Sesenta enmiendas, dos de ellas a la totalidad, presentadas al Plan Local de Residuos de Alicante, un documento que pretende ser la hoja de ruta de la gestión de los residuos municipales durante los próximos años y base del nuevo contrato de recogida de residuos.
El grupo municipal socialista defenderá una enmienda a la totalidad al proyecto de Plan Local de Residuos del bipartito de PP y Ciudadanos, que deberá debatirse en la próxima sesión de la Comisión de Servicios, previa al pleno municipal. «El documento, que acumula varios retrasos, no cumple en la forma ni en el fondo con lo previsto en la normativa autonómica de residuos, una situación que expone a Alicante a severas sanciones europeas si como propone el texto, se mantiene la misma planificación de la recogida de residuos que nos ha llevado a estar a la cola de las ciudades españolas, tanto en limpieza como en reciclaje», señalan los socialistas, críticos con la ambición del gobierno municipal: «La falta de rigor con la que se ha llevado a cabo el Plan no es más alarmante que el conformismo pretendido por Barcala con este proyecto, ya que ni implantan sistemas de recogida puerta a puerta realmente zonificados, ni prevén la recogida neumática, ni quieren dar acceso al compostaje, entre muchas otras deficiencias consecuentes con su obscena falta de ambición y compromiso medioambiental», según el concejal socialista Raúl Ruiz, quien explicó que «ante la posibilidad de que el alcalde Barcala se apoye en la ultraderecha [Vox] para frenar la iniciativa», el PSOE ha registrado también 45 enmiendas parciales para «que el texto resultante sea lo menos lesivo posible para la ciudad».
La otra enmienda a la totalidad tiene la firma de Unidas Podemos. La coalición exige al bipartito un «compromiso real» para alcanzar los mínimos legales que marca la Unión Europea en el reciclaje de residuos y considera que la «estrategia desplegada por el bipartito prioriza el margen de beneficio de la futura concesionaria frente a la reducción del impacto de la contaminación de nuestra ciudad, algo grave y perjudicial en época de emergencia climática». La concejala Vanessa Romero sostiene que el Plan es «obsoleto y continuista, ya que hipoteca a la ciudad de Alicante durante un mínimo de veinte años con un sistema que no va a ayudar a alcanzar los niveles de reciclaje exigidos desde las instancias superiores». Por su parte, El portavoz municipal de Unidas Podemos, Xavier López, echa en falta «una apuesta firme por la reducción de residuos ya que el mejor residuo es el que no se genera».
Entre los grupos que se decantaron únicamente por las enmiendas parciales se encuentra Compromís y Vox. El portavoz de la coalición valencianista, Natxo Bellido, asegura que «el plan debe ser la estrategia para cambiar de forma radical la forma de tratar y de gestionar nuestros residuos urbanos» por lo que sus propuestas van en la línea de «incrementar las políticas de reducción de residuos a la necesaria difusión, concienciación y comunicación de este cambio de modelo que tenemos que hacer hacia toda la población e introducir medidas como la recogida puerta a puerta en determinados barrios».
Por último, Vox reclama más contenedores para los restos de poda en las partidas rurales, frenar la reducción de contenedores grises «ya que son donde la mayoría de ciudadanos deposita sus residuos domésticos», incrementar por su parte las papeleras de Alicante, además de promover campañas de sensibilización para «eliminar el desecho de toallitas higiénicas y otros residuos por el WC».
Desde el bipartito no han presentado ninguna enmienda, como en ocasiones se realiza para ajustar algún detalle en el documento.
