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Los hoteles de la Costa Blanca esquivan el efecto del toque de queda gracias al turismo español

Las cancelaciones de los primeros días se han frenado, julio se cerrará con una ocupación media del 60%, aunque solo con el 70% de hoteles abiertos, y se confía en mantener las cifras en agosto

Imagen que presentaba ayer la playa de Levante de Benidorm a media mañana. | DAVID REVENGA

Sorpresa agradable e inesperada. La patronal hotelera de la Costa Blanca ha detectado, con cautela pero esperanza, que de momento el efecto del toque de queda no ha tenido consecuencias en la reservas turísticas de los españoles para el inminente mes de agosto. No ha habido cancelaciones masivas, y lo contratado desde que se levantó el cierre perimetral de la provincia se mantiene, por lo que los hoteles confían en poder mantener una ocupación media del 60% para agosto.

Turistas españoles en la piscina de un hotel de Benidorm ayer por la mañana. | DAVID REVENGA

Estos datos serían desastrosos bajo el prisma de 2019, pero positivos en el escenario actual, en el que prácticamente solo se cuenta con los turistas españoles, ya que el mercado británico que elige los hoteles no acaba de arrancar. Las aerolíneas que conectan el aeropuerto de Alicante-Elche con el Reino Unido operan con una ocupación media del 50%, y un pasaje basado en los ingleses que tienen domicilio en la provincia, es decir, los residentes.

Al final, julio no será tan malo pero teniendo siempre en cuenta que el sector trabaja con un 70% de la oferta abierta y la ocupación media está al 60% gracias a los «llenos» de los fines de semana, y porque también, en teoría, hay menos turistas, algo que ayer era complicado de entender al contemplar playas como la de Levante de Benidorm. El mes de agosto va a estar marcado por los españoles y la reserva de última hora.

Por otro lado, el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas, reclamó este miércoles que la industria turística sea «política de Estado», como Sanidad, Educación o Defensa, y sea tratada como un sector «absolutamente estratégico». Así lo trasladó en una sesión del ciclo «Salvemos el turismo», organizado por grupo hotelero Hotusa. Molas recordó que el turismo representa un 12,4% del PIB directo en España y un 21% del PIB indirecto, por lo que «la realidad es que aporta el 21%, que ocupa a 2,7 millones de personas. Por lo tanto, hay que incidir en una formación preparada en el sector, dignificando a quien trabaja en hostelería u ocio, y que no sea un sector refugio, sino un sector productivo, que sume y no reste o divida». También asegura que la aplicación de nuevas tecnologías, junto a la nueva mentalidad sobre la sostenibilidad, eficiencia energética o respeto al medio ambiente, marcará el futuro del turismo una vez superada la pandemia. Además, Molas asegura que los turistas no tienen la misma percepción que algunos gobiernos o medios de comunicación extranjeros sobre que España sea un destino inseguro, ya que «cuando ha habido un levantamiento de las restricciones, ha habido un aumento de las reservas importante hacia nuestro país».

Por otra parte, el Gobierno anunció este miércoles que destinará más de 2,3 millones para impulsar los planes de sostenibilidad turística en destino en Peñíscola y Altea. La inversión se suma a la aprobada el año pasado para Gandía y Benidorm. Los planes deberán ejecutarse conjuntamente con la iniciativa privada.

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