Una tormenta más propia de finales del mes de agosto o principios de septiembre, en pleno periodo de gota fría, descargó ayer en tan solo una hora un total de 27 l/m2 en muchos municipios de la provincia. En algunos, la tromba estuvo acompañada de granizo y fuerte aparato eléctrico como fue el caso de El Campello, donde hubo que desalojar, por precaución a bañistas del mar. No hubo que lamentar ningún incidente y la virulencia de la tormenta se explica porque la temperatura del mar, en torno a los 26 grados, es muy alta para esta época del año, según explica Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatologóia de la UA, quien considera que este factor convierte la costa mediterránea en un polvorín por el riesgo de fuertes lluvias. Tras la tormenta llegó la calma, la tarde fue tranquila, y hoy no habrá ni rastro de las precipitaciones.
La tormenta de verano sorprendió a los vecinos del Medio Vinalopó poco antes de las doce del mediodía. Fueron apenas unos veinte minutos de lluvia intensa acompañada de aparato eléctrico que se dejaron sentir con fuerza en Elda, Petrer, Monóvar, Aspe, La Romana y Novelda. El frente tormentoso se desplazó hacia el sur de la provincia pero antes ha reactivado ramblas y barrancos que llevaban más de un mes sin recibir la preciada y escasa agua de lluvia. En el tramo de la autovía A-31 de Novelda a Petrer la circulación se ha visto ralentizada por la cortina de agua y en Aspe y La Romana la lluvia ha estado acompañada de granizo. También llovió en las Marinas y muy poco en Alcoy y la Foia de Castalla.