Los casos de melanomas dermatológicos o cáncer de piel avanzado han aumentado significativamente a consecuencia del retraso en el diagnóstico precoz que ha originado la derivación de los servicios sanitarios para combatir la pandemia del coronavirus.
Así lo denuncian los especialistas desde la Asociación de Dermatología y Venerología, cuyos facultativos tanto de Atención Primaria como en Dermatología, Anatomía Patológica y Oncología calculan que el diagnóstico de melanoma se ha reducido hasta en un 50% a lo largo de estos meses de pandemia.
Explican que el melanoma es el cáncer de piel más agresivo y que su incidencia va en aumento los últimos años en toda España con alrededor de 6.000 casos más y una proporción aproximada de 600 en la Comunidad.
Los especialistas alertan del impacto negativo de la pandemia en la detección de esta patología, lo que, insisten, ha favorecido un aumento de casos sobre lesiones en fases ya avanzadas.
Los médicos de familia sopesan que los centros de salud son, precisamente, la puerta de entrada al circuito asistencial del melanoma, pero que a consecuencia de la pandemia están centrando su actividad en el coronavirus y la labor que llevan a cabo de cribado del melanoma se ve significativamente reducida.
Lesiones
Esta situación ha provocado a su vez que, posteriormente, estos mismo doctores se estén encontrando, tal y como relatan, «melanomas en fases mucho más avanzadas» por lo que han pasado de medir las lesiones de piel en milímetros a centímetros, según lamentan.
Las mejoras preestablecidas a la hora de apuntar los pronósticos gracias a los avances terapéuticos y la mayor supervivencia, también por la detección en estadios primarios de la enfermedad, ha dado por tanto importantes pasos atrás por culpa de la pandemia, y los facultativos insisten en que perciben un mayor volumen de melanomas primarios profundos y metástasis a distancia. «El melanoma tiene predilección por el cerebro y la metástasis en esta zona es devastadora», advierten.
Para la detección, recuerdan, es fundamental el trabajo multidisciplinar de los distintos especialistas a partir de las dermatoscopias en Atención Primaria, así como la introducción de biomarcadores y los estudios moleculares para poder determinar con la máxima precisión posible tanto el perfil del tumor, como el tratamiento más adecuado.
En la línea del tratamiento de daños en la piel, investigadores del Hospital General participan con otros siete centros españoles en un ensayo clínico dermatológico a nivel internacional para evaluar la eficacia de un nuevo tratamiento en personas adultas que padecen eczema crónico de manos con un nivel de moderado a grave.
Al proyecto se suman hospitales de otras autonomías, siendo el General de Alicante el que representa a la Comunidad ante los restantes 52 hospitales de otros siete países también, entre los que figuran Alemania, Canadá, Países Bajos, Polonia, Dinamarca y Bélgica.
Pacientes
Para el ensayo van a contar con medio centenar de pacientes durante 28 meses, hasta octubre de 2023. El director de la Unidad de Alergia Cutánea del Hospital General de Alicante, Juan Francisco Silvestre, a su vez responsable del ensayo clínico, destaca que es «imprescindible visibilizar la apuesta por la innovación, la investigación y el desarrollo clínico».
Añade que este tipo de ensayos permiten «abordar necesidades no atendidas de pacientes que sufren una condición como el eczema crónico de manos de moderado a grave que, desafortunadamente, tiene un gran impacto en su calidad de vida».
Para el doctor, contribuir a ofrecer una solución a los problemas de los pacientes atópicos que entran en la consulta «es el mejor premio a nuestra labor diaria». Y más teniendo en cuenta las limitadas opciones existentes para el uso crónico de los tratamientos.
Este tipo de eczemas es el que dura más de tres meses y presenta entre dos o más recaídas a lo largo del año. Es el trastorno cutáneo de manos más común y su prevalencia anual es del 10%.
