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Las cooperativas eléctricas de la provincia reducen la subida de precios en 33.000 inmuebles

El recibo de la luz de las sociedades de Crevillent, Callosa de Segura, Catral, Albatera y Biar es entre un 10% y un 30% más barato que la tarifa regulada, pero tendrá que ajustarse al alza

El huerto solar construido por Enercoop en Crevillent tiene capacidad para generar 13.000 Kw. En las siguientes imágenes el director general del grupo muestra a la ministra de Transición Ecológica la infraestructura fotovoltaica de El Realengo, y el posterior acto sobre comunidades energéticas presidido por Teresa Ribera.

Las cooperativas eléctricas se han convertido en el único bastión que resiste a la escalada continua del precio de la luz en la provincia de Alicante. No ofrecen fórmulas milagrosas porque también compran la energía en el mercado mayorista y habitualmente de futuros. Es decir, negocian la compraventa a largo plazo pactando un precio y una fecha para recibir la electricidad. Son David frente a Goliat pero, de momento, las facturas de sus socios están resultando notablemente inferiores a las de los clientes con tarifa regulada de las compañías que operan en este complejo sector.

Las cooperativas de la Vega Baja -en la imagen la Albaterense- siguen mejorando el servicio. INFORMACIÓN

El ahorro se sitúa entre un 10% y un 30% y beneficia a los abonados de 33.000 puntos de suministro de las cinco cooperativas eléctricas de la provincia. Concretamente la de San Francisco de Asís de Crevillent que es la matriz del Grupo Enercoop, la Cooperativa Eléctrica de Callosa de Segura, la Albaterense, la Benéfica Catralense y la Eléctrica Nuestra Señora de Gracia de Biar. Esta última alcanzará el siglo en 2024, un año antes que la entidad de Crevillent. La constituyen 1.900 socios y cuenta con 2.700 puntos de suministro. La mayoría viviendas aunque también hay comercios, negocios, talleres y pequeñas empresas.

El huerto solar construido por Enercoop en Crevillent tiene capacidad para generar 13.000 Kw. En las siguientes imágenes el director general del grupo muestra a la ministra de Transición Ecológica la infraestructura fotovoltaica de El Realengo, y el posterior acto sobre comunidades energéticas presidido por Teresa Ribera. Antonio Amorós

En cualquier caso estas cinco sociedades de interés social de la provincia -son 17 en la Comunidad Valenciana- no son ajenas a la volatilidad y desproporcionada magnitud que están experimentando los precios desde el pasado mes de mayo. «Es una situación que nadie podía esperar y que nos genera sufrimiento y preocupación. Nosotros también somos consumidores y usuarios y, por lo tanto, los continuos incrementos del precio nos afectan gravemente», reconoce el gerente de la Eléctrica de Biar, Antonio Vicente Martínez, advirtiendo que para bien o para mal están sujetos a las variaciones del sistema.

100 AÑOS: Efeméride de la Cooperativa Eléctrica de Biar, la entidad alcanzará un siglo desde su fundación en el año 2024.


40% Factura: Rebaja en la Cooperativa de Callosa de Segura. La medida por la pandemia se ha aplicado hasta abril de 2021.

De hecho, en el recibo pagan los mismos impuestos que el resto de consumidores y tampoco están exentos de abonar el alquiler del contador. Pero, a diferencia de lo que hacen otros operadores, las cooperativas están amortiguando la subida de la luz a sus clientes. Lo hacen cubriendo con sus propios fondos la oscilación al alza del precio aún a costa de su cuenta de resultados. Algunas de ellas se plantean incluso la posibilidad de entrar en pérdidas para mantener la factura de sus cooperativistas con la previsión de recuperarse en los ejercicios siguientes. Algo que, si las condiciones del mercado energético no mejoran, deben hacer aplicando una subida del precio que permita suplir las pérdidas anteriores. Una operación no está exenta de riesgos en un mercado libre. El más grave es que el abonado decida abandonar la cooperativa al recibir una oferta más económica. Por eso Antonio Vicente Martínez destaca que «la fidelidad de los socios es fundamental para superar las dificultades y no sucumbir».

Ahorro

El ahorro de los cooperativistas puede fluctuar. Depende de la coyuntura. El del cooperativista crevillentino era de en torno a un 30% en la primera década del siglo XXI. Un porcentaje que se ha ido reduciendo hasta el 10% de la actualidad por la subida de impuestos y los requisitos legales. Pero en los momentos más complicados, como los de estos cuatro últimos meses, es cuando las cooperativas gozan de una situación ventajosa. Fundamentalmente porque regulan el precio del mercado.

La filosofía de estas entidades no es ganar dinero. Por eso los beneficios obtenidos repercuten en el cliente cuando llegan malos tiempos. Pero la política de precios siempre debe garantizar la sostenibilidad económica de la entidad. De ahí que resulte lógico prever que en el actual contexto los precios sean revisados al alza. La cooperativa de Biar, por ejemplo, lleva año y medio sin modificar las tarifas por las dificultades económicas que surgieron con la pandemia. Por término medio los socios están pagando 60 euros el megavatio/hora cuando el pasado jueves marcó un nuevo récord histórico con 188 euros. Una diferencia que obligará a incrementar las tarifas el próximo mes para equilibrar las cuentas.

Reacciones

«La subida de la luz la llevamos tan mal como todas las comercializadoras»

Antonio Navarro - Cooperativa de Callosa de Segura

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«La fidelidad de los cooperativistas es fundamental para mantener la actividad»

Antonio Vicente Martínez - Cooperativa Eléctrica de Biar

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«Las cooperativas no tienen ánimo de lucro y eso permite beneficiar a sus socios»

Joaquín Mas - Enercoop de Crevillent

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Por su parte la Cooperativa de Callosa de Segura -5.000 socios y 7.000 puntos de suministro- mantiene un descuento del 7% en su factura. Entre marzo de 2020 y abril de 2021 la rebaja osciló entre el 30% y 40% pero ante el panorama energético actual se ha tenido que revisar. Por eso señala su director administrativo Antonio Navarro que «la subida de la luz la llevamos tan mal como todas las comercializadoras». Comparando una factura de agosto en esta localidad el ahorro de los socios ronda los 25 euros frente al mercado regulado. Pero el cooperativismo no solo ofrece ventajas económicas. También aporta beneficio social. Así avanza un sector que ahora afronta el reto de disponer de fuentes de generación eléctrica para poder emanciparse de Goliat.

Las cooperativas eléctricas de la provincia reducen la subida de precios en 33.000 inmuebles Antonio Amorós

El sector busca tener producción propia para mejorar las tarifas a largo plazo

Los expertos advierten de un escenario continuado de incrementos en la factura eléctrica hasta abril.

Enercoop ha conseguido tener presencia en la práctica totalidad de la cadena de valor del sector eléctrico: producción de energía 100% renovable, distribución al municipio de Crevillent a través de una red propia con más de 14.000 puntos de suministro y servicio de comercialización para más de 6.000 clientes.

Con un volumen de facturación superior a 60 millones en 2020, se encuentra entre las tres primeras compañías energéticas independientes de la Comunidad y entre las 50 empresas de mayor facturación de la provincia. Su director general, Joaquín Mas, advierte de que el precio de la luz seguirá siendo muy alto hasta que finalice el primer trimestre de 2022. Frente a esta situación las cooperativas eléctricas se presentan como una alternativa para reducir la factura porque «no tienen ánimo de lucro y eso les permite reducir sus márgenes comerciales» en beneficio de sus miembros. «Pero la capacidad de actuación es mayor en las cooperativas que disponen de producción propia -como es el caso de Crevillent- para así poder garantizar precios de adquisición de la energía mucho más estables a largo plazo».

Precisamente en este convulso 2021 las facturas que han pagado los socios de Enercoop han estado, como mínimo, un 10% por debajo de la tarifa regulada por el Gobierno de España.

La creación de comunidades energéticas va a recibir 100 millones de euros del Gobierno central en subvenciones. Así lo anunció el jueves la ministra Teresa Ribero en la infraestructura fotovoltaica de la pedanía El Realengo. La cooperativa eléctrica crevillentina Enercoop ejerció de anfitriona del acto y su director general, Joaquín Mas, anunció que «nuestro objetivo es generar energía eléctrica en espacios urbanos de forma colectiva y participativa. Prueba de ello es la marquesina fotovoltaica que hemos instalado en El Realengo». Para Mas las comunidades energéticas son un medio útil para guiar a los ciudadanos en el ámbito del consumo energético». Palabras a las que la ministra de Transición Ecológica añadió que «ofrecen muchas ventajas porque aportan energía y beneficios de proximidad, rebajan los gastos energéticos de los socios y del ámbito municipal y, al estar cerca del territorio, conocen sus puntos sensibles».

Las comunidades energéticas, el nuevo reto colectivo

La creación de comunidades energéticas va a recibir 100 millones de euros del Gobierno central en subvenciones. Así lo anunció el jueves la ministra Teresa Ribero en la infraestructura fotovoltaica de la pedanía El Realengo. La cooperativa eléctrica crevillentina Enercoop ejerció de anfitriona del acto y su director general, Joaquín Mas, anunció que «nuestro objetivo es generar energía eléctrica en espacios urbanos de forma colectiva y participativa. Prueba de ello es la marquesina fotovoltaica que hemos instalado en El Realengo». Para Mas las comunidades energéticas son un medio útil para guiar a los ciudadanos en el ámbito del consumo energético». Palabras a las que la ministra de Transición Ecológica añadió que «ofrecen muchas ventajas porque aportan energía y beneficios de proximidad, rebajan los gastos energéticos de los socios y del ámbito municipal y, al estar cerca del territorio, conocen sus puntos sensibles».


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