«Estamos acelerando y tramitando a toda velocidad los proyectos de los colegios. Tenemos todo preparado para la redacción de los proyectos en Contratación, ya que el Ayuntamiento asume esa delegación y esa responsabilidad». Estas palabras del alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), se escucharon hace casi cuatro meses, a principios de mayo, tras la enésima protesta de las familias que llevan a sus hijos a los centros incluidos en el Plan Edificant.
Casi superado el verano, todo sigue igual. O peor. Porque la última noticia al respecto ha sido que el Ayuntamiento ha pedido un informe a Generalitat relativo a la tramitación del Plan Edificant. Sin concretar más detalles, fuentes municipales se limitaron a asegurar que el peticionario, en este caso, ha sido el secretario municipal. Según el concejal de Contratación, Manuel Villar, el informe se ha solicitado a Intervención. En los diferentes departamentos de la Generalitat, según fuentes consultadas, nadie sabe nada del informe, ni entienden tampoco la necesidad de dilatar aún más un proyecto que en Alicante lleva bloqueado prácticamente desde que se impulsó desde la conselleria que dirige Vicent Marzà (Compromís).
De hecho, en todos estos años de gobierno del Botànic, sólo un centro de Alicante se ha beneficiado del Plan Edificant. Y ha sido con una obra casi testimonial, por un montante menor para la iniciativa. Se trata de la construcción de una escalera de emergencias en el CEIP Emilio Varela, con una inversión de la conselleria de 44.000 euros. Ésta es la única obra realizada hasta la fecha.
Todo lo demás está parado. Tres de los seis centros incluidos en el Edificant llevan desde hace tres años a la espera de que el bipartito de Alicante licite la redacción de los proyectos para mejorar sus colegios. Son para las ampliaciones del Juan Bautista Llorca (donde se construirá un gimnasio y un comedor, con una inversión de 1,6 millones de euros) y de La Florida (para habilitar dos aulas más de educación infantil, con 430.000 euros) y para la rehabilitación integral del CEE Santo Ángel (con algo más de un millón de euros). Las delegaciones de las competencias de esos tres colegios, pese a los conocidos reparos de Intervención por sus reticencias a que el Ayuntamiento asuma competencias impropias, se aprobó en el pleno de finales de septiembre de 2018.
Los otros dos centros incluidos en el plan también empiezan a acumular una espera importante. Se trata de la construcción del CEE El Somni (obra delegada en diciembre de 2020) y el CEIP La Cañada del Fenollar (delegada en enero de 2020).
Cambios presupuestarios
En el Presupuesto municipal para este 2021, el Ayuntamiento contempló una partida para infraestructuras educativas de unos 1,5 millones. El último ajuste de anualidades aprobado por el gobierno municipal a finales del pasado 2020, tras los retrasos acumulados, supuso en la práctica prorrogar un año más el calendario previsto para los cinco colegios del Edificant: para La Florida se reparten 184.814 euros en 2021 y 244.737 en 2022; el de Juan Bautista Llorca, en 686.905 euros en 2021 y 886.977 millones en 2022; el del Santo Ángel, en 385.444 euros en 2021 y 656.993 en 2022, y La Cañada, 150.891 euros para 2021 y 4.584.904 para 2022. A estos proyectos se sumó El Somni, con una inversión total de 5,8 millones para su construcción en una parcela situada en el PAU 2.
Desde la Conselleria de Educación recordaban recientemente que todo está parado a la espera de que el gobierno municipal licite la redacción de los proyectos los cinco colegios, como paso necesario para poder licitar posteriormente las obras. Barcala, de hecho, anunció que volvería a superar los reparos de Intervención, para lo que pidió un informe jurídico. «La situación no ha variado respecto a febrero, cuando se propuso al Ayuntamiento un acuerdo para reformar uno de cada tres centros educativos de la ciudad. Propuesta, de la que no hemos recibido contestación», señalaron desde el departamento que dirige Marzà.
También está pendiente el otro centro que se prevé construir en próximas fechas en Alicante: La Almadraba. En este caso, la obra se realizará al margen del Edificant, por lo que la asumirá directamente la conselleria, que debe licitar la redacción de un proyecto con un presupuesto que rondará los siete millones. En este caso, desde el gobierno local llevan meses presionando para que se impulse la redacción del proyecto, que conselleria pretende tener lista para el primer trimestre de 2022, según la última previsión hecha oficial. De no haber retrasos, la obra tendría que arrancar a principios de 2023.
Tres centros seguirán con amianto tras el choque entre administraciones
Este verano de 2021 era el elegido por la Conselleria de Educación para retirar el fibrocemento de seis colegios de Alicante. Sin embargo, las obras sólo se van a realizar en tres de esos centros (San Nicolás de Bari, Gabriel Miró y Rabassa). En los otros tres colegios todo seguirá igual pese al anuncio del departamento que dirige Marzà. Y todo por el choque con el Ayuntamiento respecto a quién debía asumir el realojo temporal de los conserjes del Azorín, El Tossal y Emilio Varela. Todo apunta a que ese conflicto obligará a aplazar la retirada del amianto al próximo verano. Este martes, el director general de Infraestructuras Educativas, Víctor García, reunirá a los equipos directivos y a las AMPA para tratar el asunto.
