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Igualdad rectifica y concede la tarjeta para aparcar al hombre con graves secuelas del covid

La conselleria aprueba después de 14 meses la movilidad reducida al paciente, que sufre la amputación de una pierna y tiene la mitad del cuerpo paralizado

El covid ha dejado a Jaime Ortiz secuelas que le impiden llevar una vida independiente. | PILAR CORTÉS

La Conselleria de Igualdad finalmente ha rectificado y ha decidido conceder la movilidad reducida a Jaime Ortiz, un vecino de Alicante a quien el covid le ha producido una parálisis del lado izquierdo del cuerpo y la amputación de la pierna derecha.

Con esta valoración de movilidad reducida, Ortiz tendrá derecho, tal y como reclamaba, a una tarjeta para que su mujer pueda estacionar el coche en plazas reservadas para personas con discapacidad y que de esta manera su día a día sea más sencillo. Además de concederle la movilidad reducida, la Conselleria de Igualdad eleva el grado de discapacidad para Ortiz del 49% inicial al 53%. Aunque desde el departamento de Mónica Oltra no le han notificado aún de manera oficial este cambio de criterio en su valoración, el afectado sí que ha recibido «una comunicación extraoficial» para trasladarle la noticia. Al mismo tiempo, desde la Conselleria de Igualdad confirman a este diario este cambio de criterio.

Ortiz fue de las primeras personas en ingresar a causa del covid en la provincia. Fue en marzo del año pasado, tras regresar de un viaje con dos amigos por Ibiza. A raíz del coronavirus sufrió un trombo que obligó a los médicos a amputarle la pierna por debajo de la rodilla. Como secuela también le ha quedado una hemiplejía que le ha dejado paralizados el brazo y la pierna izquierda.

La lucha contra el virus le llevó a permanecer 30 días en la UCI. Después, cerca de otro mes en planta y de ahí a una clínica de rehabilitación. Pese a los meses de rehabilitación, a las sesiones de fisioterapia y a los ejercicios que Ortiz hace a diario, la movilidad en la mitad del cuerpo ha quedado muy limitada. Estando en el centro, en julio del año pasado, presentó toda la documentación para conseguir la movilidad reducida. Tardaron algo más de un año en decirle que le daban un 49% de invalidez pero le denegaban la solicitud de declaración de movilidad reducida, por tener solo cero puntos en el informe psicosocial.

El afectado se lamentaba de que nadie había ido a valorarle para emitir el informe. A los pocos días de presentar un recurso contra esta decisión de la Administración, en agosto, Jaime y su mujer salieron con el coche para cenar fuera de casa. Su mujer aparcó en batería el coche y al tratar de pasar de la calzada a la acera, salvando el escalón de 20 centímetros para sentarse en la silla de ruedas, le falló la pierna izquierda que tiene paralizada por el covid y se cayó al suelo. A raíz de esta caída, Ortiz tuvo que ingresar en el hospital para que le colocaran una prótesis de cadera.

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