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Médico de urgencias en el hospital del Vinalopó.

Julio Armas : «La relajación de las medidas se ha entendido como un libertinaje»

Con miles de seguidores en sus redes sociales, lucha día a día contra el negacionismo y la precaridad laboral en el sector sanitario, poniendo voz y rostro al covid y sus efector colaterales: desmantelamiento de la Atención Primaria y demoras en citas para los especialistas, entre otros

Julio Armas, médico de urgencias en el Hospital del Vinalopó de Elche. | INFORMACIÓN

Julio Armas, médico de urgencias en el Hospital del Vinalopó, apunta que en estos momentos la mayor urgencia es «vivir». Apela a la responsabilidad individual como hilo conductor para terminar con esta pandemia, cuyos resultados dejan un panorama sanitario en números rojos.

700 contagios por día en la provincia, las UCI’s vuelven a estar ocupadas... ¿Cómo es la situación hospitalaria desde dentro?

Lo que está ocurriendo este verano es la consecuencia de no haber educado bien a la población desde el inicio. La relajación de muchas medidas y la vuelta de una vida más cercana a la «normalidad» ha sido interpretada por muchos, de todas las edades, como un libertinaje sin límites, pero con consecuencias muy drásticas. Con el incremento de contagios estamos viendo también la paulatina subida de ingresos y sabemos que se traducirá en más pacientes graves y más fallecidos. El perfil de paciente que acude a urgencias es un paciente joven, no vacunado, con contacto previo con un paciente con covid y con síntomas leves, pero esto es una ruleta rusa.

¿Qué está ocurriendo en urgencias en estos momentos?

En urgencias asumimos las carencias de todo el sistema sanitario y con nuestras plantillas infradotadas y sin cubrir vacaciones y bajas se hace cuesta arriba cada turno. El desmantelamiento progresivo de la Atención Primaria, las demoras en primeras citas para otros especialistas y las listas de espera para intervenciones en números rojos son la bomba de relojería perfecta para este desastre. Y los gestores lo saben, pero no lo solucionan, es muy difícil enfrentar el caos con soluciones, mejor es mirar hacia otro lado.

¿Quiénes sufren estos daños colaterales?

La saturación de los servicios sanitarios siempre pone en juego la salud de los pacientes y de los propios profesionales. En la epidemia solo atendemos la punta del iceberg, miles de pacientes pierden el acceso a un primer diagnóstico precoz, al seguimiento de enfermedades crónicas y la solución de problemas de salud graves. En muchos casos estos daños colaterales se traducen en muertes evitables.

Centenares de personas se encuentran con citas disponibles para dentro de un mes, Salud Mental las da cada cuatro meses. ¿Cómo se digiere esto?

Esto denota la precariedad de nuestro sistema de salud y lo frágil que es en situaciones como estas. La no renovación de contratos, los recortes de los últimos años y la salida de muchísimo talento al exterior en busca de mejores condiciones laborales, condicionan que no se puedan sustituirá todos los profesionales durante el período estival. Los que nos quedamos aguantamos agendas de hasta 60 pacientes, hacemos todo el trabajo de rastreo, las cuestiones administrativas, doblamos turnos y hasta aplazamos nuestras vacaciones. Los que nos quedamos asumimos una carga laboral injusta y lesiva para nuestra salud. Y los pacientes siguen recibiendo la peor cara de la historia: nos falta tiempo para ayudarlos.

¿Qué le diría a quienes creen que la vacuna no es efectiva, pese a que los datos demuestren lo contrario?

La vacunación ha demostrado ser efectiva desde el inicio de la campaña, pero el mensaje de una «inmunidad posvacunal a prueba de balas» no lo ha sido tanto. La vacuna protege contra formas moderas y graves de la enfermedad, reduce hospitalizaciones, ingreso en UCI y mortalidad. Sin las vacunas lo que estaríamos viviendo ahora sería la misma catástrofe de meses atrás, y lamentaríamos muchísimas vidas más. Las vacunas funcionan, sin embargo, el negacionismo y las «pseudoterapias» no.

Siente que en esta quinta ola, la población no la está percibiendo como tal?

Se está percibiendo como un repunte de casos, menos ingresos y formas más leves de la enfermedad, pero estamos olvidando que más del 50% de la población no está vacunada y que aún estando vacunados podemos enfermar de forma leve, pero seguir transmitiendo la enfermedad.

¿Qué cree que ha fallado esta vez?

Lo que ha fallado desde el principio: educar desde la responsabilidad individual, el civismo y el sentido común. Hemos acostumbrado a la población a cerrar cosas, limitar cosas, pero no los hemos educado suficiente.

¿Qué se necesita en estos momentos para «curar» la situación?

Por un lado, se necesita más responsabilidad de todos, mensajes claros sobre la importancia de la vacunación, del uso de mascarillas, de respetar los aforos. Insistir en la necesidad de la correcta ventilación de interiores, de las reuniones seguras y de evitar volver a meses atrás. También necesitamos políticos que se anticipen, que participen y que se basen en la ciencia para salir adelante.

¿Ha querido «tirar la toalla» tras una pandemia que está dejando en números rojos los ánimos de los sanitarios?

Muchas veces al llegar a casa he sopesado la posibilidad de no volver más, de dejarlo todo e irme lejos. Supongo que tanta carga laboral nos juega malas pasadas. Luego, cuando ya estás más calmado, vuelves a lo que verdaderamente te hace feliz: no salvas vidas por opción, lo haces por vocación.

¿Qué se dice a si mismo todos los días para poder continuar luchando contra la pandemia?

Todos los días cuando me levanto recuerdo las palabras de mi abuela que ya no está: a esta vida hemos venido a ayudar, aunque a veces el precio sea muy alto. Y de eso se trata, hoy día lo único verdaderamente urgente es vivir.

Lance un mensaje a la ciudadanía desde la experiencia y la lucha.

Llevamos muchos meses, demasiados, de restricciones, estamos todos hartos de llevar mascarillas, de no poder hacer muchas cosas que nos gustan, pero la única forma de acabar con esta epidemia es remando todos en el mismo sentido y juntos. Así que, vacúnate, protégete, cuida a los tuyos y sé responsable, porque en esto nos va la vida a todos.

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