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El temor del turismo inglés a volver a la Costa Blanca deja un «agujero» de 600 millones

La decisión del Gobierno británico de mantener a España sin cuarentena para los turistas vacunados tampoco logra reactivar este mercado

Turistas británicos en la desolada zona «guiri» de Benidorm este jueves. | David Revenga

Un «agujero» de 600 millones de euros porque ni los turistas ingleses vacunados vuelven este verano. La esperanza es lo último que se pierde, pero julio y agosto están perdidos para recuperar el turismo británico. El Gobierno de Johnson ha despejado los temores que existían en el sector al mantener fuera de su lista roja de destinos de viaje a España, que continuará en la categoría ámbar – se barajó pasar a ámbar plus-, a pesar de la presencia de «variantes preocupantes» del coronavirus en el país y el alto número de casos positivos. Finalmente, la Costa Blanca estará, en principio, hasta primeros del próximo septiembre (nueva revisión) en ámbar, por lo que los viajeros que regresen a Inglaterra desde España continuarán exentos de pasar una cuarentena si han recibido la pauta completa de una vacuna contra el covid. Deberán, no obstante, hacerse un test antes coger el avión de vuelta y al menos otro una vez en casa.

En teoría una buena noticia para el sector que, sin embargo, no tendrá consecuencias inmediatas, por lo que los hoteleros dan ya por amortizado agosto en lo que se refiere a este mercado, lo que implica la pérdida de un volumen de negocio de unos 600 millones de euros en julio y agosto en la provincia provocada por la ausencia del turismo inglés. El Gobierno británico ha cedido a la presión de su industria turística que, por ejemplo, mueve 18 millones de visitantes al año en España, cuatro en la provincia de Alicante.

El levantamiento de las restricciones totales a los ingleses -30% del mercado internacional de la provincia en agosto- que viajan a países en ámbar (España) desde el pasado 19 de julio, no ha tenido un efecto positivo en el sector turístico de la Costa Blanca. Tres semanas después apenas entran reservas de ingleses para este agosto, aunque sí empieza a moverse con fuerza el mercado para el otoño, porque los ingleses están esperando a que, «al menos haya dos o tres meses de tranquilidad. No hay certezas sobre si en cualquier momento puede cambiar el nivel de las restricciones y lo que menos desea un turista es encontrarse con problemas durante su viaje de vacaciones, y mucho menos la posibilidad de quedarse colgado. Esto les preocupa incluso más que la posibilidad de contagiarse porque prácticamente todos los británicos están vacunados». En concreto, entre la población adulta del Reino Unido, el 73,2% ya ha recibido la pauta de vacunación, mientras que el 88,7 % cuenta con al menos una dosis.

A pesar de que las directrices oficiales permiten que el test que se presenta en la frontera al regresar al Reino Unido sea una prueba de antígenos, el Ejecutivo británico recomienda, además, a los pasajeros que partan desde España se hagan una prueba PCR, más cara que el test de antígenos.

Los técnicos que asesoran a Boris Johnson argumentan que esos exámenes permiten secuenciar el genoma del virus en caso de dar un resultado positivo y resaltan que en España se han detectado variantes del patógeno especialmente alarmantes, como la Beta, detectada por primera vez en Sudáfrica, y la variantes asociada a Colombia.

Ese factor, junto al elevado volumen de pasajeros que regresan desde la península y las islas españolas, el destino vacacional más popular entre los británicos, así como las tasas de contagios en el país, han llevado a las autoridades del Reino Unido a pedir «precauciones adicionales» a sus turistas. «Los médicos y científicos británicos continuarán en contacto cercano con sus colegas en España para mantenerse al día sobre los últimos datos» de la epidemia en el país, recalcó este jueves el Gobierno en un comunicado. Las restricciones de viaje del Ejecutivo central del Reino Unido, que se actualizan cada tres semanas, afectan a Inglaterra, donde viven en torno a 56 de los 66,5 millones de británicos, si bien los gobiernos autónomos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte han seguido hasta ahora una estrategia similar.

La próxima revisión será en la segunda semana de septiembre, mes para el que sí hay reservas en los hoteles de Benidorm, hoy sin ingleses. Si en las tres semanas que restan se recupera la normalidad sanitaria, habrá otoño.

El Consejo Mundial de Turismo denuncia la confusión del semáforo

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo ha reclamado al Gobierno británico que elimine la categoría ámbar de su «confuso» semáforo sanitario que controla la situación de los países frente covid. «Es hora de que el Ejecutivo elimine la ambigüedad abandonando el confuso y dañino sistema de semáforos y reemplazándolo por otro más simple de entender con solo países en verde y rojo, para que los viajeros sepan exactamente dónde se encuentran», subraya la vicepresidenta senior directora ejecutiva Virginia Messina.

El Consejo considera que este sistema «confuso y dañino» debería ser reemplazado por una lista más fácil de entender. En su opinión el esquema actual ha perjudicado tanto a turistas como a empresas y ha erosionado la confianza de los consumidores para viajar. La petición de este «lobby» se produce justo cuando el Ejecutivo de Boris Johnson ha actualizado su lista de destinos de viaje seguros. «El Reino Unido debería abrir sus puertas no solo a los viajeros completamente vacunados de Estados Unidos y la UE, sino también a los visitantes de todo el mundo que han recibido doble inyección, demostrando que estamos abiertos a los negocios y listos para dar la bienvenida a todos los viajeros seguros», explican desde la organización.

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