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Absuelto de violación tras pasar casi dos años preso en Fontcalent

La Audiencia Provincial considera que el acusado mantuvo relaciones sexuales con una conocida de forma consentida en Santa Pola y dice que el relato de la mujer «no es coherente, ni razonable»

Imagen de archivo del centro penitenciario de Fontcalent PILAR CORTÉS

La Audiencia ha absuelto a un hombre de 37 años acusado de violar a una mujer y que ha pasado casi dos años recluido de forma preventiva en la prisión alicantina de Fontcalent. En la sentencia, notificada el pasado julio, se acordó la inmediata puesta en libertad de este hombre, defendido por el abogado José Luis Sánchez Calvo, al considerar probado que el acusado mantuvo relaciones sexuales con la denunciante de forma consentida. El acusado ahora absuelto se enfrentaba a sendas peticiones de 10 y 12 años de prisión por parte de la Fiscalía y de la acusación particular por agresión sexual.

A juicio del tribunal, el relato de la mujer «no es coherente, ni razonable» y aunque estima que su testimonio puede servir para enervar la presunción de inocencia, en este caso debe prevalecer el principio de «in dubio pro reo» y se acuerda la absolución.

Los hechos declarados probados en la sentencia de la Audiencia Provincial ocurrieron en octubre de 2019. El acusado y la víctima quedaron para ir a Santa Pola la noche del 3 de octubre. Ambos se conocían desde hacía un mes y medio a través de Facebook . Inicialmente se trataba de una relación comercial, porque él tenía un restaurante y ella le vendía un determinado producto, pero ese contacto se convirtió en una relación de amistad.

El acusado y su amiga estuvieron en un bar inglés cercano al puerto de Santa Pola y cuando iban a cerrar pidieron dos gin tonic y se dirigieron sobre las dos de la madrugada hacia un espigón de la playa. Antes recogieron una funda de coche para sentarse sobre ella y tras pasear durante diez minutos llegaron al espigón. Estuvieron conversando durante quince minutos y mantuvieron una relación sexual. A continuación fueron al coche y regresaron a Elche en el vehículo de él pero conduciéndolo ella.

Ese mismo día 4, sobre las once y media de la noche, la mujer acudió al Hospital General de Elche y contó que había estado con un amigo en un concierto y que al terminar se fueron a la playa y la violó. La mujer relató que no tenía claro que fuese a presenciar denuncia y que su preocupación era hacerse análisis para descartar enfermedades de transmisión sexual.

El acusado llamó ese día dos veces a su amiga pero no atendió la llamada y le envió un mensaje diciéndole que quería hablar con ella.

La mujer presentó denuncia el día 5 y aportó unas capturas de pantalla de WhatsApp enviados supuestamente a la víctima por el acusado desde otro número de teléfono que figura a su nombre. Sin embargo, no aparecía la fecha de envío y el tribunal estima que no se ha probado que el procesado enviara esos mensajes donde supuestamente reconoce la agresión sexual.

Para la Audiencia, el testimonio de la única testigo de cargo «ha zigzagueado hasta el punto de hacer dudar a este tribunal sobre la realidad de los hechos objeto de acusación». También afirma que el acusado «tampoco parece que haya dicho toda la verdad» pero señala que las pruebas son insuficientes para condenarlo.

Asimismo, el fallo hace referencia a la tesis del móvil económico planteada por la defensa. Indica que dos testigos de descargo declararon que el acusado les comentó que en el viaje de regreso a Elche la mujer le pidió 15.000 euros a cambio de no denunciarlo por acoso. Sin embargo, tampoco lo considera probado y plantea que también cabe la posibilidad de que denunciara por las consecuencias que le podría acarrear al estar en proceso de divorcio. Por otro lado, las lesiones que presentaba no determinan que hubiese sido víctima de una situación de violencia.

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