En cualquier carrera de ciclismo, el que va en medio del pelotón, rodeado de otros corredores, cuenta con el resguardo del resto de sus compañeros respecto al viento por lo que su pedaleo tiene menos resistencia y, por ende, es más sencillo, gasta menos energía y dispone de más fuerza para los momentos complicados de la ruta. La llamada inmunidad de grupo tiene un efecto similar: vivir entre vacunados dificulta el paso del virus, que se va debilitando por el cortafuegos de la inmunización, impidiendo que llegue a aquellos sin vacunar. Esa, al menos, es la teoría.

La Comunidad Valenciana avanza en la vacunación contra la covid. Esta semana comenzó de manera masiva la inoculación entre los veinteañeros y ya son más del 70 % de la población a vacunar (los 4,5 millones de valencianos y valencianas de más de 12 años) los que cuentan con una dosis. En este caso 70 % no es un número cualquiera, es el umbral que se fijó para llegar a la llamada inmunidad de rebaño a partir del que la pandemia de la covid comenzaría a remitir. ¿Objetivo cumplido entonces? No todavía.

«La inmunidad de grupo es un cálculo, pero no es un número fijo que marque el final de la pandemia, no significa que al pasar del 69 % al 70 % de vacunados la transmisión se acabe», explica Salvador Peiró, especialista de Salud Pública de la Fundación Fisabio. Según detalla, estas primeras cuentas se hicieron a partir de la idea de una efectividad del 100 % de las vacunas, de que los vacunados no contagiaban y que el índice de reproducción del virus era de tres: cada contagiado transmitía el virus a otras tres personas.

La ola veraniega de la covid ha cambiado la concepción de la inmunidad de grupo y ha obligado a rehacer las operaciones tras las evidencias que su evolución ha ido dejando. Como desgrana Peiró, las vacunas no tienen una efectividad total sino que ronda entre el 80 y el 90 % dependiendo la variante, los inmunizados no solo pueden contagiarse sino también transmitir el virus y, además, este repunte ha provocado que la mutación Delta y su mayor capacidad de expansión sea la predominante lo que ha hecho que el índice de reproducción suba y que cada contagiado pase el virus a más personas.

Con todo ello, el epidemiólogo asegura que el cálculo de la inmunidad de grupo debería superar el 70 % mencionado y la sitúa en torno al 80 y el 85 %, eso sí, «sobre toda la población». «Esto incluiría a los menores de 12 años en el cálculo», expresa, una población sobre la que todavía no se ha tomado una decisión respecto a si deben o no recibir la inyección anticovid. Vacunarlos o no influirá en los porcentajes que sean necesarios entre los adultos (también entre 12 y 18 años) para alcanzar la inmunidad grupal.

De momento, los especialistas no temen que aquellas personas reacias a la inoculación sean los que impidan alcanzar esa protección global.