato adjudicado a mediados de junio por la Entitat Valenciana d’Habitatge i Sòl (EVha) a la empresa madrileña La Factoría, que gestiona 30.000 viviendas sociales en ayuntamientos y comunidades de toda España con este enfoque multidisciplinar. El contrato se adjudica para un periodo de tres años y asciende 4,8 millones de euros (IVA incluido), con opción de prórroga.
Un contrato que incluye como novedad «un servicio de urgencias de 24 horas para atender las incidencias sociales y jurídicas de forma presencial o telefónica». Por ejemplo, un caso de violencia de género que pueda producirse y en el que se atenderá la emergencia habitacional de cualquier víctima.
De hecho, la intención es que los 15 equipos de trabajo pluridisciplinares «pisen los barrios» donde se crearán oficinas y se contactará con las asociaciones y entidades que trabajan ya en los barrios como «Crecer en la coma». «Es un tejido asociativo propio que ya existe en los barrios que necesitan el apoyo de la administración y que con este programa lo va a tener», explica a Levante-EMV el nuevo secretario autonómico de Vivienda y Función Social, Alejandro Aguilar Parrilla. «Nuestro objetivo -continúa- no es solo darles una vida digna, sino romper con el elemento estigmatizador y que la vivienda pública sea ejemplarizante y provoque un cambio de modelo y de paradigma: hasta ahora nos ocupábamos de los ladrillos pero no de las personas. Promover la vivienda pública no es solo mantener una casa sino ir más allá», defiende el secretario autonómico Alejandro Aguilar.