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La rectora arremete contra la AVI por poner en duda la excelencia de la investigación en la UA

Amparo Navarro exige un cambio de baremo en las ayudas u Le preocupa que la discriminación de la Agencia Valenciana de Investigación pueda repercutir en la nueva financiación universitaria

La investigación en la Universidad de Alicante sitúa a la institución entre las 500 mejores de todo el mundo en hasta cinco disciplinas. | PILAR CORTÉS

La discriminación de la AVI, Agencia Valenciana de Investigación, con las universidades de la provincia a la hora de repartir fondos públicos para la investigación, preocupa especialmente a la rectora de Alicante, Amparo Navarro, que exige que se cambie el baremo en próximas convocatorias, además de alertar sobre las posibles repercusiones que este modo de proceder pueda tener a la hora del reparto de fondos universitarios que los rectores esperan del nuevo modelo de financiación, cuya elaboración está en proceso desde la Conselleria de Innovación y Universidades que dirige Carolina Pascual.

La máxima responsable de la Universidad de Alicante, institución académica que ha salido peor parada en el reparto de fondos por la AVI para investigar, recalca su gran preocupación al respecto. «Me preocupa mucho porque no se corresponde con los porcentajes de éxito que tenemos en otras convocatorias nacionales, europeas e internacionales. Por todo ello en la Universidad de Alicante no aceptamos que no seamos excelentes», destaca.

Preguntada por este diario sobre la evaluación de los proyectos por parte de la AVI, la rectora abunda en que «no discutimos que la evaluación sea correcta, pero entendemos que hay que revisar los baremos».

Sumamente molesta porque de los fondos de la entidad pública dependiente de la Generalitat, AVI, cuyo objeto general es la mejora del modelo productivo de la Comunidad, apenas se hayan concedido a la UA el 19,04% de los proyectos solicitados -cuatro de los veintiuno presentados-, convirtiéndose en la peor tratada en toda la Comunidad pese a hechos contrastados como su situación entre las 500 mejores universidades de todo el mundo en la investigación sobre Turismo, Química, Ingeniería Química, Lingüística y Economía, Amparo Navarro traslada lo sucedido con la UA a la situación en el conjunto de España en investigación. «Nadie entendería que en el reparto de proyectos nacionales o europeos, nuestro país no obtuviera el retorno de proyectos importantes, o que no hubiera una distribución adecuada en las convocatorias nacionales y se llevaran la financiación a otros territorios».

La rectora no quiere dejar pasar lo sucedido sin más y advierte tras la reciente distribución de fondos de la AVI que los responsables «deberían hacérselo mirar, sobre todo a las puertas de un nuevo Plan de Financiación para las Universidades», en el que se va a calibrar el volumen de fondos en función de los parámetros de cada universidad.

La rectora teme que se pueda cuestionar en este sentido la excelencia investigadora de la UA, puesto que podría ser uno de los criterios a valorar a la hora del reparto de fondos. «Hay grupos excelentes y eso no lo dice la rectora de la Universidad de Alicante sino los ranking, y los hay en todas las universidades del sistema valenciano. También pone el acento Navarro en el hecho de que si no se valora en su medida la investigación de la UA, los profesionales puedan desanimarse y optar por otras convocatorias externas, llevándose los proyectos fuera de la Comunidad.

«Generar proyectos de investigación y preparar méritos resulta muy costoso para los investigadores, y por eso nos preocupa también que se les pueda desanimar un año tras otro y que se convierta en un bucle que se retroalimente y acaben optando por otras convocatorias europeas y nacionales.

El rector de Elche prefiere no abundar en el tema, pero hace suyas las recientes declaraciones de la vicerrectora de Transferencia e Intercambio de Conocimiento de la UMH al respecto, poniendo a su vez en duda «un reparto desigual, porque hay capacidad y talento en las cinco universidades públicas y que se desvíe la financiación a ciertas universidades, polariza la investigación, les da más oportunidades y les hace más fuertes», concluye.

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