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Los pacientes que necesitan ir a rehabilitación sufren hasta diez meses de retraso

Los enfermos se ven obligados a recurrir a servicios privados ante la gran demora en el sistema público - La ratio de fisioterapeutas en la Comunidad Valenciana está por debajo de la media nacional

Sesión de fisioterapia en un centro sanitario de la provincia de Alicante. | PILAR CORTÉS

Aguantar con dolor o gastarse el dinero en un fisioterapeuta privado. Son las dos opciones en las que se ven inmersos los pacientes de la provincia de Alicante que necesitan de tratamientos de rehabilitación y ven cómo pasan los meses sin conseguir una cita. La pandemia ha agravado la situación de colapso en estos servicios, con retrasos de hasta diez meses para citas ordinarias, según la información recabada en los distintos departamentos de salud por el Sindicato Médico y el Sindicato de Enfermería de la provincia de Alicante y que coincide con los datos aportados por sanitarios y pacientes.

Las mayores esperas se dan en departamentos como Marina Baixa, donde se está citando ahora a enfermos que entraron en lista de espera a finales de 2020. Para los casos preferentes, que en teoría no deberían pasar de las dos semanas, la demora es de seis meses en esta zona de salud. En el departamento de Elda también se roza el año de espera para las citas ordinarias y hasta ocho meses para las preferentes. En Elche, el Hospital General de Alicante y en Sant Joan la espera está en torno a los seis meses.

Alternativas

Ante esta situación, los pacientes afectados se buscan la vida como pueden. «Tengo un pinzamiento en el hombro que me provoca dolores diarios y me han dado cita para finales del mes de febrero, así que ya he cogido cita telefónica con mi médico para ver cómo puedo tener los resultados de la resonancia que me hicieron e irme a un fisio privado», señala F. B., vecino de Alicante afectado por estas demoras.

También los profesionales que trabajan en los servicios de rehabilitación reconocen que en ocasiones la situación les sobrepasa. «Muchas veces nos sentimos impotentes cuando los pacientes se quejan de los retrasos. Si la lesión les molesta mucho les decimos que traten de hacer alguna sesión por lo privado, o les vamos dando ejercicios para hacer en casa. Si los pacientes empeoran, tratamos de que el médico rehabilitador vuelva a verlos para citarlos antes, pero a veces es complicado porque las agendas están muy llenas», señala una fisioterapeuta de la provincia que prefiere mantener el anonimato.

El coronavirus ha afectado de dos maneras a los servicios de rehabilitación. Por un lado debido a las medidas restrictivas y el parón impuestos por la pandemia, sobre todo en la primera y en la tercera ola, muchos pacientes se vieron obligados a aplazar sus citas por no poder acceder a los centros sanitarios o, aunque tenían molestias, no acudían a su médico por miedo al contagio. Con la mejora de la situación, ahora se empiezan a retomar estas citas que quedaron pendientes. Todo con una población cada vez más envejecida que necesita de este tipo de tratamientos.

Pero además, la rehabilitación se ha convertido en una pieza clave para la recuperación de pacientes que han sufrido covid, en especial en aquellos casos más graves, que han permanecido semanas inmovilizados en la UCI. Estos pacientes requieren de manera urgente largos tratamientos de rehabilitación para poder recuperar el tono muscular y la movilidad.

En este año y medio de pandemia, la Conselleria de Sanidad ha reforzado las plantillas de fisioterapeutas y médicos rehabilitadores con el objetivo de poder absorber toda esta demanda «pero está claro que no ha sido suficiente a la vista de los retrasos que hay», lamenta Emilia Guevara, secretaria de Acción Sindical del Sindicato de Enfermería, Satse. Para Gevara, la pandemia ha hecho aún más evidente la falta de profesionales que hay en este campo de la medicina. El Satse pide un aumento de las plantillas no sólo en los hospitales, también en Atención Primaria, donde las carencias son más elevadas. Guevara recuerda, en este sentido, que muchos centros de salud carecen aún de este servicio, pese a la enorme demanda que hay de estos tratamientos.

La Conselleria de Sanidad tiene en plantilla a 486 fisioterapeutas que trabajan en hospitales y centros de salud de toda la Comunidad Valenciana. Una cifra que arroja una ratio de 0,09 profesionales por cada mil habitantes, levemente inferior al 0,1 que hay en el conjunto de España y a años luz de las recomendaciones de la Organización Mundial, que aconsejan un profesional por cada millar de habitantes.

Déficit también en el ámbito privado

La Comunidad está por debajo de la media nacional en cuanto al ratio de fisioterapeutas, pero no sólo en el ámbito de la sanidad pública. También en el sector privado faltan profesionales, según se puso de manifiesto en un estudio del Sindicato de Enfermería. La ratio estatal es de 0,9 fisioterapeutas por mil habitantes, y a la cabeza está Madrid, con 1,3, seguido de Cataluña, con 1,1, y Euskadi, Asturias y Murcia, con un profesional por mil habitantes. A la cola se sitúan Castilla-La Mancha, con 0,5 fisioterapeutas por mil habitantes, Andalucía, con 0,6, y Castilla y León, Navarra, Comunidad Valenciana y Extremadura, con 0,7 todas ellas.

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