Las montañas de escombros, visibles desde la carretera que une Colonia Requena con Villafranqueza, alertaron a los vecinos de El Palamó, que denunciaron ante el Ayuntamiento de Alicante la actividad. Ahora, la Concejalía de Urbanismo, que dirige Adrián Santos Pérez (Ciudadanos), ha dado un plazo máximo de quince días a la empresa que lleva semanas acumulando restos de obra sobre una parcela de titularidad privada, situada en la CV-8220. «Se trata de una parcela privada, pero requiere de permiso del Ayuntamiento de Alicante, que no tiene. La alerta llegó por los vecinos, que nos informaron de que camiones estaban vertiendo restos de obra sobre un terreno. Tras esa información que nos llegó, se levantó un acta informativa, que ha avanzado con la exigencia de la documentación necesaria para obtener el permiso municipal», explican desde la concejalía, que ha concedido el plazo legal, de quince días, para presentar los papeles exigidos. De no ser así, Urbanismo procederá a suspender la actividad de la empresa. «Ellos dicen que tienen autorización de la Generalitat Valenciana, de la conselleria, al tratarse de un terreno rústico. Pero da igual, necesitan permiso municipal para acopiar el material», añaden desde el departamento municipal. De no presentar la documentación reclamada por Urbanismo en tiempo y forma, el Ayuntamiento procederá a suspender la actividad y, además, a reclamar que subsanen lo realizado hasta la fecha. Es decir, que dejen la parcela sin escombros de obra, que son llevados hasta la zona en camiones.
Según explican desde la Asociación de Vecinos de Villafranqueza, aseguran que los vertidos de restos de obra son continuos y que afectan, además, árboles centenarios que habían crecido en una finca con historia en el barrio. «Informamos a la Concejalía de Urbanismo de lo que estaba sucediendo, y parece que han tomado cartas en el asunto. Esperamos que suspendan la actividad cuanto antes, porque no tiene permiso», añaden desde la entidad vecinal, que han pedido respaldo a los grupos de la oposición para intentar revertir lo sucedido en la finca de titularidad privada que se sitúa frente al Panteón de los Guijarro, un espacio que cada año acoge la tradicional ofrenda floral a los Mártires de la Libertad.
La icónica imagen del panteón, sin embargo, está perdiendo protagonismo temporalmente con el aumento de las montañas de escombros de obra, que están a expensas de Urbanismo.