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El turismo español crece un 10% frente a 2019 pero no compensa la falta de visitantes extranjeros

Benidorm prevé que la ocupación caiga 20 puntos

Turistas extranjeros pasean por uno de los paseos marítimos de Benidorm, este mes de agosto. |

Ha reaccionado como nunca pero sigue siendo insuficiente. Las ganas de viajar que llevamos acumulando desde que estalló la crisis sanitaria del covid-19 y la incertidumbre sobre los viajes al extranjero han hecho que el turismo nacional haya viajado este verano más que nunca a destinos como la Costa Blanca, hasta el punto de convertirse en un mercado clave para la recuperación. No obstante, la amplísima oferta que aglutinan muchas localidades, sobre todo Benidorm, y el mantenimiento de duras restricciones en países emisores, principalmente en Reino Unido, han hecho que el número de viajeros nacionales no alcance para amortiguar el bajón y permita afrontar con buenas perspectivas la dura campaña que se presenta de ahora en adelante para el sector.

La provincia cierra agosto con una ocupación hotelera del 89,8%, tres puntos menos que hace 2 años

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Basta con observar algunos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística en la última Encuesta de Coyuntura Hotelera, correspondiente al mes de julio pero que es perfectamente aplicable al conjunto de la temporada. En ella se observa que el mantenimiento de medidas como las cuarentenas o la necesidad de realizarse pruebas PCR para salir al extranjero en los principales mercados internacionales restaron a los hoteles provincia más de 90.000 clientes al mes, a pesar de que el número de turistas españoles se incremento en casi un 10% con respecto a las cifras del año 2019, el año inmediatamente anterior a la pandemia y en el que se batieron todos los registros turísticos.

De hecho, atendiendo a estos datos, si hablásemos únicamente del comportamiento del mercado nacional, la provincia, la capital turística de la Costa Blanca y el conjunto de la Comunidad se situarían en su récord casi histórico en cuanto a llegada de clientes, como se observa en la tabla anexa a esta información. No obstante, en la misma también se aprecia con claridad el lastre que la falta de extranjeros está suponiendo para el sector. De los 208.573 viajeros no residentes en España que se desplazaron hasta Alicante en julio de 2019, la cifra cayó hasta solo 44.885 el pasado año y, aunque en el primer mes de este verano se consiguió duplicar este registro, el resultado sigue a años luz de la etapa precovid, con un máximo de 86.960 turistas internacionales: 121.613 clientes menos.

Y lo mismo sucedió en Benidorm. En la capital turística de la provincia, el número de extranjeros que se hospedaron en hoteles durante el pasado julio fue de 84.347 turistas menos que dos años antes, a pesar de que entre 2020 y 2021 hubo un crecimiento de más del cien por cien, pasando de 15.304 a 30.722 alojados.

Casi un 90% de ocupación

La patronal hotelera Hosbec ha avanzado este martes que la Costa Blanca cerrará el mes de agosto con una ocupación media del 89,8%, un resultado positivo pero que no supera los registros de la prepandemia, ya que en agosto de 2019 se registró un 92,2% y, además, estaba abierta toda la planta hotelera disponible. Por lo que respecta a Benidorm, la cifra se reduce hasta el 83,6%, también lejos del registro de 2019 (93,3%) y con un 15,8% de sus hoteles que no han llegado a abrir.

Los datos de la patronal apuntan que el mercado nacional ha representado en torno al 80% del total de turistas alojados, mientras que portugueses, franceses, belgas, holandeses y británicos también coparon, aunque en mucha menor medida, el resto de las camas ofertadas en agosto.

El panorama es mucho menos alentador para lo que resta de temporada estival. Septiembre, un mes de altísima ocupación en condiciones normales, se presenta con un porcentaje de reservas que en algunos destinos no superan el 20% para el conjunto del mes, lo que ha hecho que la propia Hosbec apunte la posibilidad de que algunos establecimientos comiencen a planificar el cierre en cuanto comience el curso escolar.

Las previsiones para esta semana en curso ofrecidas ayer para esta agrupación empresarial confirman estos malos pronósticos iniciales. De hecho, el principal destino turístico de la provincia, Benidorm, inicia septiembre con una ocupación prevista del 63,8%l lo que representa veinte puntos menos que la media de ocupación alcanzada en el conjunto del mes. Por su parte, en el resto de destinos de la Costa Blanca se prevé alcanzar una media del 69,5%. No obstante, desde la patronal hotelera matizan que, como viene siendo habitual, el sector espera mejorar este dato de cara al fin de semana gracias a las reservas de última hora.

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